Aprendí a soltarte

Nuevo amanecer

Lo bueno siempre llega después de tocar el fondo del abismo, casi siempre.

Con mi cuerpo lleno de evidencias de aquella fatídica noche y mi corazón destrozado, desperté y seguí la rutina de siempre, sabía que el mundo no se detendría por eso, así que fui rumbo al colegio, nuevamente un día normal, todo a mi alrededor era tan igual, solo mi mundo era el que se venía abajo, aun así me sentí tranquila sin razón alguna.

Aquella tarde tuve una larga charla con mis padres en la que me aconsejaban muchas cosas, entre ellas que dejara esa relación un tanto tóxica, pero realmente te amaba tanto, y decidí no hacerlo, ellos nuevamente aceptaron, bajo sus condiciones pero lo hicieron.

Por un par de días lo único que quería es no verte, necesitaba pensar pero fui tan débil y corrí hacia ti, te busque, note tu actitud un poco distante pero nuevamente lo justifique con la situación que pasábamos, hablamos, y llegamos a un acuerdo, continuaremos la relación bajo las condiciones que me pongan.

Todo iba bien aparentemente, pero la relación empezó a llenarse de terceros, muchas mujeres que se metían entre nosotros, en ti específicamente, intente hacer todo para solucionarlo pero no estaba dispuesta a obligarte a amarme, ya no podía más. Al final lo más triste fue que nunca lo aceptaste, todo era tan evidente solo tú no lo querías ver.

Hice de todo para salvar esa relación que superó tantos problemas, pero que una pequeñez como la fidelidad no pudo superar, intentaba sacar lo bueno de toda la tragedia pasada y solo buscarle un nuevo amanecer a esto que poco a poco llegaba a su fin.

 



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En el texto hay: juvenil, adolecente, desamor y amor

Editado: 15.10.2018

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