Ya llevaba varias horas en la celda, me habían interrogado sobre porque me robe el collar, entre otras cosas más.
Ya me había hecho la idea de que estaría aquí varios años.
Pero un guardia se acercó a la reja...
- Estás libre. Vamos
Sin pensarlo sali de ahí, aunque quería saber cómo es que estaba libre.
Me llevaron a la oficina del comandante.
Antes de llegar escuché unos gritos.
- Si no la sacan inmediatamente, se van a arrepentir. No saben de lo que soy capaz. -- reconocí esa voz, era Tom
- No tiene que enojarse. -- respondió otra persona que supuse era el comandante
- ¿Enojarme? -- empezó a reír como un loco-- créeme ahora estoy todo menos molesto.... No volveré a repetirlo, saquen a mi esposa de esa celda si no quieren ver de lo que soy capaz.
- eh si, si ahora mismo -- respondió el comandante nervioso
Tanto el guardia como yo nos quedamos en nuestro lugar era obvio que él tenia miedo.
- ¿No entraremos? -- le pregunté
- Hasta que el comandante lo ordene. -- dijo temeroso
- Creo que no me he explicado bien -- hablo de nuevo Tom y al momento varios hombres pasaron a nuestro lado y entraron en donde se encontraba Tom y el comandante.
Con la puerta abierta tanto los oficiales de policía, el guardia a mi lado y yo nos acercamos a ver qué sucedía ahí dentro.
- Sacaran a mi esposa de ahí por las buenas o por las malas -- en ese momento los hombres apuntaron hacia el comandante -- Usted decide -- abrió los brazos.
Al estar de espaldas no podía verme pero quién sí fue el comandante el cual le hizo una seña para que entrara.
- Aquí estoy Tom --Sin darme cuenta ya estaba abrazada a él.
- Tranquila, todo está arreglado. ¿No es así? -- miraba al comandante furioso pero a la vez riendo
- Asi es. No no se preocupe. Lamentamos todo esto, fue un error. --decia nervioso ya que los hombres de Tom aún seguían apuntando hacia su dirección
- Espero no se vuelva a repetir. No querrá que hable con su Superior o prefiere que le haga una visita -- Sonrió
- No será necesario. -- respondía nervioso
- Salgamos de aquí. --Dijo Tom mientras me abrazaba
Caminamos por la comisaría rodeada por los hombres de Tom que no dejaban de apuntar hacia la policía.
Al salir de la estación de policía. Me encontré con Don Ignacio. Se sentía mal por lo que había pasado, no dejaba de disculparse.
- Tranquilo. Ya paso.
- Llévanos a casa. --ordeno Tom
El recorrido fue en completo silencio y demasiado incómodo.
Solo llegamos a casa y cada quien se fue a su habitación.
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Ya había pasado una semana desde aquel suceso. Tanto Ana cómo Tom evitaron hablar del tema.
Llegó el día en que irían con la Señora Diana.
Ambos habían acordado que se encontrarían con la madre de Tom.
Para la mala suerte, Ana llegó primero...
- ¿Cuanto tiempo llevas con mi hijo? -- La señora Diana le hacia la misma pregunta de siempre
- 8 meses Señora Diana
- Y de esos 8 meses solamente han venido 3 veces a visitarme. Y eso no es todo, ni siquiera has podido embarazarte.
- Es su hijo quien no ha querido venir a visitarla, que quiere que haga si ni su hijo quiere verla-- respondió ya harta de lo mismo
- No me hables así. ¡INSOLENTE! --Grito -- no tengo que recordarte que así como te case con mi hijo así puedo deshacer ese matrimonio. Recuerda que estás aquí con un propósito y si no lo cumples te vas. -- decia arrogante
- Lo se perfectamente señora.
- Y sobre todo recuerda todo el dinero que me debes. Los gastos del hospital de tu hermano los pago yo, y si no quieres que deje de pagarlo procura venir más seguido con mi hijo. -- Reía la desgraciada
- No se preocupe. Haré lo que me pide.
- No entiendo en qué momento se me ocurrió la idea de casarte con mi hijo. -- y la doña seguía y seguía -- Pensé que serías una buena esposa y más por todo lo que tienen un común. Debí revisar esas entrevistas y no dejar que Tom eligiera al azar. Ahora mi hijo está casado con una mujer que no vale la pena, y es por eso que nadie sabe de tu existencia. Solo serías una vergüenza para mi hijo.
- ¡MADRE YA BASTA!. -- gritó Tom mientras entraba en la sala-- Para esto nos quieres aquí. -- me tomo de la mano y empezamos a caminar hacia la salida.
- No hijo, yo solo...
- ¡Nada! --volteo a verla-- He aceptado todo lo que has dicho, pero ya basta, acepte casarme con la mujer que tú querías --estaba furioso-- ahora déjame hacer las cosas a mi manera.
- Solo busco tu bienestar. -- decía llorando
- Solo déjame hacer las cosas a mi manera --se tranquilizó-- o ya no volverás a verme. -- hablo serio
Salimos los dos de la casa. Me subió a su auto y salimos de ahí.
- ¿Que tanto dijo mi madre? -- preguntó al entrar a la casa
- Lo mismo de siempre. -- respondió mientras iba a su habitación.
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Entre a mi habitación y pensé en todo lo que dijo la señora Ana, era cierto lo que dijo, ella le busco esposa a Tom, no se como supieron de mi pero acepte casarme con él porque realmente necesitaba el dinero para mí hermano.
Lo único que tenemos en común es nuestra fecha de nacimiento, el 9 de febrero.
Solamente tenemos 5 años de diferencia, pero sobre todo ninguno de los dos siente amor por el otro.
Chris sigue estando en mi corazón pero sé que no podemos estar juntos, ya no.