—Si fuera por mi le daría un puñetazo a esa maldita soberbia.
Cassie está molesta recostada en mi cama como si estuviera en un psicólogo, la miro cómodamente desde mi sillón improvisado y suelto una risa. Su tolerancia hacia a Ana es cero. Y cuando le he contado lo que pasó su odio hacia ella volvió a florecer.
—Me causa rechazo ¿Por qué se olvidó de que salió del mismo lugar que nosotras? Esta bien que ahora tenga una buena vida y sea una estrella o lo que sea, pero eso no le da el derecho de tratar mal a nadie.
Nadie está preparado para un cambio tan radical, por esa misma razón es la que tengo miedo de lo que pueda llegar a pasar en el trabajo si es que me va bien. El perder el control me aterra y por esa razón siempre había decidido mantenerme alejada del mundo que mi madre tenía.
—No sé, pero no demos mucha importancia. Podre sobrevivir a su presencia. —Digo con una sonrisita. — También he tenido cierto encuentro con el hijo de Kate, Liam.
Ella abre sus ojos.
—¿Liam qué, Liam Payne?
Esta hablando en serio.
—No, genio. Liam Ross.
Suelta un "Oh" largo y sube su barbilla para mirar el techo de la habitación. En realidad nuestras tardes no suelen ser muy divertidas, improvisamos la mayoría del tiempo.
—¿Y qué tal esta? —Pregunta curiosa, se a lo que se refiere. Achino mis ojos, no hay remedio.
—Bien, supongo.
—Supones ¿Solo supones? ¿O en realidad está bueno?
Me encojo de hombros, hablar de Liam no me apetecía para nada en este momento por una razón quizás porque me habia cantado las verdades en la cara como nunca nadie.
—No sé, tenemos gustos distintos.
—¡Ay por favor! —Exclama levantándose de golpe, provocándole un mareo haciendo que se sostenga la cabeza. — Las dos sabemos que tus gustos son mejores que los míos.
Me río, podría decirse por la poca experiencia que tengo respecto a chicos. Hago una mueca y suspiro rendida.
—De acuerdo, si. Esta bueno, pero es idiota.
—Un chico con una honestidad brutal nunca puede ser un idiota.
Le doy una mirada en blanco y me cruzo de brazos, pensar en Liam Ross lo único que provocaba era que mi mente se nuble y eso no era nada positivo. Trago saliva, sabiendo que en realidad no esta equivocado.
—Nunca he escuchado nombrar a Liam, deja que lo busque en internet. —Pide, me encojo de hombros dejando que corra hacia mi computadora para hacer lo que quiera. Veo como pone el nombre de Liam en google.
—¿Encontraste algo sucio? —Pregunto, abrazando mi almohadón mientras que Cassie sigue apretando el mouse. Chasquea su lengua y niega.
—No hay fotos de él ¿Segura es modelo? O no perdón ¿Segura es real?
Me siento ofendida.
—Si me inventara un chico imaginario no seria como Liam.
Ella se ríe y gira sobre la silla para mirarme, se cruza de brazos sin dejar de jugar.
—No hay nada sobre el, encontré un Instagram pero esta en privado. Tiene como dos mil seguidores.
—¿Y?
—Si el fuera modelo, tendría muchos más seguidores sobre todo si es guapo. Por ejemplo, Scott tiene poco para llegar a los veinte mil.
Ladeo mi cabeza, era increíble pensar en Liam como un chico de perfil bajo.
—Quizás solo no le gusten las redes sociales.
—Claro, todo puede ser.
Subo mis hombros, al menos en mi casa dentro de todo las cosas están muy bien. Pero se que no me salvaremos del maratón de preguntas por parte de mis padres y hermanos.
—Vayamos a los bolos esta noche, no regresaremos tarde. —Propone.— Ah ¡Hay que decirle a Matt! El tonto está sensible porque ya nos juntamos tanto con él.
Una distracción estaría demasiado bien para mí ¿Qué mejor que una noche con amigos?
—De acuerdo, podemos hacerlo.
—Ah y otra cosa, me encargaré de Liam.
Su comentario me hizo fruncir el ceño ¿A que se refiere con encargarse?
–¿De que hablas?
—Puedo averiguar todo sobre el solo si me das el okey ¿Que dices?
—Eres una asquerosa y tramposa, solterona. —Matt y Cassie no han dejado de discutir desde que llegamos a los bolos y siempre por motivos distintos. Ahora se supone que Cassie ha ganado con trampa, cuando la verdad es que Matt es mal perdedor.
Como ambos tenían personalidad parecidas estaban destinados a chocar constantemente, realmente en una pelea de ellos dos podía pasar cualquier cosa. Para luego, que quede en el olvido como si nada estuviera mal.
Hasta que pasaba de nuevo.
—¿Sabes que yo pienso que estábamos mejor sin ti, no? —Mi mejor amiga, no se queda atrás.
—Fue tu idea invitarme, te jodes.
—Eres una jodida patada en las bolas, preferiría ser amiga de Ana que tuya.
Suelto un silbido, llevando papas fritas a mi boca. Quizás había sido muy grosera, Matt la miró con una expresión de dolor exagerado.
—Oye, hirió.
—Vale, se me fue la lengua lo siento.
Matt sonrió más conforme con la respuesta de su contraria, sonreí observando todo con diversión.
—Imposible pasar un mal rato con ustedes, eh. —Digo en tono de broma.
—Oh calla,somos buenas personas después de todo. ¿No, idiota?
—No...—Respondio Matt mirando la pantalla de su celular. —¡No puede ser!
—Joder que raro eres. —Dijo Cassie extrañada.
—¿Qué paso Matt?
El de cabello oxigenado se acerco a nosotras con su móvil en la mano y nos enseñó la aplicación de Twitter. Tuve que mirar dos veces para darme cuenta de que era lo que estaba pasando.
El propietario de la cuenta no era más ni menos que Rodrigo y había publicado las fotos de hoy, algunas que estaba junto a Scott. Trague saliva sin saber si eso era bueno o malo.
—Wow, mira todo esos Likes. —Cassie observo en la pantalla unos once mil corazones. Mientras estos crecían el mío se encogió.
—¡Clara, ellos te aman! —Exclamo Matt feliz. —Pero mira, si eres una estrella.
Aquello causó algo en mi que no entendí.
Podemos subir, todo lo que queramos pero siempre tenemos que ser consciente de que mientras más subamos, más dolerá cuando caigamos de regreso.