Ángel de la muerte.

Capítulo 4: El collar.

Capítulo 4: El collar.

Amaia

No sé ni el por qué llegue tan temprano al colegio, siento que algo va a pasar.

Cuando llego al aula, diez minutos después llegan los chicos.

Comenzamos a hablar sobre cosas triviales, después de unos minutos el profesor llego, en estos momentos nos toca literatura.

Pero esta vez el profesor si era alguien ya mayor y gordo, lo malo de él, es muy exigente.

Si no respondes una pregunta bien es una citación y lo digo porque a Hades ya le paso.

Cuando el profesor ya iba a cerrar la puerta del curso y comenzar las clases, una mano lo detuvo, era un muchacho a decir verdad es guapo.

Nariz respingada, alto, con un cuerpo de infarto y color de ojos verdes.

—¿Ya es tarde no lo cree? — le pregunta el profesor.

—La verdad sí, pero soy nuevo — vaya que valentía, yo ya me hubiera muerto del miedo, ya que este profesor es muy molestoso.

—Que sea la última vez.

El muchacho asiente, en cuanto entra la mayoría lo mira, no sé lo que pasa, pero nos quedamos viendo unos momentos.

Cuando siento a mi lado a Ares y Hades tensarse en sus lugares, se miran entre si y puede ver la furia en sus ojos.

Mi pregunta sería ¿Por qué?

El chico es nuevo, y no ha hecho daño a alguien, se sienta en el asiento de atrás que está desocupado en mi lado.

—Miren a quien encontramos por aquí — los escucho decir a Hades.

Ares sonríe unos minutos —¿Cómo así estas solo? — pregunta.

—Respondiendo a tu pregunta, estoy solo porque lo deseo demonio.

Ares lo mira enojado, cuando iba hablar nuevamente el profesor comenzó con la clase.

Nos toca cuatro horas de literatura, pero las siento eternas; una que otra pelea en vos baja de los chicos con el nuevo.

Son insoportables — pienso.

Amaia, Amaia — escucho que alguien dice en mi mente.

¿Qué quieres? — pregunto, temo que su respuesta sea algo que no desee.

Deseo salir — su respuesta me toma desprevenida.

¿De dónde? —vuelvo a preguntar.

De ti, ya es hora que cobremos venganza Amaia — su voz es terrorífica.

¿Venganza? — pregunto confundida — ¿De qué? a mi nada me han hecho.

De él, de ese Dios que alabas — escucho como comienza a reír.

Es hora de terminar con lo que el mas quiere, muy pronto Amaia, muy pronto una guerra se desatara, muy pronto saldré y matare a quien se cruce en mi camino.

Eso fue lo último que dijo, ya que escuche el timbre sonar.

—Como ya expliqué alumnos, mañana quiero que me traigan el trabajo en parejas con los que ya asigne, y por favor ser puntuales.

Veo como el profesor sale del curso, estoy confundida no sé quién será mi pareja para el trabajo.

—¿Hades con quien te toco? — me mira confundido, él sabe que siempre estoy atenta a las clases del profesor.

—Con Ares — murmura.

—¡Sabes con quien me toco?

—Con el apestoso del nuevo —lo dice con una pisca de odio.

—¿Con el apestoso? — pregunto confundida.

—Sí, con el — bufa — No sé por qué te toco con esa cosa.

—¿Ya lo has olido?

—¡No qué asco! — chilla, hace una mueca de desagrado.

—Digo, ya que estas hablando mal de él.

—¿Por qué lo defiendes?

—Que tiene de malo, no me ha hecho nada malo a mi persona.

No mentiré, el chico no ha dicho nada malo de mí; ni si quiera nos hemos hablado.

Me giro para hablarle al muchacho.

—Hola soy Amaia, quería preguntarte ¿A dónde hacemos el trabajo en parejas?

—Hola y soy Azrael — lo miro atónita.

—¿Cómo el arcángel de la muerte? — como lo sé, fácil y sencillo, me encanta leer todo sobre ángeles y arcángeles hasta de los demonios.

—Estas en lo correcto, que te parece en tu casa.

—Claro, no tengo ningún problema.

—Te doy la dirección de mi casa — comienzo a dictarle la dirección de mi casa, y salgo al recreo con los chicos.

Ares y hades todo este rato han estado hablando en un tono bajo, y no les puedo escuchar.

¿Por qué no tengo un odio mejor? —me pregunto a mí misma.

—¿De qué hablan? — les hago mi mejor cara para que me lo cuenten al chisme.

Que chismosa soy —pienso.

—Nada ¿Cierto Ares? — lo mira al mencionado.

—Eh si — asiente varias veces.

—Ya verán que, si me mienten los golpeare y no les hablare más.

Se ponen pálidos — No es nada Amaia.

Asiento —Mejor vayamos a comer.

Azrael

Encontré un departamento, tuve que utilizar mis poderes para que el humano me de las llaves.

Antes de llegar al colegio sucedió algo, me tiraron jugo encima.

¿Cómo? Fácil y sencillo, una humana venia corriendo con un niño y le decía que debía tomarse el batido, porque ya iban a entrar a la escuela, y nos chocamos.

Tuve que regresar al departamento para cambiarme, por eso llegue tarde al colegio.

Lo malo es que los demonios están con la humana en el mismo curso.

Me toco con ella hacer el trabajo, creo que es bueno, ya que debo hacerle algunas preguntas.

Me alejo de todos esos adolescentes con hormonas alborotadas.

Me alejo porque algunos de ellos pueden morir.

Estuve lejos también para poder cuidar de la humana, ya que ahora soy su niñero.

**

Tuve que esperar unas horas para poder e, tocar el timbre de su casa.

Cuando veo a un niño pequeño abrir la puerta.

—¿Quién eres?

—Soy Azrael ¿Ser encuentra tu hermana?

—Sí, ya la llamo.

El niño comienza a llamarla, más dicho gritarle.

—Hola Azrael, pasa— se hace a un lado e ingreso a su casa, es muy bonita.

—Hola Amaia.

—Mamá — sale de la cocina creo, una señora de unos aproximadamente cuarenta años.




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