Podrán contarte sobre mí. Algunos dirán que fui una persona sumamente detestable, con mis arranques y mis tropiezos, que fracasé en lo que me propuse, que mi carácter era muy malo, que nunca ayudé a nadie y fui una mala persona.
Algunos dirán que me comporté mal con los ancianos y niños, con los animales y las plantas, que sentencié y juzgué sin remordimientos ni piedad. Te dirán que rompí corazones o que los convertí en piedra, que creé nudos y causé disturbios, que por mí se desataron problemas y catástrofes. Te dirán que me robé las lágrimas de indefensos e inocentes, que destrocé almas y llamé a la muerte.
Lo harán, te contarán que caminé y derramé sudor y sangre, que exprimí los cuerpos y enterré los sueños, que dormí con un ojo cerrado y el otro abierto. Ellos asegurarán que no nací para este mundo de descarados.
Por otro lado, nadie dirá nada de mí, no se acordarán; porque de la maldad nacen los chismosos y de la bondad no se habla en ningún lado. Les gusta más la noticia del momento que la historia de un héroe marcando la historia. Y tú decides a quién quieres creerle.
Bienvenido al mundo real, donde las mentiras tienen patas largas y las mentes están cerradas; donde los amores duran poco y la vida loca es permanente; donde los derechos se perdieron y las leyes se olvidaron; donde llorar es de débiles y matar es de valientes; donde la hipocresía es algo de todos los días y la verdad se oculta entre las sombras.
¿Te crees capaz de formar parte de este mundo?
¿Naciste para luchar en ésta guerra?