4. No lo soporto

Mi respiración se encontraba muy agitada. ¿Cómo había soportado todo una semana con este par de idiotas siguiéndome?
Toda la semana Ian había tratado de hablar conmigo y yo lo había evitado, era fácil de hacerlo de hecho era como si él estuviera acostumbrado a que eso sucediera, y aunque no quería que me persiguiera me daba curiosidad el porque cedía a veces tan fácil, me dejaba cuando se lo pedía, aun así no me agradaba que intentara hablar conmigo ya fuera en clase o junto a mi casillero. 

Sabia bien que era carne fresca en el instituto, lo que no preví es que sería carne fresca para el icono par de amigos Samm e Ian. 

Pero... Samm era otro caso, por años no hablamos, por años me ignoro olvidando que fuimos mejores amigos en la infancia y ahora regreso y quiere salir conmigo... Y eso me enoja, ¿Por qué querría eso sí hay chicas mucho mejores y más accesibles que yo?

Me siento en una mesa que está sola, he tratado de hacer amigas... Pero como era de suponer me ven raro, así que decidí juntarme con mi hermano... Pero... Él por alguna extraña razón siempre sale tarde de clases y me deja en la cafetería en la espera por varios minutos.

Le doy una mordida a mi manzana esperando a que algo entretenido suceda, y por alguna extraña razón pareciera como si Dios hubiera escuchado mis plegarias.

Se sienta enfrente de mi y eso provoca que me ponga un poco nerviosa, Frederic... Claramente lo recordaba, ya que es uno de los chicos más populares desde que lo recuerdo aunque sea un año menor, aparte lo recuerdo ya que era vecino de mi prima Alison... Hmmm recordando eso, no la he llamado para contarle que he regresado.

 Mi nerviosismo crece más cuando me sonríe.

—White —Por alguna extraña razón no me sorprende que me llame por mi apellido—, ¿Cómo has estado?

Me encojo de hombros haciendo que esa sea la respuesta de su pregunta.

—Claro... Me sorprende mucho verte si te soy sincero... —Sonrío nerviosa—, bueno voy al grano. Como todos los años organizó una fiesta de inicio de curso te quería invitar, para que vayas, bueno eso es claro, si no, no te estaría diciendo esto. Pero me gustaría verte ahí, te mandaré dirección. 

Así que si me ha reconocido, y me ha agradado que no haya mencionado por mi cambio que hice. Fue directo a lo que quería. Abro mi boca para responder. Pero el sonido de voz que suena no es mio. 

—Aléjate de ella —Una voz tan familiar habla entre dientes enojado.

Si ya estaba nerviosa, esto es demasiado para mi corazón.

Frederic se dedica a observarlo al igual que yo. 
¿Quién se cree él para cortar una plática y llegar como si nada y decir que se aleje de mi? 
¡Nadie! ¡Absolutamente nadie! 
Y en ese instante me enojo.

—¡Hey Samm! —Dice Frederic de mala gana, aunque Frederic siempre había sido así desde niños—, vine aquí a invitar a White a mi fiesta que será el día de mañana en mi casa...

—Ella no irá —Dice Foster como si él tomará las decisiones por mi—, no es su ambiente y mejor aléjate de ella.

Lo dice como si me conociera y supiera (Según su cabeza) lo que debería de contestar. Veo como Frederic aprieta su mandíbula, después la relaja y sonríe de lado y lentamente se levanta.

Y por primera vez hablo desde que llegó Frederic. Segura de mi sin nerviosismo, porque quiero que entiendan que soy seria con lo que diré a continuación.

—Frederic... —Empiezo sin rodeos o nerviosismo alguno, quiero que ambos me escuchen alto y claro—, nos vemos mañana en tu fiesta, esperare la ubicación.

Le sonrió y él me sonríe de regreso satisfactoriamente.

Saco mi celular ignorando por completo que ahí sigue Samm... Trato de buscar algo en que entretenerme. Huy veo que hay varios memes actualizados en facebook, que joyita. 

—No me tienes que ignorar —No levantó mi vista, no se la dejaré facil—. Kate no tiene caso de que vayas, ese tipo de fiestas no es tu ambiente y ambos lo sabemos.

Me muerdo mi mejilla... Él no me conocía en nada, nos separamos desde hace años no creo que sepa lo que realmente me gusta hacer o no. No era la misma chica de antes, y no volvería a serlo, no volvería a ser Kate la chica frágil, eso ya no formaba parte de mi. 
Y me enojo más por eso, no tenía el derecho de sacar conclusiones sin saber tan si quiera un poco de mi.

—Deja de hacerlo —Yo seguía viendo mi celular como si esto fuera lo más interesante del mundo—. Yo... ¡Vamos Kate! ¿Tan si quiera podrías verme?

Suspiro cansada, y lo estaba... Estos días él se había dedicado a molestarme, hablarme y a la vez tratar de coquetear conmigo. 
Pero ¿Por qué? 
No tenía ni la más mínima idea. Debía de ser uno de sus jueguitos que tenia que ver con la cacería de carne fresca, o sea, yo. 
Y lo volteo a ver fijamente en sus ojos color café oscuro... En ellos había un brillo raro uno que no había visto antes. Había un poco de desesperación por buscar mis ojos. Él deseaba que nuestras miradas se encontraran, y ahora que lo hacían no podía quitar la mirada. Y no era porque me había embobado en ese brillo, si no porque no quería ser un cachorro agachando la cabeza o mirando hacía cualquier otra dirección solo porque me veía fijamente. 

—Bien —Murmura satisfactoriamente con una sonrisa en sus labios—. Sé que estás molesta conmigo por lo que sucedió hace años... Pero crecimos ¡Superarlo!, ¿Quieres? Yo lo hice, ahora te toca.

¿Superarlo? ¡En serio dijo eso! ¿Quién demonios pensaba que era para decir eso? 
Él lo supero porque no le importaba ni en lo más mínimo lo que había sucedió hace años con nosotros, al igual que yo lo había hecho, a mí me costó más tiempo pero al final de todo lo logre. Realmente lo intenté demasiado.
Mi cachete interno empieza a sangrar no me di cuenta de que lo estaba presionando mucho. Perfecto sabor a oxido en estos instantes, bien lo que me faltaba.

Pero él no necesitaba saber el como me sentía. No era merecedor de ese privilegio. Así que enarco una ceja y pongo mi mejor sonrisa.