Anhelo Tus Besos

Dos Culpables.

Eran las siete y treinta de la mañana cuando desperté escuchando la voz de Miguel. Estaba conversando con alguien por el celular. No sé de quién se trataría, pero parecía ser alguien importante.

Cuando me asomé a la sala, estaba de pie mirando al piso. Regresó a verme y terminó la conversación.

-Amor, buenos días. Disculpa si te desperté.

-Miguel, ¿con quién hablabas?-le pregunté a secas.

-Con Randy. Me pidió que vaya a hablar con el pediatra de Daryl.

-¿Daryl tiene un pediatra? ¿Desde cuándo?

-Desde los seis meses. Además, me decía que Lucero quiere cuidarlo mientras hacemos la mudanza.

-¿Ya les dijiste de eso?

-Sí. Pero aún no sabe que Osman se quedará allá.

-De seguro no le has dicho sobre lo que te pidió tu padre.

-No, aunque ya se lo diré pronto. ¿Cómo estás?

-Bien.

-¿Estás molesto conmigo?

-No. Espero que puedas soportar verme así cada mañana.

-Lucas..

Se acercó para abrazarme. 

-Cada mañana será una sorpresa maravillosa contigo.

-Miguel, eres muy lindo.

-Tú me amas así, ¿verdad?

-Sí. ¿Y tú me seguirás amando aunque me levante con esta cara?

-Eso es más que obvio, mi niño. Siempre te amaré, Lucas.

Me besó en la boca. Luego, besó mi frente.

-Amor, ¿quieres desayunar?-me preguntó.

-Ahora sí.

-Bueno, entonces debes vestirte.

-¿Te gusta cómo me veo ahora?

-Me encanta. Te ves tan sensual, mi niño.

-Gracias, amor. Te amo demasiado.

-Yo te amo más, hermoso.

 

Luego de ir a desayunar juntos, Miguel y yo regresábamos tomados de la mano. Él me miraba y sonreía. Yo me sentía algo sonrojado por la hermosa sonrisa que tiene.

-Amor, ¿qué quieres hacer en la noche?

-No sé, amor. Me gustaría que le digas a Randy eso.

-Te prometo que se lo diré. Ahora, ¿qué tienes en mente?

-Miguel, me gustaría conversar contigo sobre Adrián.

-Lucas, no...

-¿Por qué sigues evitando el tema?

-Porque...hay cosas que es mejor no recordar. Como lo que pasó entre tú e Iván...o lo que hiciste con Guillermo.

-Lo siento, no debí mencionarlo. Mejor me voy.

-¿A dónde te vas?

-Tengo que enviar una tarea. Hablaremos más tarde.

-De acuerdo.

Fui directamente al 20. Me encerré en mi cuarto. De repente, me llegó un mensaje de Osman.

O: "¿Es cierto que te besaste con Said?"

L: "Sí, pero eso no significó nada. Él me besó por impulso."

O: "Entiendo. Él me gusta mucho, pero no me atrevo a decírselo. Desde que ingresé al colegio, me ha visto. Y cree que soy muy hermoso."

L: "Yo creo que los tres hermanos Calle son lindos tanto por fuera como por dentro. Y Said no creo que sea merecedor de alguien tan valioso como tú. No digo que sea mala persona."

O: "Te entiendo. Gracias por decírmelo, aunque ya me había dado cuenta de eso. Sin embargo, no quiero juzgarlo sin conocerlo bien."

L: "Si quieres darle esa oportunidad, adelante. Mereces tener a alguien que te trate bien."

O: "Tienes razón. Hablamos otro día."

Asenté el celular a un lado. Miguel seguía evadiendo el tema de Adrián. Me pregunto qué es lo que le enojó tanto para que se porte a la defensiva.

 

Esa noche, alguien llamó a la puerta del 20. Fui a ver quién era. Se trataba de Randy.

-Hola, Lucas. ¿Qué te cuentas?

-Hola. Estaba a punto de ir a cenar, pero llegaste tú. ¿Qué te trae por aquí?

-Yo escuché por ahí que deseas saber por qué Miguel no quiere hablar sobre Adrián. Y te tengo una sola palabra: Jonael.

-¿Qué tiene que ver él con todo esto?

-Eres compañero de Samuel Ríos, el hermano de Jonael. Creo que ellos podrían llevarte a la respuesta.

-Entiendo. Muchas gracias, Randy.

-Por nada. Que disfrutes la cena.

-Cuídate mucho.

Cerré la puerta. De cierta manera, he escuchado un rumor sobre el hermano de Samuel, quien había fallecido hace tiempo atrás. Preferí eludir ese asunto antes de agravarlo más.

 

Al otro día, Said se acercó para hablarme sobre su fiesta. Me porté un tanto indiferente luego de lo sucedido el año anterior.

-Vamos, Lucas, deberías ser un poco más amigable y más sociable. Esta es mi manera de componer el daño.

-Creo que ya es demasiado tarde, Said. Si Osman cree que eres un ser lleno de luz, pues debe estar cegado por un destello menor al de una luciérnaga.

-¿Qué se supone que significa eso? 

-Quiero que te alejes de mí antes de que Miguel te obligue a la fuerza.

-Oye, tranquilízate un poco, ¿quieres?

-No intentes hacerte mi amigo porque por tu culpa hice que dos grandes amigos dejaran de serlos.

-¿Amigos? Ay, por favor, Lucas. No pensé que fueras tan tonto como para caer en esa gran mentira. Lucero y Miguel fueron enamorados. ¿Cómo lo supe? Yo les ayudé a salir.

-¿Un exnovio ayudando a otro para que consiga pareja? Me parece tan absurdo.

-No les ayudé a salir como pareja, sino a salir en un plan amistoso. Nunca me esperaba que ellos se juntaran. Además, para que exista la infidelidad, las dos personas son responsables de aquello. Y sí, fui tan bobo como para no notarlo. Pero yo te vi ese día en el baño y sentía que tenías más astucia que cualquier otro muchacho. Randy siempre ha sido cómplice de Miguel y por eso es que nunca supiste que ellos se veían a escondidas. Incluso después de Daryl, Lucero no puede olvidarlo. Y si no fuera porque tú ayudaste a distanciarlos, Miguel ya fuera padre de nuevo.

Las lágrimas querían salir de mis ojos a chorros. La voz se me quebró al momento de decir:

-Todo lo que acabas de contarme, ¿por qué nunca me hablaste de eso?

-Porque tú te obsesionaste con Miguel y hasta lo celabas con su mejor amiga. Yo solo te pregunto: ¿crees que tu noviazgo con él es sano? ¿O él intenta ir en contra de sus instintos?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.