Ángel Ciego 9. Memorias

En Familia a Namek. Amor incondicional

— ¿Qué tal si practicamos? — propuso el guerrero joven a la pareja de la Tierra una tarde.

— Jattyta ¿Puedes llevar a Yun a conocer el planeta?

— Por supuesto — se alegró de que así podría conocer mejor al hijo de su amiga.

— Yun, papá y yo entrenaremos un poco con Tochat, ve a pasear con Jattyta.

— Prefiero quedarme cerca de ustedes — dijo algo molesto.

— Anda mi amor, siempre dices que te aburres mientras nos esperas, así podrás distraerte.

— Bueno mamá.

Ya volando, Jattyta trató de hacer conversación, pero el terrestre iba callado.

— ¿Qué te pasa? — ya se aburrió de la actitud del otro — de que llegaste note que te enojas cuando estoy presente.

Yun no quería decir nada.

— Te estoy hablando.

— No me gusta que estés cerca de mamá.

—¿Por qué? — no se esperaba esa respuesta.

—Es MI mamá, no la tuya.

Sin darse cuenta llegaron a un lugar con flores rojo fuerte, cuando Jattyta se dio cuenta, tomó al otro pequeño de la mano y trató de alejarlo.

— Vámonos — lo tironeo.

— Que miedoso, son sólo plantas.

— Muy peligrosas, puedes morir si te toca su polen, la única cura es hacer un antídoto con los pétalos, pensábamos que no quedaba ninguna.

El terrestre se acercó volando rápidamente, hacía como que tocaría las flores y luego se alejaba, Jattyta trataba de detenerlo, lamentablemente Yun perdió el control y se fue derecho al campo florido, el namek se puso en su camino, pero no logró evitar que ambos cayeran en medio, quedaron llenos de polen, cuando estuvieron en terreno abierto, el mayor empezó a perder las fuerzas, cayó al suelo, Yun sólo estaba mareado, por el momento.

— ¿Por qué hiciste eso? — le preguntó el terrestre al otro.

— No podía dejar que te pasara algo malo, Iz confió en mí para cuidarte, y a pesar de lo que me dijiste me caes bien — le sonrió.

— Tengo que llevarte con los demás — se desesperó el visitante.

Acomodó al namek en su espalda, no tenía fuerzas para volar, así que optó por caminar, antes de irse, guardó varios pétalos en su chaqueta.

— Déjame... solo puedes llegar más rápido y vuelven por mí — sugirió Jattyta.

— No, llegaremos juntos, si hubiera entrenado como debía...

— ¿Por qué no quieres hacerles caso a tus padres? Te he visto y no te esfuerzas.

— No tienes idea la presión que siento por ser el hijo de dos grandes guerreros, Goten y Trunks sólo quieren ver que tanto he aprendido, Gohan siempre me compara con él cuando tenía mi porte — se detuvo a descansar un momento y siguió caminando — la noche que pude volar escuche a mis padres hablar, mamá espera que genere alas como ella, papá en cambio quiere que aprenda alguna de sus técnicas; por eso no quiero seguir, tengo miedo de fracasar, y que alguno de ellos se ponga triste.

— Ellos nunca se desilusionarían de ti, incluso si sólo pudieras volar, te amarían igual... son estrictos y se molestan contigo, porque ven que no pones de tu parte cuando quieren... — en ese momento cayó inconsciente.

Yun se desesperó, concentró su ki, alrededor de su cuerpo apareció un halo plomo, voló a donde estaba la energía de sus padres, estos al sentir el incremento fueron a su encuentro, Tochat fue con ellos. Cuando se encontraron con Yun, este bajo al piso, dejó en el suelo a Jattyta, y sin fuerzas se dejó caer, por suerte su padre lo tomó en sus brazos.

— ¿Qué les ocurrió? — preguntó angustiado el guerrero.

El pequeño terrestre no tenía fuerzas para hablar, sacó de su chaqueta los pétalos de la flor, se los pasó y cayó también desmayado.

— Hay que llevarlos a la aldea, el polen de esta flor es mortal si no se aplica el antídoto a tiempo, menos mal que trajo los pétalos. Apurémonos — volaron lo más rápido que pidieron con los niños.

Algunas horas después por fin despertó Yun.

— Que bueno que ya estás consciente — se alegró su madre.

— Lo siento, todo fue culpa mía — no iba a mentir más.

— ¿Qué pasó? — preguntó el namek terrestre a su hijo.

— Es que yo... — contó lo que pasó y que Jattyta trato de salvarlo.

— ¿Por qué hiciste una estupidez así? — lo recriminó su padre.

— Estaba celoso de él, pensé que mamá lo quería más que a mí porque tiene poderes; al igual que tu papá, tal vez quisieras que Tochat fuera tu hijo y no yo.

— ¿Qué te hace pensar eso? — se asombró Piccolo de la respuesta.

— Los escuché la noche que aprendí a volar, los dos querían que pronto desarrollará alguno de sus poderes, no quiero desilusionarlos.



#7100 en Fanfic

En el texto hay: sexo, aventura, sexo amor desamor

Editado: 06.03.2020

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