II. Parte: “Venganza”

II. Parte: “Venganza”

Víctor no parecido asustarse, ni si quiera le tomaba importancia su amenaza, incluso miraba a su oponente fijamente mientras se decía a sí mismo:

“no me queda otra opción”

Ella al ver que Víctor no le temía con voz desafiante le exclamo:

“¡no me subestimes, no importa cuanto tiempo te tome pensar tu estrategia o intentes buscar una solución, la nieve se teñirá de rojo con tu sangre!”

Víctor sonríe y desaparece dejando una onda de viento a su paso, ella preocupada se decía a si misma:

“¡Imposible!”

Su cuerpo temblaba mientras sentía una presencia detrás de ella, una sombra que la cazaba, era Víctor con una mirada asesina la observaba desde las sombras, ella asustada todavía más exclamo:

“¡Se supone que no podías pelear!”

Víctor sonriendo le contesto:

“¡Entre Ángeles y Demonios también existe el amor!”

Ella ya llorando del miedo, echó a correr intentando escapar de Víctor, pero ya no había escapatoria había algo que no permia que ella saliera, una especie de barrera cubría el bosque evitando que ella saliese, desde las sombras Víctor aparece, y con una mirada fija recita:

“Manducet lumen ferro lacrimas mittere pulverem inimicos meos cruciatus”

Ella  sabiendo que ya era su fin exclamo con ira:

“¡no te salvara asesinarme, él te matara!”

De se extendía una luz, esa luz se transformó en un corcel alado un “pegasus”  el extendiendo sus alas expulso una gran onda de energía que incinero todo a su paso, incluyendo a ella.

El bosque se había convertido en un gran cráter, sin ningún rastro de ella Víctor exhausto se dirigió a su casa a descansar, una vez ahí se recostó en su cama e intentando dormir, le venía a la mente las palabras de la niña, quien era y porque menciono a alguien más, esos pensamientos no lo dejaban dormir ya colmado el decidió buscar respuestas comenzó a buscar en las cosas de su mama , en una caja de madera encontró unas cartas en ellas se encontraban historias y mapas de ciudades, también mencionaba elementos aparte de la luz y oscuridad, también mencionaba una leyenda que contaba que tiempos atrás se libró una batalla entre ángeles y demonios, por una arma que habría creado los humanos, no luchaban por causa de ella sino por poseerla, pero lo más intrigante era un mapa de una ciudad y en ella se señalaba un castillo como una escuela, esa misma escuela se mencionaba en una de las cartas, según ellas la escuela le pertenecía a un tal “merlín”, mismo que se mencionaba en otras cartas como amigo de la infancia de su madre, Víctor de pronto se detuvo, salió de la casa y se dirigió al  cráter, entre las cenizas Víctor buscaba algo frenéticamente era el mango de su hacha una vez lo encontró recito:

“revertere mecum”

El hacha comenzó a reconstruirse de las cenizas, una vez que había terminado Víctor regresaba a su casa y en el camino se decía a sí mismo:

“Voy a buscar a Merlín”