Una especie de sueño tal vez una visión no estoy seguro una espesa niebla por todo el lugar pequeños destellos de luz en medio de las tinieblas y entonces apareció esta bella figura semejante a una diosa era un Ángel pero muy hermosa vestía una manta azul y negro y ornamentos reales que la convertían en una princesa nunca había visto este personaje antes dijo dentro de si el cacique pensando que hablaba consigo mismo mientras más se acercaba esta princesa aún más hermosa se veía sus ornamentos brillaban con más fuerza y luego un extraño toque de realidad golpeo fuerte al cacique Un haz de luz muy poderoso golpeando los ojos del cacique una sed desgarradora que le quema la garganta y el vaivén de las olas golpeando la orilla de la playa lograron despertar a nuestro golpeado héroe trató de levantarse pero aun adolorido y herido sintió desconsuelo de los golpes durante el naufragio, se levantó poco a poco y ante el la dantesca escena del naufragio hombres semidesnudos que acompañaban las pequeñas naves muertos y parcialmente comidos por alguna bestia y también los cangrejos de la playa que aun disfrutaban de aquel banquete que el bravo mar y aquella tormenta extraña le habían ofrecido. Levantándose como pudo el cacique empezó a caminar sus heridas fueron leves a pesar de la fuerte tormenta, con un gran impulso de su voluntad se colocó de pie y empezó a caminar selva adentro en busca de alguna fuente de agua para poder aplacar la sed que lo atormentaba. Luego de estar caminando por alrededor de cuarenta minutos logro divisar lo que parecía un pequeño riachuelo del cual logro beber unos pocos sorbos pero débil por la fatídica experiencia del naufragio el cacique se desmayó nuevamente a la orilla de aquel riachuelo. Perseguido el cacique por aquel sueño recurrente se vio envuelto nuevamente en la escena de aquella hermosa mujer que caminaba hacia él, trató de abrir los ojos y lograba verla de manera difusa entre los vibrantes colores de aquella maleza que adornaba el rio pero no pudo más totalmente inconciente cayó en un profundo sueño. Pasaron horas, tal vez días en los que el cacique estuvo inconsciente desde que bebió el último sorbo de aquel pequeño rio. Volviendo en si abrió sus ojos, estaba en una pequeña tienda su cuerpo musculoso casi desnudo por completo apenas el taparrabo lo cubría pero ya se sentía con más fuerza al parecer los brebajes que aquellas amazonas le habían dado mientras deliraba de la fiebre le habían hecho mucho bien ya no sentía dolor se puso de pies se sintió muy muy fuerte. Saliendo de la tienda y a la defensiva el cacique se encuentra con una mujer anciana probablemente antiguo chaman del lugar y otra mujer más joven al verlo de pie la anciana da la orden a la chica más joven para que valla y busque al líder de este mítico pueblo escondido en la isla más grande de todas que conforman el grupo de islas de la región.