Volví a mirar el paisaje todo era campo y más campo. Mire a Tanner que iba durmiendo a mi lado con la cabeza apoyada en el respaldo.
Fue hasta que el auto de mama se metió en un camino que era de tierra donde llevaba al pueblo donde vivía el abuelo.
— ¡Llegamos! —exclamo mamá haciéndome sobresaltar.
Mire a Tanner que tenía la misma cara que yo, una casa de madera estaba en frente nuestro.
Un señor de unos setenta años salió a recibirnos.
— ¡Oh hija! ¡Mis nietos! —exclamo el abuelo.
Mama se acercó al abuelo y lo abrazo, nosotros nos acercamos y nos envolvió entre sus brazos.
— ¿Y Esffie? —pregunto al ver la ausencia de mi hermana.
— Oh ella se fue con Joe y bueno igual ella te manda muchos saludos papá —dijo mamá.
El abuelo sonrió y entro a la casa.
— Lamento el desorden hija es que Patrisha y Clara están hospedándose aquí… —dijo el abuelo por el desorden que había en la sala.
Mire a Tanner y el también cruzo miradas conmigo, eso significaba que nuestros primos estaban allí.
Algo que mucha gracia no me hacia ya que mis primas eran demasiado molestas.
Patrisha era la hermana mayor de mi madre y Clara era la del medio, luego nuestro tío Nick y nuestra madre la menor. El tío Nick era el típico tío solterón.
— Llegaron justo para el almuerzo agradezco que mis hijas no hayan venido con sus maridos —dijo el abuelo— por cierto deberán dormir aquí en la sala con sus primos…
Tanner y yo asentimos fingiendo una sonrisa.
Bajamos nuestras maletas del auto y la dejamos en la sala.
— Hijos… traten de no discutir con sus primos eviten problemas —dijo mama con una sonrisa— yo deberé compartir habitación con mis hermanas.
A los lejos escuchamos llegar dos camionetas antiguas de campo. Y todos los jóvenes que venían eran nuestros primos.
— ¡Oh Danna está aquí! —exclamo la tía Clara.
— ¡Oh Tanner y Rissie están aquí! —dijo nuestro primo Charlie.
Ellos se bajaron del auto en multitud y Charlie fue el primero en saludarnos.
— ¡Tanto tiempo! ¡Los hemos extrañado muchísimo! —él era el único primo que me caía bien aparte de mi prima Summer.
Él era de la edad de Tanner y siempre había sido el más amigable, era el hijo mayor de la tía Patrisha.
— ¡Hola Ris! —una pequeña niña de ocho años me saludo.
— ¿Maia? —dije al ver lo grande que estaba la pequeña.
La tía patrisha tenía seis hijos y la tía Clara tenía cuatro hijos. Pero habían más chicos que no reconocí.
Stefy era la hermana de Charlie, y tenía mi edad y estaba con una chica que al parecer era su amiga “Loli” y “Nuria”.
Dexter y Junee eran de la misma edad tenían catorce hermanos de Charlie.
Las otras dos hijas de la tía Clara, Tamara y Regina se llevaban un año.
Y los dos amigos de Charlie, Victor y Ryan.
Demasiadas personas para recordarse el nombre.
— Debemos preparar la fiesta para el abuelo y luego iremos a pasear ¿Qué les parece? —dijo Stefy con su sonrisa falsa.
Ella y sus amiguitas no dejaban de mirar a Tanner, y más obvias no podían ser.
Ayudamos a armar la mesa afuera porque era el cumpleaños del abuelo. La puerta del baño esta algo rota.
Tome mis cosas listas para bañarme.
— Oye chica de ciudad ¿Me prestas el shampoo? —pregunto la tal Loli.
— Si estoy por ir a bañarme…—dije tratando de sonar amable.
Mi hermano hablaba con Charlie y sus amigos, pase por su lado chocándolo a propósito con el hombro.
— Necesito que te quedes en la puerta —dije mirándolo a los ojos.
El me sonrió y asintió, entre al baño y el se quedó parado. Me bañé lo más rápido que pude para no agotar el agua caliente.
— ¿Tienes novia Tanner? —pregunto una chica.
Abrí la puerta encontrándome con las tres chicas insoportables.
— ¿Lista Ris? —pregunto mirándome con una sonrisa e ignorando a las mocosas que tenían mi misma edad.
Asentí y los dos nos alejamos.
— ¿Debo cambiarme aquí? —dije recorriendo con mi mirada la amplia sala y la ventana.
— Ve a la habitación de arriba —negué con mi cabeza— ¿Entonces?
Extrañaba en esos momentos a Esffie que siempre se le ocurría algo.
— Sostén —dije extendiendo una manta— vigila que no venga nadie.
Me puse lo más rápido que pude la ropa interior, maldiciendo de no haberlo hecho en el baño.
— ¿Qué haces? —dijo la voz de un chico.
— Mi hermana se está cambiando —respondió con seriedad.
— ¿Podemos ver? —dijo el mismo chico en tono de broma.
— ¿Qué? No te pases… —termine de ponerme la ropa y mire a Tanner.
Él se giró con su rostro serio.
— Estos imbéciles se creen graciosos y no lo son —dijo mirando hacia donde estaban los chicos.
— Yo tampoco soporto a esas chicas —dije mirando hacia el grupo de mi prima y sus amigas.
La comida ya estaba en la mesa mama se había olvidado que había ido con sus hijos porque en ningún momento se había acercado a nosotros.
Mire mi teléfono esperando que hubiese señal para poder hablar con Esffie.
Chica de ciudad aquí no hay señal dijo Stefy para luego empezar a reírse con sus detestables amigas.
La comida familiar fue tranquila, hasta que llegó la hora de cantarle el feliz cumpleaños al abuelo.
— Extraño a mi Aidee —dijo con lágrimas en sus ojos y miro hacia el cielo— siempre serás el amor de mi vida y estarás para siempre en mi corazón.
Fue inevitable no llorar mire a mi hermano que también estaba conmovido.
Luego del momento emotivo hablo una de mis tías.
— Charlie necesito que nos lleves a mi y a tus tías al pueblo tenemos que llevar a Danna —dijo la tia Patrisha— si es que no te molesta papa.
— Oh por supuesto que no hijas disfruten —dijo el abuelo.
Todos ayudamos a levantar la mesa mama se preparo.
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Editado: 16.08.2022