Capítulo 6. Jungla social

—Solo estamos conversando, ¿verdad, Aurora? —dijo Emma con una mirada de odio y una sonrisa cínica. La timida chica solo apretó sus labios entre sí.

—No veo de qué —reclamó Connor, mirando a Aurora totalmente cohibida en su sitio sin moverse, estaba claro el miedo que le tenía a Emma y a su grupo de amigas, claramente ella estaba en desventaja.

—Anda, vamos Connor, mejor acompáñame a la cafetería —dijo una coqueta Emma girando hacia él y tomándolo del brazo. Ella se creía con derechos sobre él, aunque no eran pareja, pero Connor debía mantener su reputación del chico mas popular e influyente de la secundaria y esa misma reputación se lo otorgaba estar rodeada de gente de su mismo estatus social como lo era, Emma. Connor miró por ultima vez a Aurora y sin decir nada giró para caminar junto a la chica mas popular y bella de la secundaria Hilton.

Aurora en cierta medida se sintió decepcionada, pero prefería que las cosas entre Connor se mantuvieran así, no quería conflictos.

—Emma —dijo Connor en tono de reclamo, girando hacia ella luego de caminar por el largo pasillo y antes de llegar a la lujosa cafetería. Las amigas de Emma se mantuvieron a cierta distancia, dándole su espacio a ambos.

—No quiero verte cerca de Aurora, deja de intimidarla.

—Ella quiere lo que es mío —declaró sin ninguna vergüenza.

—A ver, creo que no estas entendiendo ciertas cosas —dijo Connor acercándose a ella para hablarle casi en susurros—, yo no soy nada tuyo, tuvimos sexo casual un par de veces, nada más. No somos novios, yo puedo hablar con quien se me de la gana, sabes que eres una más de mi larga lista —el rostro de Emma había enrojecido de coraje ante las palabras de Connor, pero aun así se mantuvo sin hacer ningún teatro, a ella no le convenia pasar vergüenza de ninguna clase.

—Me las pagarás, Connor —declaró la rubia apretando los dientes entre sí.

—Que no se te olvide quien manda aquí, Emma, déjate de niñerías, que eso conmigo no va —diciendo eso la dejó sola. Aunque ella intentó disimular con muecas de sonrisa, su sonrojado rostro denotaba lo que había pasado. Sus amigas se acercaron a ella al notar que el chico la había dejado sola y le preguntaron que sucedió. Ella simplemente sonrío.

—Tiene que entrenar, nos veremos en la noche, me ha invitado a salir —dijo intentando borrar de su mente las palabras humillantes que le había dicho. El odio hacia la chica nerd, se había acrecentado.

Al termino de las clases Aurora se encontraba sentada en una mesa al fondo de la biblioteca. El lugar estaba casi vacía a excepción de algunos estudiantes que deambulaban en busca de libros o espacios tranquilos para estudiar. Connor no había ido para continuar el proyecto, pese a que Aurora le había dicho que lo esperaría luego de las clases. Sin embargo, ella sabía que ese comportamiento evasivo se debía a esa confrontación que habían tenido con Emma esa mañana, y la amenaza que ella ahora representaba.

Mientras Aurora revisaba las anotaciones de “Cumbres Borrascosas”, su mente vagaba sobre el comportamiento reciente de Connor. Había comenzado a confiar en él, lo cual la hacía sentir un tanto vulnerable. Sus dedos tamborileaban sobre la mesa mientras repasaba mentalmente los capítulos asignados, pero le resultaba imposible concentrarse completamente.

—Hola —saludó Connor de pronto, quitandole un susto, él la miró para luego bajar sus libros en la mesa y tomar asiento frente a ella. —Lamento la tardanza —se excusó y el corazón de la reina del hielo comenzó a latir rápido sin causa aparente.

—Pensé...pensé que no vendrías —murmuró ella mordiéndose los labios. Connor hizo un gesto con su rostro dibujando una pequeña sonrisa.

—Lamento lo que sucedió en la mañana.

—Connor, no —negó ella—, no necesitas disculparte por nada, ya te dije, tú y yo no somos amigos, solo somos compañeros de clase y ahora hasta que termine el proyecto. Tienes tu mundo y yo el mío.

—No dejaré que Emma te fastidie sin ningún motivo —declaró él.

—Se defenderme, no te preocupes —dijo ella intentando volver a concentrarse en su libro. —Vamos a trabajar en esto, es importante terminar —agregó mientras Connor se quedó mirándola por largos segundos y veía como sus frágiles dedos acomodaba un mechón de su largo, negro y sedoso pelo detrás de sus orejas.

De repente, una risa familiar interrumpió sus pensamientos. Levantó la vista y vio a sus amigos entrar en la biblioteca, y algunos del equipo de baloncesto. Las miradas burlonas de sus amigos y las risas sofocadas que los acompañaban indicaban claramente que se estaban burlando de él por estar allí para estudiar. Aurora se percató de ello, levantando ligeramente la mirada. Ahora no solo debía soportar a Emma y sus secuaces, también a los amigos de Connor.

—Oye, Connor —dijo Liam mientras se acercaba a la mesa. —¿Qué haces aquí, apartado de la diversión? No me digas que te has convertido en un ratón de biblioteca.

Connor lanzó una mirada molesta a su amigo, pero trató de mantener la calma. —Sólo estoy adelantando en el proyecto de literatura —respondió, en un tono claramente incómodo—, ustedes deberían hacer lo mismo —agregó.

—¿De verdad es eso, Connor? —añadió otro de sus amigos en tono de burla. —O es que lo haces para estar cerca de la Reina del Hielo.

Las palabras de sus amigos resonaron en los oídos de Aurora, su apodo nunca había sido más ofensivo. Ella sintió que su cara se sonrojaba de vergüenza y decepción. Esperaba que Connor la defendiera al menos.

Connor, dándose cuenta de lo que sus amigos estaban causando, intentó interponerse. —Paren ya. Estamos simplemente trabajando en un proyecto. No veo por qué les molesta —dijo lanzándole una mirada furtiva a Liam, temía que su idiota amigo metiera la pata e insinuara algo de la apuesta.

Liam cruzó los brazos y esbozó una sonrisa sarcástica. —No te pongas nervioso, Connor. Solo estamos bromeando — Aun así, las risas continuaron resonando en el aire.