Capítulo 15 | Un nuevo día

Capítulo 15 | Un nuevo día

1

Desperté alrededor de las 11 de la noche.

Sin hacer ruido, abandoné la habitación para dirigirme al comedor. Ya habíamos cenado, pero nunca viene mal la merienda antes de una larga espera.

Gark necesitaba descansar, así que tomé mi armadura y la lleve conmigo sin esperar un ruidoso retorno.

Espero sepa manejarlo.

Es probable que Confert venga a recogerlo para salir, así que solo deberá estar listo minutos previos a su llegada.

Más vale que no se quede dormido.

Los horarios de vigía no incluye excepciones, por lo que hay constante movimiento independientemente de la hora que sea.

Accedí al comedor y observé la gran variedad de alimentos a elegir.

Al principio pensamos que toda la selección era indispensable pagar, no es de esperarse que los trabajadores compren su propia comida.

Luego de un momento en búsqueda, descubrimos que existía un menú gratuito y otro exclusivo.

Gratis y ligero; Exclusivo y abundante.

Es curioso la consideración que mantienen al margen económico, ya que el problema vigente en esta medida es el aprovechamiento que pudiese darse; pedir una y otra vez sin medidas sería abusar del privilegio que nos dan.

Es como dicen, extiéndeles la mano y jalarán del brazo entero.

Formé fila hasta ser atendido. Obviamente no me fijé en la lista de paga y cuando por fin fue mi turno pedí una papa machacada con verduras.

Al parecer este tubérculo era preparado con frecuencia, pues estaba presente en casi todo el menú gratuito.

2 visitas junto a Gark fueron siguientes para poder adivinar que este sitio siempre estaría lleno de gente.

Recibí todo en una bandeja de metal junto a un vaso con agua.

Mis pasos se dirigían hacia algún sitio donde sentarme.

Preferiría comer de pie pero nadie más aquí lo estaba haciendo, quizás exista una norma estricta de conducta.

Caminé un rato hasta dar con algún asiento vacío.

No podía darme el lujo de encontrar una mesa despejada, así que tuve que unirme a un grupo de gente parlanchina.

Por suerte no les importó que estuviera allí, así que empecé a comer tranquilamente mientras observaba el reloj en la pared.

Ya eran las 11:20. Tendría unos 15 minutos más para estar aquí y luego ir a mi puesto con el tiempo sobrante.

—Qué horrible debió ser eso. Yo vomitaría del asco, puag.

—Dejaron el cuerpo allí por mucho tiempo, los gusanos salían del orificio... Ay no, creo que sale algo de mi garganta.

No era la charla más normal del mundo, pero tampoco me sentía perturbado, ya era demasiado que estas personas sean ruidosas.

—¡Escuchen! ¡Escuchen! No podemos ignorar eso, sea lo que haya sido esa cosa dejó una herida letal al tipo, si nos descuidamos podríamos ser los próximos. Avísen a su familia y amigos que tengan cuidado en la calle.

—¿Herida letal? Tenía un agujero enorme. ¡Atravesó su cabeza! No puedo creer que te tomes esto a la ligera.

—Euh... Cállate. Ya tuve suficiente con los gusanos, no quiero imaginarlo más.

Ni yo.

La charla implicaba como tema principal al guardia que fue asesinado hace apenas un día atrás. Su rostro fue desfigurado debido al impacto muy cercano del proyectil, era imposible sobrevivir a un ataque así.

La bandeja quedó vacía luego de terminar mi puré en el momento esperado, nada más faltaba devolver los utensilios.

Abandoné el lugar hasta subir por las escaleras que me llevarían al salón para invitados del castillo.

Supongo que solo será un intercambio de lugares con quien esté allí previamente.

Me deseo buena suerte.

Rumbo a los pisos superiores, donde la entrada y salida era permitida únicamente a personal específico.

2

Las cosas dentro de la propiedad Frysstkant se mueven con tranquilidad.

No podría decirse lo mismo sobre su sistema de seguridad a cargo de cierta fracción de individuos.

Aún presentando diversos inconvenientes en la falta de personal y nuevos ingresados, un alto en las actividades diarias para encontrar soluciones inmediatas sería desproporcionado.

Las calles siguen siendo hogar de transeúntes que cuidar y criminales por arrestar.

Con el incidente del Letargo Escarlata, varios comercios cerraron su atención y otros exceden de la recurrencia habitual. Existe gente aísla todo contacto innecesario del exterior, encerrándose indefinidamente en sus casas por temor a contraer la enfermedad o a ser atacados por la reciente manifestación de un grupo delictivo.

Terra. Jugó un papel importante en la frecuencia criminal.

Hasta ahora, se confirmó su participación en un intento de destrucción al Sanatorio general de la ciudad. Este incidente fue el detonante de que en un día para otro los robos y secuestros aumentaran a números inesperados.

Como era de esperarse, un nuevo problema surgió a horas tempranas del amanecer. El reloj marcó las 5:30 a.m.

—¡Ráaaapido....! ¡Ráaaapido!

—Eso intento. ¡Pero no deja de moverse!

Robos instantáneos ya no eran suficiente, esta vez los ladrones dieron un paso adelante, adentrándose a inducir bajo fuerza letal la entrega de objetos valiosos, sin importar la revelación pública.

Aquellos dos intrusos mantenían en todo momento la cara vendada para no ser reconocidos. Golpearon con el mango del machete al propietario de una tienda de elixir y ataron de manos y pies a 2 clientes recién llegados.

—Vendrán pronto, ¡Toma eso y vámonos!

—Tranquilo, chico. Todo listo, el viejo ya no podrá moverse.

Acercó su atención al mostrador y buscó, pero una expresión de disgusto lo hizo retornar al vendedor que apenas recuperaba la conciencia.