Hola, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que estuve activa y pido disculpas de antemano, pero he vuelto y he corregido este capítulo como muestra de mi agradecimiento por el apoyo que le han dado a mi libro.
Un grupo de ángeles cansados de siempre ser lo buenos, cansados de ver como la humanidad acaba con el mundo – como lo pudre con cada segundo– deciden rebelarse contra Dios.
...
– Gabriel, estoy cansado de que padre siempre proteja a esos humanos – miro con asco la tierra en miniatura que se encuentra frente a mí – no se merecen nada de lo que tienen y no merecen ser salvados, alguien tiene que enseñarles a valorar lo que padre les otorga, es hora de enseñarles quien manda – grito enojado
Paseo por el observatorio tratando de disipar mi furia. Malditos humanos
–! Basta Casius ¡– ordena mi hermano – no podemos contradecir las órdenes de padre
Golpeo con mi puño el muro que tengo más cerca. Cuando padre les quite su protección el infierno se abrirá paso en la tierra y no habrá lugar seguro para esconderse, no habrá piedad, eso lo juro.
– No son perfectos, eso lo sé de sobra, pero él toda vía tiene fe en la humanidad
– Tener fe en ellos es una tontería, solo basta con mirarlos unos minutos para darse cuenta de que no se puede seguir teniendo fe en la humanidad – señalo el pequeño mundo – puedes mirar en cada rincón y veras que tan podrido está el paraíso que les dio, deberían estar de rodillas agradeciendo la abundancia con la que han sido bendecidos
– A sido suficiente si sigues hablando así Casius, se consideraría traición a Dios – lo miro con enojo
Exploro todas las probabilidades que tengo – es momento de jugarse el todo por el todo – y tomo una decisión, que para bien o para mal me dará el impulso necesario para llevar acabo mis planes.
– Si él quiere seguir manteniendo su fe en la humanidad está bien, pero yo me canse de ver la depravación en la que está sumida el mundo. Si padre no va actuar lo hare yo por que ya es momento de recordarles que ellos solo son un error cometido por Dios, y los errores si no se enmiendan solo... se eliminan.
La mirada de Gabriel es completamente indescifrable, aunque no me sorprendería que este decepcionado de mí ya que el junto a padre defienden a capa y espada a los miserables humanos, siempre alegando que la esperanza junto a la fe es lo último que se pierde.
Ese pensamiento por obligación también debería poseerlo yo, pero para mí es completamente incomprensible.
– ¿Tienes en cuenta que te convertirás en un ángel caído si traicionas a padre?
– Estoy consciente de ello Gabriel– doy un paso hacia el – ¿estás conmigo? o ¿estás en mi contra? – extiendo mi mano a el
– Yo siempre voy a estar de lado de Dios
– Bien – doy un paso atrás – entonces a partir de ahora, te declaro la guerra a ti y a todo el reino celestial que no este de mi lado.
– Espero y no te arrepientas de las palabras que acabas de proclamar
– Nunca mi querido hermano
– Recuerda, si tu pierdes la fe y la esperanza ellos también lo harán – sonrió de lado – porque si el arcángel encargado de proveer esas virtudes ya no puede sentirlas los influenciara al caos.
– No trates de culparme por sus acciones Gabriel ellos ya han decidido al igual… que yo
…
Y así dio comienzo la gran guerra en contra de los ángeles que se oponían a su causa, el reino celestial contra los rebeldes que se alzaron en contra de Dios y sus ideales, lucharon incansablemente para reinar el mundo humano, al no poder conseguirlo deciden bajar y buscar otro modo de poder adueñarse de el. Así bajando del cielo a la tierra convirtiéndose en ángeles caídos.
Casius el líder de los rebeldes decide situar a su ejército en Liverpool, Inglaterra, planeando su ataque en las sombras, reclutando guerreros para su causa.
Por obra del destino mismo una humana se le atraviesa a Casius en su camino volviéndose así la persona que siempre estuvo esperando, su alma gemela. Pero en qué momento más crítico decide el destino ponerla en su camino
Cuanto podrá resistir ese amor que se juraron enteramente. Porque aquello que se forjo encima de mentiras no tardar en caerse a pedazos.