Las miradas de Elizabeth, hacían que Doll se sintiera incomoda. No estaba loca... Bueno, no tanto, sabía que la nueva aveces la miraba, lo sabía. Su respuesta más lógica era que la había visto en el callejón espiándola y ahora la acusaba con la mirada, por eso decidió no decirle nada.
Pero ahora no se debía preocupar por eso, ahora estaba jugando con Emily después de la escuela, ambas corrían por la calle mientras reían y gritaban.
Pese a que tal vez estaba mal de la cabeza, todavía seguía siendo una niña, por lo que le gustaba hacer lo que cualquier niña haría, eso incluía pasar un rato agradable con la única persona que confiaba y sabía que no la traicionaría.
Las dos niñas corrían con los brazos extendidos como avión hasta que Doll choco con alguien, este la empujó y cayó al suelo, alzó la vista indignada viendo ahí a un chico, era mayor que ellas y estaba un poco regordete, su expresión era de despreció y estaba con los brazos cruzados.
—Vaya, vaya, ¿a quién tenemos aquí?—dijo el chico con voz grave.
Doll se levanto con el ceño fruncido.
—¿Ahora que quieres, Frank?—preguntó la niña enojada.
El chico la miro con altanería.
—Nada que te importe, mocosa.
Doll trono la boca, Frank era el único niño que se atrevía a molestar a la "delicada" e "inocente" Doll, el por qué era muy sencillo, por haber sido extraña en algún tiempo.
—No tengo tiempo para tus estupideces—dijo Doll un poco harta.
Decidió irse, pero el chico la tomó del brazo impidiéndoselo, la niña lo volteo a ver, por un segundo todos sus pensamientos malos llegaron hasta ella, estaba apunto de lanzarse sobre el para darle su merecido.
En ese momento Emily llego hasta ellos, salto y le dio un golpe en la cara a Frank, este cayó la suelo ya que no se esperaba el golpe.
—¡Emily!—dijo sorprendida Doll.
Emily estaba jadeante con un poco de cabello en la cara cubriéndole los ojos, el chico puso una mano en su cara y volteo a ver a las niñas molesto.
—Lárgate de aquí antes de que continúe—dijo Emily con voz grave—. No hagas que me arrepienta.
El chico las miro uno momento, fácilmente podría levantarse y golpearla, pero, algo en los ojos de la niña lo asustó. Así que solamente se levanto y se fue.
Doll miro impresionada a Emily.
—Emily, ¿que fue eso?—preguntó sin saber qué decir.
La contraria se volteo con una sonrisa en la cara y los brazos detrás de su cabeza.
—Nada, solo me enoje por qué te pegaron—dijo sonriendo más—. Lo golpeare las veces que se atreva a tocarte.
Doll la miro unos segundos, luego sonrió, su compañera podía ser aveces muy graciosa, sabía que por dentro la niña, seguramente, estuviera temblando de miedo.
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Doll y Emily decidieron ver una película en la casa de Emily. Las dos estaban en el cuarto de la mencionada acostadas pecho tierra mientras miraban el televisor, habían decidió una película de horror, de esas que le gustaban a Doll.
Parecía una idea genial al principio, pero conforme la película avanzaba, más grotesca se ponia. Podían ver cómo un tipo se insertaba un cuchillo en su vientre y como le salían las tripas, también, otro sujeto empezaba a cortar a otro haciendo una escena horrible y sanguinaria.
Doll la miraba atenta, apreciaba cada detalle de la pelicula con mirada seria. Emily no parecía disfrutarla tanto, se había decidió sentar y miraba la película un poco mareada al ver tanta sangre.
—No me siento bien...—murmuró Emily poniendo una mano en su cabeza.
Doll la volteo a ver.
—¿Por que?—preguntó inocente.
La película siguió, hasta que vieron como un hombre practicaba un extraño ritual a otro hombre, vieron como le insertó la daga en la parte izquierda del vientre, y arrastro el cuchillo hasta la parte derecha. Al ver esto Emily hizo una arcada y puso una mano en su boca, salió corriendo de la habitación directo al baño donde se encerró.
Doll la miro de reojo pero después se puso a ver de nuevo la película, viendo con fascinación como la sangre se hacía presente y manchando la ropa blanca del hombre, estaba deleitada, sin escuchar los sonidos de fondo de Emily vomitando.
Después de un rato, Emily apareció de nuevo con una mano en su estómago y vio a Doll, quién seguía viendo la película.
—¿No te da asco?—preguntó Emily.
Doll dio un respingo, era cierto, se le había olvidado que tenía compañia, se volteo y la vio.
—Si... Pero, no me gusta vomitar, y no lo hago. Aparte, no me gusta dejar cosas a medias—dijo esto último con una sonrisa.
Emily asintió, mientras Doll se regañaba a si misma por haberse dejado llevar. Después de ese "incidente" decidieron cambiar de película, aunque Doll, deseaba verla hasta el final, pero tendría que aguantarse. Emily nunca había sido muy buena soportando la sangre.