Angel cruel

Capítulo cinco "algo más que contacto físico"

Algo más que contacto físico.

Comenzó a recorrer mi cuerpo subiendo mi falda y cuando notó el short me la retira, sus labios rozan junto con los míos mientras que una de sus manos roza mi espalda desde abajo hacia arriba, siendo un beso salvaje y a la vez hambriento de querer más.

Lentamente baja a mi cuello provocando algunos sonidos de placer, mi cuello es mi debilidad en la intimidad y desde el momento en que su boca besa mi beso una cantidad de electricidad en mi cuerpo se despiertan queriendo más y buscar más allá de ese pequeño placer.

Entre tanto, sus labios se mantienen en mi cuello deslizándose lentamente hasta mis pechos, sus manos juegan con mi cabello tirando fuertemente de él, mi energía se mantiene despierta, mi cuerpo confirma que se siente conforme con esos placeres y grita que vaya al más allá.

—¡Tócame por favor! Necesita tus dedos dentro. —Gemí, durante ese momento mis labios buscaban lo suyo mientras tira de mi hacia la cama y sus dedos desplazan por mi abdomen hasta mi parte intima.

—¿Esperaban a estos cariñosos? —Muestra sus dedos. —Dímelo.

—Si. —Expresé. —justo ahí.

—¿Quieres que te hagas venir?

—Por favor. —Supliqué entre gemidos, necesitaba sus dedos, necesitaba su parte intima dentro de mí.

Intercambiamos caricias antes de que sus dedos se encontraban justo donde quería, el roce de sus labios entre mis pechos mientras me tocaba el orgasmo casi llegaba, mientras más rápido movía sus dedos más sentía venirlo ya,  

El orgasmo que me arrasa no tiene precedente, arqueo mi espalda, mis manos van a su pelo para separarlo de ahí, todo se ha vuelto sensible, mis piernas están temblado y no precisamente por el frío que está haciendo, sino porque el orgasmo había llegado.

Puedo ver claramente su pecho y su abdomen, no es tan definido porque no va al gym, pero es lo suficientemente atractivo para visualizarlo.

Inmediatamente baja su short junto con su bóxer dejando aun lado haciendo que lo visualice totalmente desudo frente a mí.

Quiero sentirlo, lo quería dentro de mí, lo necesitaba.

Tomándome del tobillo jalándome de inmediato hasta la orilla de la cama, su mano toma mi cabello me susurra.

—¿Quieres sentirme? —Asentí inmediatamente. —Gírate.

Obedeciendo, me toma de la cadera y me alza hasta que quedó sobre mis manos y rodillas, la anticipación me mata por dentro mientras él roza con su parte, pero no me penetra. —Santiago, por favor, hazlo.

—¿Por favor, ¿qué? —Expresa y ese tono me excita demasiado.

—Por favor, te quiero dentro de mí. —Expresé.

Toma de mi cabello y mis labios deja un grito cuando me penetra de golde, arde un poco ya que lo hemos hechos cantidades de veces, sin embargo, mientras más rápido lo penetraba más placer llegaba a mi y escuchando sus gemidos y suspiro, sentía los orgasmos desvanecerse.  

Estoy agotada totalmente.

Cubro mi cuerpo con una manta porque si hacia bastante frio, me quedo recostada junto a su pecho mientras escuchaba su respiración aún acelerada, besa mi cabeza y me abraza.

—¿Te das cuenta que es la primera vez que lo hacemos con la luz escondida? —Si me olvidé de la claridad y de mis pequeñas cicatrices.

—Sabes que ya no tienes que avergonzarte, eso te hace la chica más valiente y más fuerte, te amo y eso no cambiará nada, fue perfecto. -Besa mis labios. —Y amo tu cuerpo, preciosa.

Nos quedamos acostado un rato más antes de bajar, la verdad que más perfecto no pudo haber sido, nunca hay detalles que describan estos momentos entre nosotros,

Más allá del tiempo de calidad entre nosotros hay algo más que el contacto físico, nuestra intimidad desde un inicio fue importante y fue hablado desde ese momento y el método que siempre utilizaríamos sería el preservativo.

—Niños, vengan a cenar. -Escuchamos a la señora Harris, inmediatamente busco mi ropa.

Me acomodo mi pelo, mi ropa y me observo al espejo, espero por mi bien que no se me note que hayamos hecho un maratón de sexo.

—¿Iremos por helado después de cena? -Pregunté mientras me acercaba y lo abrazaba observándolo directamente a los ojos.

—Claro. -responde. —A consentir a la niña.

Sonreímos y bajamos a la sala, ya los suegros y Sandra junto con su pareja se encontraban ahí.

—¡Buenaaas! Holaaa. -Fui de inmediatamente abrazarla.

—Te he extrañado muchísimo, te pierdes de nuevo y te mato. -Sonreí. -De verdad no lo vuelva hacer, te extraño en la facultad.

—Ya pronto vuelvo, lo prometo. —Expresé devolviendo el abrazo. —Ya nos pondremos al día después de cena. ¿Va?

Asintió y volvimos a la mesa.

La cena se basó en charlas y risas, sonreía con las historias que contaba el señor Harris cuando joven y cómo enamoró a su esposa, están totalmente enamorados y de verdad que se ven buen juntos, a lo contrario de mis padres, si se ven bien juntos, sin embargo, no están enamorados, están juntos por estar y es lo peor.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.