Cuando encuentras a alguien a quien puedes besar y sentir que todo lo demás desaparece, que nada ni nadie más existe, puedes considerarte afortunado. No importa que dure apenas un instante o que se convierta en un momento eterno, porque en aquel tiempo fuera del tiempo en el que estás enamorado de la misma idea del amor, sientes que otra alma te completa y aquello dura para siempre, aunque sea solo en el recuerdo.