Antes del amanecer

CAPÍTULO 4. PALANDO NIEVE

-Andrés.

Todo el día de ayer no deje de pensar en ella, mi búsqueda por encontrarla fue un rotundo fracaso pues no la encontré por ningún sitio, cuando iba en camino hacia el pasillo que conduce a la cocina me tope con uno de los enfermeros y me comento que la señora Lawrence se habia marchado pues solo fue a dejar comida para los ancianos. Y que habia salido por la puerta trasera pues ahí dejo su auto por esa razón ya no pude volver a ver a Karol de nuevo.

Mis ánimos bajaron de inmediato pues quería conocerla, escuchar su voz, quería volver a ver esos lindos ojos color miel. Por un momento mientras caminaba de regreso pense que habia sido producto de mi imaginación, pero cuando volví a la sala donde todos se encontraban el señor Juan me pregunto si la habia encontrado, ahí supe que no habia sido producto de mi imaginación, ella en realidad existía.

Ese momento habia sido real.

Daniel noto que algo habia pasado pues dejo de bailar y se acercó a mí, le conté lo que habia pasado y quedo un poco asombrado. Yo aun no podia dejar de pensar en ella y mientras estuvimos en el asilo volteaba frecuentemente por el pasillo donde la mire por primera y ultima vez, tenia la esperanza de que la señora Lawrence se le hubiera olvidado algo y regresara al asilo, pero eso jamás paso. Pues despues de un par de horas nos marchamos de ahí, nos despedimos de todos y les deseamos una muy feliz navidad.

La pequeña Emily estaba bastante feliz pues todo el trayecto a casa no paro de hablar y decir lo bien que se la habia pasado.

Como cada año logramos nuestro objetivo, hacerles pasar un momento bastante agradable a esas personas.

Mientras estoy pensando en los acontecimientos del día de ayer una idea me surge de repente, ¡Claro como no lo pensé antes!, de inmediato pongo mi idea en marcha, tomo mi teléfono y le escribo un mensaje de texto a Daniel

-Te veo en 10 minutos pasare por ti a tu casa.

-Ok, corazón. -su respuesta es inmediata.

10 minutos después estoy frente a la casa de Daniel, toco el claxon para que escuche que ya llegue y salga.

Daniel sale de su casa, trae unos jeans color negro y un suéter del mismo color.

-Hola guapo- me saluda en cuanto entra a mi auto.

-Hola amigo- le devuelvo el saludo, chocamos los puños y yo pongo el auto en marcha.

-Vaya pense que hacía menos frio- se frota las manos-Espero y vayamos a un lugar que este caliente porque esta elección de outfit que elegí no es el adecuado.

-Iremos al asilo a llevar mantas- le digo

- ¿Al asilo?, ¿otra vez? - Daniel me mira con confusión

-Si otra vez- le informo.

-Pero ¿Dónde estan las mantas? - Daniel voltea a la parte trasera de mi auto, la cual está vacía no hay ninguna manta.

-En un momento las tendremos- lo miro cuando un semáforo se pone en rojo.

-Esto es bastante sospecho, que es lo que estas tramando- Daniel arquea una ceja.

-Ya lo veras- vuelvo a poner el auto en marcha cuando el semáforo cambia.

Daniel decide no hacer más preguntar y coloca música, minutos más tarde me estaciono a dos casas de los Lawrence.

-Ok hermano solo tengo una pregunta, ¿Qué demonios hacemos aquí?, ¿Qué no íbamos por mantas? -Daniel me está mirando bastante confundido.

-Aquí conseguiremos las mantas- le digo

-No estoy entendiendo un carajo Andrés.

-Iremos a la puerta de los Lawrence tocaremos la puerta y cuando salga alguien diremos que estamos recolectando mantas para los viejos del asilo.

Daniel frunce el ceño y me lanza una mirada de "estás demente", la verdad es que durante el trayecto pensé mucho en esta escusa, pero al final me pareció excelente pues los Lawrence saben que vamos al asilo muy seguido y que donamos cosas para poder llevárselas a los ancianos, es una idea excelente.

- ¿Acaso probaste uno de esos brownies que en ocasiones compro y dejo en tu habitación?

- ¿Qué? ¡Pero claro que no! - esos brownies de Daniel son un gran peligro, pues la última vez termine depilándome las piernas con las banditas de mi madre.

-Entonces explícate- Daniel me apunta con su dedo.

-Quiero verla. – suelto un suspiro que no sabía que estaba reteniendo.

-Basta de bromas hermano, dime la verdad- aparto la vista de Daniel y me recargo en asiento, cierro mis ojos tal vez si sea una mala idea. ¿Qué demonios me esta pasando?, yo no hago estas cosas.

- ¡Pero que carajo!, estoy sorprendido amigo esa chica te dejo bastante mal- yo no le respondo sé que tiene razón esta es una idea bastante estúpida- Ok, ya entendí que la quieres ver, pero ¿porque la idea de las mantas?, porque no solamente vas a su puerta y le dices a los señores Lawrence que quieres ver a la chica, eso es más sencillo.

-Dirán que soy un acosador- abro los ojos y vuelvo a mirarlo

-Oye hermano, literalmente lo estas siendo en este momento. -Daniel me señala completamente con su dedo incide y mira a la casa de los Lawrence.

-Tal vez sí, pero ese no es el caso ahorita, aparte si tú le hubieras sacado buena información a Joana sobre ella, no estaríamos justamente aquí.

-Pues yo no tengo la culpa de que mi hermosa y loca Joana no haya tenido más información sobre ella- Daniel cruza los brazos mientras y hace un puchero con los labios, parece un niño pequeño.

-Como sea, ¿Vas ayudarme o no?

-Sabes que siempre te ayudare, pero tenemos otro problema justo ahora.

-Ahora que pasa-digo irritado.

-En primera hace un frio infernal me voy a congelar haya afuera y en segunda si mi hermosa y loca Joana me ve en casa de los Lawrence se pondrá celosa y adiós a las clases particulares de anatomía que tengo con ella- Miro a Daniel bastante irritado, no puedo creer que se esté preocupando por los celos de Joana en estos momentos.

-Lo del frio no te preocupes solo iremos rápido y de Joana ¿es enserio?




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