XIV. Parte: “El hechizo prohibido”

De noche durmiendo junto a sus prometidas, se encuentra Víctor sumido en un profundo sueño, dentro de él escucha susurros que lo inquietaban, inconscientemente el libro de la oscuridad fue invocado y abriéndose revelaba un hechizo nuevo, Víctor dormido y desorientado en sus sueños repitió los que los susurros le indicaban y sin saber lo que hacía recito:

“Sanguine plenae lunae eclipsis solis, et de tenebris et caligine morte liberat et ipsa est bestia, et sequuntur me”

Al despertar todo estaba oscuro el cielo estaba estrellado y el eclipse se imponía en él, todo lo demás estaba negro y el suelo reflectaba el cielo, no había nada en esa dimensión excepto Natalia y Angélica que por alguna razón acompañaban a Víctor e su pesadilla, el preocupado comenzó a pensar en lo que sucedía y porque esta pesadilla parecía más real  que las demás las chicas se despertaron y asustadas comenzaron a preocuparse por el mundo sombrío en que se encontraban, Víctor de pronto se le viene a la mente unos de sus pesadillas más espantosas e inmediatamente del suelo salen arbustos altos, muros de arbustos se imponían en forma de laberinto de ella salía una tiniebla espesa donde se escuchaban gritos, llantos y rugidos, al mismo tiempo el eclipse se veía más cerca de lo normal, en medio del laberinto se veía la silueta de una mujer  y en unas de las entradas se veía un hombre dirigiéndose así a ella, Víctor preocupado exclamo en voz alta el nombre de su madre mientras seguía al hombre, las chicas sin entender nada fueron corriendo tras él ,corriendo entre las tinieblas Víctor seguía a la silueta del hombre procurando no perderlo de vista  las chicas igualmente seguían a Víctor, tras pasar varias curvas la silueta del hombre  desapareció, Víctor perdido se detuvo las chicas al alcanzarlo solo se quedaron calladas esperando un indico de lo que sucedía en eso el paisaje se despejo, en el fondo se vio una mujer y un hombre pero no eran humanos del hombre salieron algo parecido a las de un murciélago y de la mujer salieron unas hermosa alas blancas ,ellos agarrándose de las manos desaparecían en las tinieblas, Víctor con las lágrimas en los ojos grito llorando:

“Papa, Mama no se vayan”

Natalia y Angélica sorprendidas se miraban a una a la otra, no creían lo que acababan de escuchar en eso nuevamente las tinieblas desaparecieron de ellas emergieron una persona desconocido, era un hombre encapuchado con traje blanco no se veía su rostro en sus manos había dos espadas una era negra y la otra era blanca, tenía dos pares de alas grises, alas de arcángel pero él era diferente a los demás arcángeles no era totalmente luz pero tampoco era totalmente oscuridad así que no era un caído, Víctor se le viene a la mente el arma genética que el hombre había creado antes y que llevo a la guerra entre el bien y el mal , aparentemente él no estaba muerto en eso su sello de luz se activa y vuelve todo a la normalidad, acostados los tres se miran y Víctor comienza a hablar:

“Yo no soy humano, mi madre era un ángel y mi padre era una demonio, soy asechado por demonios que odiaban a mi padre, no puedo utilizar sus elemento yo utilizo  la luz y la oscuridad elementos que ustedes desconocen y que dieron origen a los suyos”

Angélica y Natalia, calladas no se atreven a mirar a Víctor, el serio se levanta y si dirige hacia la terraza en plena noche fría como la nada el vapor de su respiración es notoria, en esa las chicas lo abrazan  Natalia por la derecha y Angélica por la izquierda, y ambas le dan un beso por la mejilla cada una por su lado, Angélica le susurra en voz baja:

“Ahora solo te quiero aún más”

Natalia complementa:

“Un no humano como esposo, eso será interesante”

 Víctor comprendiendo que ahora ya no va a luchar solo ahora tiene personas que le acompañaran de ahora en adelante.