Anonim

Cap 34- "Famosos celos"

Volví mi mirada a la bandeja que estaba en frente mío.

— ¡Estabas mirando al camarero te vi Hazel! —exclamo Marcus— ¡Eres una perra ese hombre es mío!

— ¡Yo lo vi primero! —exclamo ella.

No quería comentar ni decir nada al respecto en lo único que pensaba era en lo mal que me sentía y Tanner.

— ¡Buenas! —exclamo el sentándose a mi lado.

— ¡Gente! —Gared se sentó a mi otro lado.

— Hola chicos —levante mi cabeza y ahí estaba la perra.

Mire a Marcus y a Hazel, los dos las miraron mal.

— ¿Y a ti quien te llamo? —pregunto Marcus después de que ella se sentara al lado de mi hermano.

Todos miramos a Marcus ya que había sido demasiado directo algo que me encantaba de mi amigo.

— Solo vine… —ella bajo la cabeza y luego volvió a mirar a Marcus con una sonrisa— vine para estar con Tanner ¿Verdad?

Mire a Tanner fulminándolo con la mirada, el me miro a mi y luego a Sendy.

— Estem… no creo que yo —abrí mi boca y empujé mi mejilla con mi lengua.

Puse los ojos en blanco y mire a Gared que estaba conversando con Hazel.

— Ris… ¿Qué debo hacer para que aceptes salir conmigo? —pregunto el mirándome a los ojos.

Su pregunta me dejo sorprendida, aunque no era la primera vez que insistía. Pero el solo recordar la indecisión de Tanner me hacía enojar.

— Esta bien —dije con una sonrisa.

— ¡Deja de hacerte rogar Ris! —comento Marcus riéndose.

— Es tu momento amiga… y tu ten mucho cuidado con lo que haces —Hazel apunto con su dedo a Gared.

— Me entero de todo Gared incluso de todo lo que bebes cuando sales —dijo mi amigo levantando sus dos cejas.

Gire mi cabeza al sentir que Tanner estaba pegado a mi y al ver mejor Sendy no dejaba de hablar y tocarle el brazo.

— Apártate —dije con enojo empujando a Tanner.

El levanto una ceja y yo puse mis ojos en blanco. Volví a mirar a Hazel y ella también puso los ojos en blanco.

Al regresar a casa lo ignore por completo no quería dirigirle la palabra.

— ¡Oye no te encierres! —dijo el desde el otro lado de la puerta.

— ¡Lárgate! —exclame enojada— ¡No te abriré la puerta Tanner Harrison!

— ¡Rissie! ¡Ábreme o tirare la puerta! —el volvió a golpear.

Me puse de pie y abrí la puerta, y me crucé de brazos. Puse mi mano en frente evitando que el se me acercara.

— No quiero hablar contigo —el estaba confundido o eso pretendía parecer.

— ¿Estas celosa? —el empezó a reírse.

— ¡Vete o te golpeare! ¡No me respetas! —grite para luego empujarlo.

— Ris mi corazón y mi ser todo te pertenece a ti —aprete mis labios.

Otra vez ese mismo pensamiento apareció en mi mente. Quizás el si tenía necesidad de hacerlo era obvio.

El siendo el más guapo y capitán del equipo, con dieciocho años aún era virgen.

¿Cuánto podría durarle eso? Conmigo no podía hacerlo y era obvio que buscaría complacer esos deseos.

— ¡Largo! —exclame enojada.

De repente unos pasos se escucharon.

— ¿Qué sucede? —mama estaba de pie en medio del pasillo.

Tanner miro a mama y luego frunció el ceño.

— ¡Rissie tiene mi cargador! —exclamo el con enojo.

— ¡Eres un mentiroso! ¡Quizás lo dejaste en casa de alguna de tus novias esas que tienes por ahí! —respondí como si lo dijese en serio.

— ¡Hijos! Dios mío no tienen por qué pelear —ella me miro a mi— Y tu tampoco le grites a tu hermana.

Me cruce de brazos y sonreí como si hubiese ganado. Éramos buenos actores hasta mama se había puesto de mi lado.

— Tengo que salir por favor no discutan —ella nos miró a los dos y se fue de allí.

El avanzo para querer meterse en mi cuarto pero lo detuve.

— No… quiero estar sola —dije evitándolo mirar a los ojos.

— Estaré en mi cuarto solo háblame —dijo el con tristeza.

Me tire en mi cama mirando hacia el techo. ¿Y si el no quería a Sendy pero la veía como alguien para pasar el rato?

Otro día en la escuela me sentía cansada de completar trabajos y mas lo que se sumaba del entrenamiento. Ser capitana era más difícil de lo que pensaba.

Tanner y yo habíamos tomado nuestro espacio, pero a pesar de eso ninguno de los dos tenía tiempo. Aunque no quitaba su atención a mi a pesar de yo seguir enojada.

Camine por el desolado pasillo hacia la biblioteca debía buscar el libro para terminar el trabajo.

Hasta que una voz que reconocía a la perfección estaba hablando.

— Una oportunidad solo eso hare lo que sea —Sendy poso su mano sobre el pecho de el— lo que tu quieras solo quiero estar contigo.

— Sendy eres una mujer sexy y créeme que te deseé —me hice hacia atrás.

 ¿Tanner había dicho eso? O sea que si se había imaginado cosas con ella.

Sentí el nudo en la garganta Sali corriendo de allí, saliendo por la puerta que daba al aula detención.

Empecé a llorar como siempre lo hacía.

<< Maldita debilidad Rissie >>

— Que sorpresa encontrarte de nuevo —esa voz que había estado en varías de mis pesadillas.

— ¿Qué quieres Paul? —dije mirando con desprecio al sujeto que estaba a metros de mi.

— Me entere que te quisiste suicidar que cobarde eres —el me miraba de arriba abajo— no puedes vivir sin mi… te veías tan linda cuando tu hermano te llevaba a tomar helado después de tus sesiones de psicología.

Lo último que dijo me dejo helada me hice hacia atrás chocando con la puerta del salón.

— ¡Estas enfermo! —grite horrorizada.

— Serás mía antes de que cualquiera te vi con ese imbécil de Gared— el avanzo hacia mi.

Pero alguien lo agarró del cuello torciéndole el brazo y provocando que se callera.

No dude en abrazar a mi salvador.

— ¿Estas bien? Vamos este tipo es un enfermo —dijo el mirando con desprecio al sujeto que tenía una mano sobre su mejilla.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.