Cuando todo está mal, lo más prudente es adentrarse y buscarle una solución objetiva, si no la hay alejarse es lo correcto.
Todo iba bien entre mi familia ahora el problema era nuestra relación, la cual se llenaba de desconfianzas, celos enfermizos y peleas constantes. Estaba considerando mucho abandonar la relación por el bien de los dos.
Tomamos un fin de semana para resolver todos esos problemas, y cometimos el más grande error de parejas, intentar resolver inconformidades con el uso de la pasión, no te niego fue un momento muy agradable, que ahora que no estas pasa por mi mente, disfrutamos tanto aquel largo momento, recuerdo nuestra conversación, un tanto graciosa recordarla porque en ese momento de euforia lo dijimos, pero hoy son simples palabras que no se convirtieron en actos
Jason: No volveré a hacerte daño, lo siento
Olive: Lo sé, confío en ti
Jason: Prometo no volver a estar con nadie más.
Olive: Es decir, ¿has estado con alguien más?
Jason: No dije eso, no malinterpretes las cosas, ¿Enserio vas a dañar este momento?
Olive: Lo siento no fue mi intención molestarte.
Esa conversación ahora me dice mucho, y me molesta haber permitido que me traten de esa manera, no me lo merecía, es decir, me fui en contra de todo por ti, y lo único que te importaba era no dañar ese momento, que absurdo.
Cada vez mis dudas crecían y mis ganas de abandonar la relación también lo hacían, estaba aproximándome tan rápido a la verdad, la cual no estaba lista para aceptar.