Angeles y demonios

BUSCANDO

 

-¡Ayúdame muerte!, ¿Se la llevarón? ¿La secuestraron por mi culpa?- Regresa la habitación revisando otra vez la habitación, veo que revuelve cajones. Su expresión tiene un leve cambio.

-¿Qué sucede?.- Ella sigue sacando del cajón papeles.

-... faltan nuestros documentos. Partidas y cédulas- Cierra el cajón y busca algo más en las paredes.

-¿Algo más?- Sería mejor que nos fueramos para mayor seguridad de Elea. Parece que se lo están tomando muy en serio.

-No, hay que hablar con el demonio, él debe saber algo... - Se esta poniendo histérica hablando muy rápdo, tomo de su mano mientras salimos de nuevo al pasillo. Cuando una señora delgada de pequeñas gafas nos observa.

-¿Buscaban a Lena?¿Son familiares?- Elea corre hacia ella y la esperanza vuelve y empieza a interrogarla. La señora le responde brevemente pero parece que son buenas noticias. La abuela no fue raptada, fue llevada a una casa de ancianos hace una semana. 

-Gracias, señora, no sabe como le agradesco...- Elea esta dandole un gran abrazo y la señora parece muy feliz de ayudar.

-Sí, tranquila pequeña buscala ahí- Se despide y regresa a su casa. Elea esta eufórica limpiando sus lágrimas de alegría regresa conmigo y trae una dirección.

-Si no fuera porque estoy muerta, creo que me hubiera dado un ataque de la preocupación.- Revisó el papel y observo mi reloj. Se que me va odiar porque no pienso llevarla en este momente. Una porque ya es tarde y otra porque puede ser una trampa.

-En realidad estas en un cuerpo humano, así que podría pasar- Le respondo a su duda.

-¿No bromees? ¿Por qué siempre te guardas las cosas importantes?¿Iremos a verla?- Se nota su timbre de preocupación. 

-No creo, ya es muy tarde.- Tomo su mano y me pienso en el lugar donde quiero estar y desparecemos en segundos. Lo mejor es mantenernos lejos de este lugar.

-No... esperaa...- Sus palabras se pierden en la oscuridad.

Estamos nuevamente en el hospital. Pauline esta en su cama y parece que esta leyendo una revista para adultos. Entonces se da cuenta que regresamos y salta feliz abrazándome.

-"Huesitos" ya regresaron, qué rápido- Se acerca a Elea y nota su expresión molesta. Ella la deja de lado  y se dirige a mí.

-¿No podías esperar un momento?¿Quiero ver si esta bien?- Yo trato de mostrarme tranquilo ante su molestia.

Por eso no tienes novia siempre las sacas de quicio a las pobres chicas !... aja... - Pauline regresa a la cama para continuar leyendo su revista.

-Podría ser una trampa, hay que tomar precauciones.- Ella alza su típica ceja derecha interrogativa.

-No estamos seguros si es verdad que esta en una casa de ancianos Elea.- Trato de darme un argumento que sea de peso.

-¿Y tu teoría es?...- 

-¿Piensas caer tan fácil?  No puedo llevarte sin tomar precauciones- Paso a su lado pensando las posiblidades.

-Entonces ¡¿Qué haremos?- Me sigue tratando de calmarse ante esta inesperada odisea.

-Tú me esperas aquí, por supuesto- Ahí esta esa expresión de pelea... y desacuerdo.

-Oh no, es mi abuela y sí por mi culpa le paso algo ¡Debo saberlo!-  Lo imagine. Veo a Pauline en silencio, raro en ella pero se me ocurre algo.

-Haremos esto, iré primero mientras Pauline te explica todas las dudas que tenias antes...- Y sin esperar que afirmen que aceptan me desaparesco...

-¡Tramposo! ¡Odio que puede desaparecer!- 

-¡Es un energumeno!. Siempre decide sin preguntar.- Elea se sienta en la cama zapateando mientras Paulina se sienta a su lado.

-Querida él nunca pregunta, siempre toma las decisiones solo- Suspira y camina observando desde la ventana el oscuro cielo.

-Por eso lo malentienden... él sigue sus propias reglas.-Sue da la vuelta y su expresión se vuelta de seria a muy soñadora- 

-¿Qué quieres saber?- 

Elea suspira y aunque entiende que la decisión de la muerte, ha sido la mejor. No quita el hecho que esta asustada que su abuela este en peligro. La culpa me acongoja. No tiene mas remedio que esperar... Mira a Pauline y decide que a mal tiempo intentar dar buena cara. 

-¡Lo siento!, mi nombre es Elea aunque ya debes saberlo...- Digo tratando de tranquilizar mi corazón.

-Sí, así es. Yo soy la encantadora y polémica Pauline...

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La casa de ancianos apenas  es un edificio decente. Las paredes estan tan viejas. Estoy seguro que en un temblor se caería todo en pedazos. Pequeñas luces iluminan el pasillo. En este momento utilizó la oscuridad para deslizarme y pasar desapercibido.

Si algún demonio o ángel esta aquí, le será difícil reconocerme. Es una técnica especial que la guardo como un As bajo mi manga.  Paso por la estación de enfermería y hay una enfermera arreglando documentos. Me deslizo tranquilamente en su mente tocando levemente para que no se asuste de la intromisión. Busco en sus recuerdos y ahí esta. 

La dejo y sigo avanzando. Si todo esta bien dejaré que Elea visite a su abuela. De lo contrario veremos que sucede. Entro en la habitación y esta compartida por varios ancianos. La numeración si es la correcta esta señora durmiendo tranquilamente es Lena.

Reviso cualquier cosas extraña y todo parece tranquilo. Hay foto pequeña de la señora con Elea cuando eran más pequeñas. Escucho un Aleteo fuera en el balcón. Me acerco y puedo observa a Gabriel entrar en la habitación. Esta herido... ¿Quién se atrevio a luchar con él? Decido que tengo que encontrar respuestas y me transformo apareciendo detrás de él.

-¿Alguien se molesto contigo..?- Gabriel saca su espada y me señala incómodo de haberlo sorprendido.




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