Apocalipsis 001

Acto XV: ¡Perseguidos!

—¡Abran la puerta! ¡Abran la puerta! —Gritaba a todo pulmón. La desesperación pareció subirle al cuello, estaba histérico. —¡Salgan ahora, no hay tiempo!

De inmediato, Victor y yo corrimos a la puerta con ímpetu. Al abrirla, como un destello entró mi padre. Se veía sudado, inquieto. Movía con desespero sus ojos; se veía inestable. Temblaba sin tratar de ocultarlo. De inmediato me dió una mala señal. 

—Q- que está ocurriendo. —Preguntó Victor. 

— No hay tiempo. 

—Que… 

—Les explicaré en el camino, ahora solo  salgan todos. —Exasperado, nos gritó. 

—Mi madre… —Dijo Víctor. 

—Yo te ayudo a sacarla. —Dijo mi padre sin parar a pensar nada. 

Entraron a la habitación. Estaban Sara y mi madre muy asustadas, acorraladas en una esquina de la habitación. Aunque Sara aún con toda la cobardía apoderada de su cuerpo, hacía esfuerzos inútiles para levantarla.  Mi padre se detuvo justo en la entrada. Se lanzó hacia la madre de Sara, la apoyó en un hombro y huyó con ella. 

—Qué diablos está ocurriendo. ¡¿Qué le pasa a Esteban?! —Exclamó mi madre muy nerviosa y agitada por los nervios. 

Victor levantó a Sara. 

—Hagamos lo que dice. —Victor cargó en sus brazos a su hermana y corrió hacia la salida. 

Todos salimos de la casa. Me fijé que en los asientos del Jeep habían varias cajas de marcas comerciales. Eran de alimentos.  

—Qué ocurre, Esteban… —Interrogó  mi madre a mi padre quien movía aquellas cajas al maletero. El vello de su piel se veía todo erizado.  

—… Se lo explicaré en el camino. Debemos partir ya. 

—¡¿Hacia dónde vamos?!

—¡No preguntes tanto y sube de una maldita vez al Jeep! ¡Carajo! 

Ella se quedó estupefacta. La tomé de la mano y la sentamos entre  Sara y Victor. Victor y yo estábamos de un lado de la ventana, mientras ellas estaban en la contraria.   La señora estaba en el asiento de copiloto; estaba despierta mirando fijamente al frente, no decía nada. Su rostro estaba aún muy pálido; se veía gélido, como si fuese un muñeco de plástico; como si su alma se hubiese ido lejos, al más allá. 

Ni siquiera cerramos la casa. Sin avisar, el vehículo andaba a la mayor velocidad que este alcanzaba. Las figuras de los edificios, se convirtieron en líneas violentamente borrosas, que pasaban fugazmente por mi campo de visión.  

Estaba muy nervioso. Al no entender el contexto de la situación me recorrían memorias o alguna especie de premoniciones por la mente; me causaba agotamiento mental. La situación me consumía lentamente; cada gota de sudor, cada espasmos, cada metro, cada segundo. Mi cabeza daba vueltas sobre sí misma; en mi pie se habían mudado molestos hormigueos. Se extendieron  por toda la pierna derecha. No evité tratar de quitarme esa sensación moviendo bruscamente mis pies. 

—Señor Esteban por favor díganos .. —Declaró Sara quien luego fué interrumpida, cuando de imprevisto mi padre derrapó en una intersección, arqueando el Jeep con una  magistral habilidad—Señor Esteban, ¡Qué diablos está ocurriendo! 

—Estamos en un grave problema. Bastante grave si se quieren hacer la idea. Los malditos del ejército nos están persiguiendo. Tal vez ustedes no los están escuchando o viendo,  pero tengan por seguro que están tras nosotros. —Doblaba las calles inmundas a gran velocidad. Podíamos sentir cuando los neumáticos aplastaban a los infectados que yacían en las calles. 

Por el impacto del momento no me había dado cuenta que el Jeep era diferente. Era de un tono más tirando a azul lapislázuli. Tenía ventanillas ahumadas y un sonido muy diferente. Algo más limpio. ¿Motor diferente? Podría ser. 

—Les robé este Jeep. —Dijo mi padre, sin desconcentrarse en su manejo temerario. Pareció leerme la mente. —Perdí el otro. 

—¡¿Cómo dice?! —Le contestó Sara. —¡Le ha robado un Jeep, este no es el nuestro?! 

—Me gustaría ser detallista, pero no creo que pueda ahora. —El vehículo retumbaba. El suelo que pisaba era pedregoso, levantaba una espesa cortina de polvo lo que supuso una disminución circunstancial de la velocidad. 

Resonó algo. Como una radio.  Sí era radio de comunicación instalada en el panel, al lado de la pantalla táctil. 

"Identifíquese de inmediato. AB-0527, identifíquese de inmediato o absténgase a las consecuencias" 

—Maldición. —Exclamó mientras el espesor del polvo nos mantenía a una baja velocidad. 

Mi madre tenía el rostro cubierto por sus manos. Parecía quererse despertar de alguna pesadilla. Estaba justamente detrás de mi padre. Juraba que él podría escuchar los tímidos gemidos que nacían de mi madre. 

Volvió a repetirse  el mensaje. 

—Cállense cabrones. —Le gritó mi padre. Súbitamente se apartó la nube de polvo. Estábamos en una intersección y al frente un edificio.  Aceleró sin prudencia, cuando por la calle perpendicular izquierda pudo ver cómo se acercaban varios Jeeps. Giramos a la derecha. El Jeep quedó sobre sus dos ruedas derechas. Hizo un perfecto baile y recuperó la posición. 

Volvió a sonar la radio. 

"Última advertencia. Identifíquese AB-0527.

De no acatar esta solicitud nos veremos obligados a derribarlo" 

—Esto no podría ponerse peor. —Se quejó. Estaba centrado en dejarlos atrás. 

—Madre. Madre. Madre. —Llamaba con desespero Sara a su madre. —Mira. Victor, la señora Gricelda, todos estamos aquí. Saldremos de esta. Tu solo permanece tranquila. 

La señora la observó. Sonrío. 

—Sí … pero falta alguien. Si, falta alguien. Es Josua. 

—Mamá… no. 

—Si, ¡falta Josua! ¡No digas que no falta! No le hables mentira a tu madre Sara. No trates de decir estupideces. Te has vuelto rebelde, demasiado para mí gusto. No te criamos para que fueras así. Él nos amaba.  —Le gritó enfadada. Sus ojos parecían cristalizarse. Las lágrimas recorrieron todo su rostro hasta caer. —íbamos a empezar una nueva vida y tú te quejas de todo. Él me demostró que cambió. 

  »El me demostró que de verdad nos amaba. Luego de aquel viaje, él se redimió de sus pecados; él me juró que su vida había cambiado para siempre. ¡Tu solo eres una niña malcriada! ¡Estúpida, como puedes decir tantas cosas de tu padre! 



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En el texto hay: misterio, apocalipsis, ciencia ficcion

Editado: 21.08.2023

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