Ante los ojos de la luna

Si lloras ...

El primer día de escuela nunca es fácil, mucho menos después de enterare de que las personas a las que enfrentaste el día de ayer irán contigo, aún más cuando eran personas reconocidas por no dejar un solo rastro de sus víctimas.

- ¡¡Debes estar bromeando!! - exclamaron los dos al mismo tiempo arrojándose contra el sofá.

- Repite todo - le dijo Aaron - ¿Quiénes dijiste que eran?

- Bueno ... el chico zanahoria, como tú lo llamaste - se dio una leve palmada sobre su cabeza - Su nombre es Jonathan Smith, es hijo de una familia muy adinerada al igual que todos los amigos con los que se junta, es famoso por tener un temperamento no muy pacifico, es uno de los F6 que se mete en peleas sin razón alguna y, una vez que te tenga bajo la mira, no será fácil librarse de él o de sus amigos.

- Es todo - se dijo a si mismo observando al techo - Vine a este lugar para librarme de mi pasado y ahora, estoy muerto.

- No seas ridículo - la pelirroja le dio un golpe en su estomago, ayudando a que se enderezara - ¿Qué son los F6?

- ¿Quiénes no son? - dijo Erik lanzando sus ojos hacia arriba - En si, son un grupo de chicos con familias con un gran poder económico, si es que alguien se atreve a enfrentarlos sus padres se pueden hacer cargo de mandarlos lejos, incluso han llegado casos en donde las personas suelen jurar que de un día al otro desaparecen, como si ellos mismos hubieran pedido a otras personas para hacerse cargo de ellos.

- Unos niños mimados - comento Sarah cruzándose de brazos, yéndose hacia atrás.

- Mimados o no, son personas muy peligrosas y, la persona a la que decidiste enfrentar, el rubio de ojos azules ... Su nombre es Evan Ludwing, el líder de todos ellos - no fue hasta ese momento en que Aaron de verdad puso atención - Es el segundo más peligroso de todos ellos, la última persona que lo enfrentó terminó en coma ... No quiero que te metas con él.

- ¿Y dejar que te sigan molestando? ¡Ni loca!

- Sarah ... - había notado la forma en como sus manos buscaron las de ella - He vivido en este lugar durante muchos años, años que he pasado siendo ... maltratado, acusado y lastimado ... Dijeron que habían venido a este lugar para empezar de nuevo, ¿cierto? No lo lograrán de esta forma, son personas muy peligrosas y lo menos que quiero es que sean molestados como yo, asi que ... Quiero que cuando entremos a la escuela, finjan no conocerme.

- ¡¡Erik!!

- Por favor - le pidió tomándola de los brazos - Solo ... no me dirijan la palabra, no me busquen, si me ven en peligro que ni se les ocurra ayudarme.

- ¡¡¿¿Cómo me puedes pedir eso??!! ¡¡¿¿Dejaras que te lastimen mientras las personas solo observan??!! ¡¡¡Yo no soy asi!!!

- Sarah ... - esta vez no fueron los celos, no sentía rencor o enojo contra el otro chico, temía, temía por ella.

- Él tiene razón - dijo metiéndose en la conversación - Si esos tipos son tan peligrosos como dice, deberíamos alejarnos.

- ¡¡Aaron!!

- Si nos juntamos con él, solo lograremos ponerlo en más peligro, y nos podremos en peligro a nosotros.

- Hemos pasado por situaciones peores, y lo sabes muy bien, Aaron - hubo un largo silencio incomodo, dándole la razón a Sarah, lo único que se escuchó en ese momento fue el ruido que hacían las manecillas del reloj al cambiar de segundos, de segundos a minutos.

-No quiero que nadie te haga daño - pocas eran las veces en las que dejaba mostrar otro lado suyo - No digo que les tenga tanto miedo, pero él dice que un tipo llego a estar en coma ¡En coma, Sarah! ¡¿Qué pasara si algo te llegase a suceder a ti?!

- ¡¡No pasará nada!!

- ¡¡¡Eres lo más importante que tengo en mi inútil vida!!! - la odiaba por hacerle sacar su lado más débil, la odiaba por hacerle decir todas esas cosas.

- Aaron ... - odiaba la forma en como pronunciaba su nombre, de una forma que podía sentir sus brazos rodear su cuerpo.

- Solo ... te pido tiempo ... para investigar más a fondo de ellos y descubrir si son tan peligrosos como dice, después ... podremos seguir hablando con él.

- Pero yo ...

- Esta bien - le detuvo Sarah - No haré nada, pero tú tampoco hagas una tontería.

- ... ¿Acaso me conoces? - le dijo con una enorme sonrisa en su rostro.

- ¿Idiota? - extendió su mano, de modo que el listón rojo en su mano saliera a la luz, Aaron exhalo con gran alivio e hizo el mismo gesto.

- Idiota - juntando así ambos listones de color rojo - Ven aquí - pero vaya que amaba la sensación de sentir sus brazos rodear su cuerpo, escuchar el sonido de su corazón y su piel helada.

- También eres lo más importante en mi vida ... En mi inútil vida - ambos carcajearon al mismo tiempo que se dejaban impregnar del olor del otro, mientras tanto, el chico de ojo rojo había decidido a tomar aire, sentir el aire mover los mechones de su cabello era una de las sensaciones que más le gustaba, sino su favorita, llevó su mano hacia su cuello sacando un listón de color negro, el cual llevaba colgando una púa para una guitarra, con la imagen de unas montañas cubiertas por nieve pintadas a mano.

- Supongo que volveré a escuchar tu voz - por mas años que pasarán, por más que lo haya intentado había una sola persona que seguía en su mente - Black - la persona que más daño le había causado.



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En el texto hay: hombres lobo, amor, escuela

Editado: 26.08.2019

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