Aprende a olvidar. (yoonmin) Bts

네가 나와 함께 있는 한

Nunca pensé volver a verte o incluso a recordarte... Luego del accidente fue todo borroso para mi, hablando de mi pasado, miles de diálogos se hacían presentes con rostros totalmente borrosos... Para mí eso eras tu... Hasta ahora.

 

Capítulo XXIV:

   제 24 장 :

Ya han pasado varios días desde aquel conflicto, y sólo he hablado con Jimin, a sido el único que aún he mantenido contacto y que a su vez, permanezco a su lado... No quiere dejarme solo, tiene miedo de lo que pueda ocurrir o hacerme y por más que le dejo en claro que eso ya está en el pasado... A pesar de mis ataques que otra vez estoy lidiando y aprendiendo como controlarlos, estaré bien, no volvería a hacerme daño... Mientras estés conmigo, nunca lo haré. 

—Yoongi... Iré a ensayar con los chicos... Creó que deberías de ir también, comenzamos nuestro debut, debemos de prepararnos para las siguientes presentaciones...—Suspira y se acerca más con su perfecto estilo, totalmente ordenado, ese jeans que hace resaltar sus piernas trabajadas y su trasero, esa camisa blanca que a la luz se puede ver la forma de su torso, su cintura...—Tu más que nadie debería de ir.—Todo él... Es tan perfecto.—¿Yoongi me estás escuchando? 

—Estas hermoso Jiminie...—Abre sus ojos un poco y el rubor en sus mejillas comienza a intensificarse. Tan tierno.

—Y-yoongi...—Me levanto del sofá y me acerco a él, mis manos van a su cintura y acercó despacio su cuerpo al mío. Ya no es un poco de rubor en sus mejillas, ahora mismo parece un tómate. 

—¿Me prometes cuidarme en los ensayos?—Siento sus manos en mi pecho y sus leves caricias, sonrió y observó sus pequeñitos ojos, que ahora mismo son una línea por la sonrisa que sale a la luz. 

—Claro, yo te cuidaré muy bien.—Besa mi mejilla y observó como se aleja, camino para no alejarme de él mucho y lo vuelvo a atraer hacía mi cuerpo, beso sus labios despacio, sacando mi lengua y levemente adentrandola a su boca, movimientos suaves sin ninguna otra intención. Me separó de sus labios y sonrió.—Me gusta mucho hyung... 

—Y tu a mi Jiminie... Vamos al ensayo, si seguimos así, llegaremos tarde.

***

El momento en el que pisamos la agencia... Sentí una angustia en mi pecho...—Creó... Debería...—Siento el toque de Jimin en mi mano, entrelaza sus dedos con los míos y alzó la mirada para mirarlo sonreír. 

—Tranquilo, ellos tuvieron sus razones, las cuales te lo dijeron... Estarás bien conmigo... Luego hablaremos con los chicos si te sientes cómodo.—Siento su pulgar acariciar mi mano delicadamente y suspiro, dejando todo el aire. 

—Esta bien.—Comenzamos a entrar he ir directamente a la sala de ensayos, donde ya se escucha música, una nueva música. Jimin abre la puerta y entramos, yo me muestro de forma indiferente, y Jimin sonriente como siempre, las miradas están tan atentos a nuestros movimientos que me hace sentir nervioso. 

—Hola chicos.—Dice Jimin cuando ya han apagado la música. Veo a Hoseok aún mirándome, como si aún no se lo creyera, y sus ojos están cristalizados.—Traje a Yoongi para que puedan hablar con él...—Cuando termina de hablar, todos comienzan a acercarse y me alejó.—Claro, si él gusta hacerlo.—Aclara y se acerca a mi, tomándome de la mano y acariciandola, tratando de calmar todo lo que siento ahora mismo.—¿Quieres hablar ahora o prefieres más tarde... Otro día?

—Hablemos... P-pero tomen su distancia... Me siento demasiado nervioso y no sé por qué.—Miro a Jimin y sonríe, suelto su mano y camino a una silla para poder sentarme. Miró a Hoseok que está observando a Jimin, mi mirada va hacia el de cabellos azules y también este está mirándolo... ¿Por qué?—Hoseok.—Su mirada inmediatamente voltea a verme, y yo tomo mi tiempo para seguir hablando... Que él me mintiera... Que todos me mintieran me duele, realmente me daña, pero que lo haya hecho Hoseok... Es algo que llega directamente a mi corazón, haciendolo totalmente mierda.—Hablemos.—Me levanto del asiento y camino hacia la salida, con los pasos de Hoseok detrás de mi. 

—Nunca quise hacerte daño Yoongi. Jamás pensé que... Esa decisión... Esos recuerdos, eran algo que deseabas.—Apoyo mi cuerpo en la pared y observó sus ojos castaños, mirándome con preocupación y arrepentimiento.—Te amo Yoongi, y si hubiese sabido que eso era lo que querías... 

—... Gracias.—Para de hablar y su mirada se vuelve confusa... Sí... También lo estoy.—Fuiste quien me salvó, quien observó todas mis facetas por mucho temor que pudiste sentir en esos días, cuyos momentos puedo imaginar y recordar algunos. Gracias por estar ahí conmigo, soportandome y ayudándome en esa habitación que me consumía... Perdón por hacer que pasarás eso.—Veo como se acerca y rodea sus brazos a mi espalda, abrazándome con cuidado.—Lo siento por haber sido una persona inestab...

—Cállate. ¿Por qué comienzas a tratarte así? No eres una persona inestable, eras alguien que se sentía abandonado, creando miles de historias en su cabeza, peleando contigo mismo... Y estar ahí para ti realmente era algo que necesitabas y yo estaba bien ayudándote y feliz por los progresos, yo era tu pilar y tu eras una estrella para mi, una que brillaba solo en la oscuridad y que algún día se haría notar, un día verías esa luz a tu alrededor, ese resplandor y que será tu mayor compañía... Por favor no te trates así, no vuelvas a tratarte así una segunda vez.—Comienzo a llorar, sin saber exactamente la razón por la cual lo hago... Sólo caen las lágrimas por mis mejillas, reflejando aquella historia en ese camino húmedo, reflejando a ese pequeño, a ese adolescente, a ese totalmente roto y adolorido con todo el mundo...

Esos luceros que brillan en un mundo hipócrita, en donde sus pensamientos danzan en la fantasía de su propia mente, en palabras totalmente creyente para él... Pero en un momento, todo se detuvo, vio su realidad y el ahogó vino junto con ese despertar. Aquella mirada de a poco comenzó a morir, en ese mundo que añoraba pero ya no existía ante esos luceros que de a poco... Dejaron de ser inocentes. Las lágrimas se alzaron, se mostraron ante miradas igual o más apagadas que la de él, pero el mundo le enseñó a esconderse, cuando el mundo le dio la espalda, sus luceros no pararon de llenar su habitación de lluvia... Y cuando observó ese rayo de luz, como el mismísimo sol en un amanecer, de esperanza, comenzó a llorar con más fuerza, pensando que tal vez... Esa esperanza y luz se esfumaran con el propio ahogo que sentía, pero no lo hizo... Aquel rayo de luz sólo le susurro... Tus luceros llenos de lágrimas, al brillar por mi gran luz, sólo veo tu verdad, la más pura certeza de tu historia, las lágrimas que caen por tus mejillas rojizas son lo más sincero que he podido ver, y siempre serán la prueba de la autenticidad de lo vívido. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.