Capítulo 7 | Oscuro amanecer

Capítulo 7 | Oscuro amanecer

1

Dediqué esta tarde a un tiempo de limpieza. Hice un esfuerzo aunque mi estómago pedía algo de comer. Solo lo ignoraba.

Gark no salió ni una sola vez durante el transcurso del día. Parece que decidió ser prudente y abstenerse a su libertad por hoy.

Observé el suelo y las paredes polvorientas. Aunque les dedique mucho tiempo, esto no se quitará con una pasada.

—Qué difícil es hacer esto sin un grifo y una cubeta.

Hablando de agua...

5engo sed, y también necesito algo que pueda usar para quitar los restos finales de mugre.

Habían muchos insectos dispersos que no pude ahuyentar. Tuve cuidado de no aplastarlos a lo largo de las horas.

Mi vista se dirigió al estante de libros que encontré esta mañana. Tuve que arrumbarlo hasta fuera del sitio ya que solo estorbaba.

—Ordenaré eso luego.

Ahora que puedo hacerlo con calma, me vendría bien echar un vistazo.

Curiosamente, el libro deteriorado que encontré antes había vuelto a mi vista.

Casi todas las páginas estaban con orificios enormes. Las pocas sobrantes eran casi ilegibles o no contenían imágenes borrosas y garabateadas.

Aunque intentaba leerlas no pude hacer mucho más que identificar la tinta con las que fueron rayadas.

—Aún puede ser rescatable...

Dije con sarcasmo.

Mientras daba vuelta a las caras, un papel con dobleces cayó de entre las páginas posteriores.

Podría tratarse de algo interesante. Puse el libro a un lado, y tomé del suelo lo que al parecer era el único escrito sobreviviente en esta casa.

Al parecer contenían escritos, con una letra impecable.

—... Como siempre, parte del texto está arruinado.

«Insectos: ¿Un mal necesario?

Puede que muchas veces nos hayan servido como un control de plagas o (...)

¿Siempre vieron a esas pobres cucarachas y frágiles arañas como (...)

Aunque duela aceptarlo, el presente es diferente.

(...) estas cosas evolucionaron, siendo capaces de generar daños mortales a (...)

Un solo mordisco puede (...) putrefacción en la zona afectada.

Si antes, unos cuantos eran letales, ahora lo son todos.

El otro día, Abigail fue mordida por un arácnido pequeño; probablemente se trataba de una cría. La pobre perdió el brazo entero a pesar de (...)

(...) no puede solucionarlo, nada puede curarlo. Ni siquiera (...) o algún (...)

Este mundo se va a la mierda. Todo es tan terrorífico.

Además, hay algo que me tiene perturbada.

(...) esconde cosas. Lo supe desde el día en que vi a escondidas como sustraía veneno de una especie. ¿Acaso intentará probar la toxina en (...)»

—¿Eh? ¿Es todo? Y se ponía interesante...

Creo que lo entiendo. Los insectos se han vuelto sumamente peligrosos.

A pesar de no especificar los tipos de insectos, aquí hablaba de arañas. ¿El resto será igual?

Creo que no siempre fue así. Solo imagino a gente gritando por un bicho en el techo o uno volando. ¿Pero... esto?

Parece ser grave siguiendo lo descrito allí.

Bueno, será mejor parar y volver a la habitación. No quiero averiguarlo por mi cuenta.

Puede que Gark lo sepa, le pediré una explicación si está dispuesto a responderme.

Estoy a merced de todas esas criaturas, y apenas me entero de lo que pueden llegar a causar. Será mejor tener cuidado con ellas hasta comprobar lo que decía esa nota.

Seguro Gark no toca este sitio por eso.

—Vaya, anocheció.

Y apenas estaba empezando.

—¿Despierto?

Al entrar, Gark se encontraba en una posición rara, creo que se quedó dormido.

... No hay de otra. Solo descansaré hasta pegar los ojos.

Fui en silencio hasta un rincón para dormir cómodo.

Es la primera vez que tengo el sueño largo en estos días. Tal vez sea por la actividad física.

—Buenas noches.

...

«Daños mortales.»

......

—...Creo qué... Echaré un vistazo alrededor.

Busqué dentro de la habitación con el propósito de no encontrar a extraños invasores.

Bueno, nada.

Al menos puedo estar tranquilo.

¿En serio debo preocuparme ahora por esto?

2

9 a.m.

Ballery se preparó rumbo a Central para brindar un discurso a los habitantes intrigados. No podía dejar en el aire respuestas que tarde o temprano llegarán a esparcirse por toda la ciudad. Si iban a enterarse, lo tenían que oír de su propia boca, eso pensó ella.

Aunque resolvió muchas incógnitas, también ignoró otras. Al final, ella nunca dijo la verdad tal cual. Se limitó a relatar lo necesario para conveniencia propia.

Siendo ya las 11 a.m. Ballery al fin regresa al castillo, exhausta de haber desperdiciado su garganta para asuntos menores.

Después de todo, siempre se plantea que, una acción vale más que mil palabras.

Estaba sorprendida por la aceptación que tuvo su iniciativa de venganza. Antes se limitaba a hacer las cosas por su cuenta. Viendo la persistencia de su gente, esta vez decidió abrir las puertas a nuevos interesados.

Aunque, todo tiene su costo. Ahora, debido a aquella decisión, necesitará organizar nuevos preparativos que antes no tenía agendados en su larga lista de tareas.

Ya dentro del castillo, reposó en su sala de estar; esperando la llegada de un conocido suyo, que al parecer lleva ausente más de lo esperado.