“Dicen que amor de lejos,
amor de pendejos.”
Pero en la madures que conlleva dos seres especiales a llevar una relación a la distancia, que no todo el mundo puede tener esa capacidad, fortalece el amor emocional que carnal.
Hoy, en este siglo que comenzó hace poco, la tecnología nos lleva a compenetrar relaciones a distancia, teniendo la facilidad de hablar, ver y tener el contacto.
Temiendo en cuenta lo principal; la confianza en dos desconocidos.
Nos invade el miedo al desconocer que pasará, funcionará o solo será algo momentáneo. Queriendo apostarlo todo a ese ser que de una u otra manera llego al corazón así sea por mensajes de texto a la distancia.
Se disfruta al máximo cada contacto físico, que esa energía de vivir esos momentos en que se tiene al lado se vuelven recuerdos hermosos que se vive hasta que llegue esos otros nuevos. Siendo más compenetrados que dos que viven cerca y comparten a diario. Porque comprenden que son pistas de momentos que se deben degustar al máximo.
Vivir un amor a la distancia, es hermoso, es temeroso, es apostar a ganar o perder, es ganar momentos que con otros no se vivirían y es disfrutar conocer sin tocar, sin sentir, solo ver el alma por texto o por la voz.
Sin importar quien este lejos, siempre se dará el máximo por uno y para uno, porque si al final se pierde, también se gana momentos hermosos que se vivieron. Al final, la muerte se lleva la vida, porque lamentarnos si una apuesta se pierde una persona, si nos quedamos con esos momentos creados con cariño hermoso.
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recopilación de escritos, vivencia de desconocido, escritos del corazón
Editado: 27.03.2024