Nota: Este capítulo no es apto para personas menores de 18 años, contiene escenas muy explícitas. Si no eres mayor de 18 por favor salta al siguiente capítulo, no te perderás de nada ya que este capítulo no rompe la cronología de la historia.
No soporto cuando amanece y menos los rayos del sol que iluminan mi habitación en la mañana, así que cuando estos aparecen significa que es hora de empezar el día.
Me quedé un rato en mi cama analizando el momento, analizando que era momento de levantarme e iniciar el día puesto que era sábado.
¿Que se puede hacer un sábado en la mañana? No lo sé, probablemente nada.
Al levantarme de mi cama lo primero que hice fue ir a tomar un baño, sentí que en verdad lo necesitaba, me dirigí al baño y empecé a quitarme la ropa comenzando con el suéter, luego con el pantalón y por último el bóxer. Mientras esperaba que la tina se calentará, me miré al espejo a reflexionar sobre lo que había pasado anoche, recordar todo lo que había pasado fue una locura, el miedo que sentí cuando esa criatura que nunca supe que era me perseguía y los nervios que me hizo sentir en ese momento, ahora que estaba a salvo me dio risa todo eso. Todo lo que había vivido me pareció una estupidez tanto así que solté una larga carcajada en frente del espejo del baño. Luego del ataque de risa era momento de entrar a la tina.
Una vez dentro, empecé acariciar mis piernas como agradecimiento de lo bueno que se portaron al momento de correr en el bosque, luego me apliqué el jabón por todo mi cuerpo, enjabone hasta la última parte de el pasando la mano una y otra vez por mis piernas , acariciando suavemente el regalo que tengo entre las piernas dando un poquito de placer en ése momento. Una vez terminé de enjuagar todo mi cuerpo drené el agua de la tina, dejando que mi cuerpo se secara con ayuda del viento, así que me relajé y recosté mi cabeza contra la tina y cerré los ojos. Cuando desperté por alguna razón mi amiguito decidió despertase y esta vez vino con todo, así que lo atendí de una manera un tanto madura. Saqué mi celular y decidí llamar a la única persona que me ayudaría en este caso y qué probablemente aceptaría.
Llamando..
—¿Aloh?— Respondió Carolina a la llamada.
—¿Estas sola en casa?—Pregunté — Tengo un problema y la única que puede ayudarme en éstos momentos eres tú.
—¿Es sobre Alex? — Preguntó Carolina en un tono de preocupación.
—Mmm no, el problema es mío y… tuyo también.
—¿Y cuál es el problema?
—Respóndeme si estás sola en casa y allá te darás cuenta…
—Si, estoy sola. Mamá todavía está en el trabajo pero no demora en llegar.
¡Genial! — Fué mi expresión de alegría al escuchar eso.
Cuando colgué la llamada salí de la tina y tomé la toalla terminar de secar las gotas de agua que quedaban en mi cuerpo y las otras gotas que no eran agua. Salí del baño y me cambié, tuve que acomodar a mi amiguito que seguía despierto hacia el lado derecho porque fue la única manera de que entrara en el bóxer y terminé de cambiarme. Tomé mi bicicleta y salí de la casa lo más rápido posible.
¡Toc,Toc!— Fue el sonido que soltó la puerta al tocarla.
…
¡toc,toc!— Toqué nuevamente la puerta. Carolina abrió la puerta y me invitó a seguir. Una vez dentro subimos a su habitación donde nos sentamos en su cama a hablar.
—¿Cuál es el problema?, Me tienes preocupada. — preguntó Carolina.
—Este — Respondí tomando su mano y llevándola lentamente hacia mi amiguito que todavía seguía despierto al tope. Carolina hizo ciertos apretones que me hizo sentir placer.
Luego la miré a los ojos y poco a poco íbamos acercándonos para finalmente besarnos. Sentí sus labios tocarse con los míos, una chispa brotó de inmediato, mi lengua entró lentamente a su boca azucarada hasta que toqué la lengua de ella. Los besos fluían y fluía el calor siendo más fuerte, la temperatura iba subiendo cada vez más, nuestras bocas unidas, ella tocando mi entrepierna y yo acariciando su rostro.
Me lancé hacia ella, nuestros cuerpos quedaron tendidos en la cama mirándonos mutuamente, podía sentir su respiración y su corazón latir. Estábamos pecho a pecho, ella con las piernas entreabiertas y yo en medio de zona V. Continuamos con los besos, pero esta vez más profundos dónde pude palpar sus dientes y labios dando una ligera mordida suave.
Tomé su blusa y puse toda la disposición para quitarla y ella accedió, se levantó y alzó los brazos para que yo sacara la blusa, luego ella me quitó el suéter tirando lo al suelo. Nuestras bocas se volvieron a unir y de igual forma nuestros cuerpos, volví a lanzarme sobre ella y con un pequeño moviendo abrí espacio entre sus piernas apoyando mi miembro entre su zona V, se sentía húmeda y tibia lo que me hizo poner más cachondo.
Empecé a darle besos en el cuello e iba bajando hacia su abdomen luego subía de la misma manera sucesivamente hasta que ella susurró.
—Que buen problema Luis.
Levanté la vista hacia su cara. Pude notar el placer que estaba sintiendo lo cual me calentó mucho más hasta que ella me empujó hacia el otro lado de la cama y subió encima de mí llegando a tener el control de la situación. Desabrochó el cinturón que tenía en el pantalón y luego el pantalón, seguramente bajando la cremallera y tirando de mi jean al suelo dejándome en bóxer. Luego llegó mi turno, tomé su leggin y tiré de el hacia abajo y tirando lo al lado de la cama dejando a Carolina con su ropa interior expuesta. Carolina tomó mis manos y las colocó en sus glúteos y en ése momento di un pequeño apretón y ella colocó sus manos en mi pecho, palpando cada parte de él suavemente, luego metió sus dedos en mi boca tocando mi lengua y jugando con ella. Prosiguió a sentarse encima de mi miembro y pude sentir lo humedecida que estaba.
Agarré su ropa interior y empecé a bajar lentamente por sus piernas dejándola competente expuesta como Dios la trajo al mundo. Luego procedió ella a hacer lo mismo pero de una manera más sexi quitándome lo con suavidad e iba dejando un beso por cada parte que recorría por mis piernas. Finalmente tomó el bóxer y lo arrojó lejos de nosotros y viendo con detenimiento lo duro que estaba en ese momento y sin más lo tomó y empezó a jugar con él haciendo movimientos con ligera presión de arriba hacia abajo, luego intentó sentarse encima de mi pero la duda surgió en ese momento.
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Editado: 02.02.2021