Aprendiendo a ser femenina

Capítulo trece


Recuerden que pueden encontrarme en Instagram como Priscilalp_  y en Twitter como Kissesdelrey_ ♡

 

[...]
 


Cuando entro en la empresa, veo como Jenny está en un rincón suspirando en silencio, frunzo el ceño cuando la encuentro de esa manera sobre todo porque desconozco el motivo de sus suspiros, en realidad ni siquiera hay alguien más en los pasillos.

—¿Te encuentras bien?  —Le pregunto cuando llego hacia ella, tarda en reaccionar a mi presencia y asiente un poco distraída. — ¿Puedo ayudarte en algo?

—Nadie puede ayudarme. —Protesta  en voz baja.—Solo yo tengo que hacerme cargo de la estupidez que he ocasionado  conmigo misma.

Sus palabras preocupan, y realmente puedo darme cuenta de lo triste que está. Tiene ojeras abajo de sus ojos que estaban comenzado a marcarse 

—Oye, relájate. —Digo con un tono tranquilo.—¿Te gustaría contarme que está pasando?

Antes de hablar Jenny  mira a todos lados y supongo que lo hace para asegurarse de que nadie más esté escuchando, también imitó su acción por las dudas pero no veo a nadie hoy  al menos los pasillos están bastante tranquilos.

—Siento algo por Scott ¿De acuerdo?  —Confiesa, me quedo mirándola sin decir nada por unos segundos. — ¡Es patético!

No entendí porque decía que era alérgico, era fácil caer por chicos como Scott  y lo difícil era no terminar en sus encantos.  Aún así, me sentí mal por ella porque en realidad no parecía para nada bien con la situación.

—No entiendo porque  insinuas que es patético.—murmuró ladeando mi cabeza. —¿Que está mal?

—Él es un modelo súper conocido y yo hace años lo único que hago es atender la recepción, soy cobarde. Nunca podría hablar de mis verdaderos sentimientos, fue mi culpa haberme ilusionado porque él es amable conmigo pero también lo es con el resto del mundo.

—Calma, no es tu culpa. Y no te tires abajo porque eres una chica preciosa, sin embargo si no quieres seguir sufriendo por esa persona  -trate, de evitar de decir su nombre por si acaso.-   Has lo que creas correcto para ti, Jenny. No mereces estar sufriendo. 

Ella asiente, su corazón está roto y puedo sentirlo. Nunca me había pasado antes, nunca me habían roto el corazón  pero sabía por experiencias cercanas  lo mucho que dolía. Quería evitarlo, no quería terminar siendo destruida por otra persona.

—Gracias  por hablar conmigo, no suelo tener muchos amigos. —Dice.—Con el trabajo no tengo mucho tiempo libre.

—Bueno, ahora seré tu amiga aquí. Después de todo pasaremos más tiempo juntas ¿No? 

—Bueno, me encantaría.

Nos quedamos en silencio cuando Liam llegó  caminando hacia nosotras con su típica cara de que todo es un grano en el culo menos el. Con sus manos en los bolsillos me miró de arriba abajo, tan abruptamente  que se sintió grosero.

—¿Por qué estás llorando?  —Pregunto hacia  Jenny. —Si te sientes mal puedes irte a tu casa.

—No me siento mal, solo me estaba acordando de algo. —Se defendió ella para volver a trabajar, Liam se encogió de hombros restándole importancia y de nuevo me miro a mi.

—Mi madre te busca.

Pienso unos minutos ¿Por qué me buscaba Kate?  Dudo que Liam me lo diga, aunque se quedó parado esperando una respuesta o movimiento de mi  parte.

—¡Yo no he hecho nada malo!  —Me defiendo, y suelto un chillido que asusta a Jenny. 

¿Acaso  se habían arrepentido de contratarme?

—Aja, ya veremos eso. Sígueme.

Me despedí de Jenny  saludandola con la mano, luego regresaría a hablar con ella. Segui los ligeros pasos de Liam por todo pasillo, el muy maldito ni siquiera estaba preocupado por esperarme.

Me había detenido en observar a Liam y me preguntaba cómo  hacía para verse siempre tan bien. Pese a que Liam no era modelo, se vestía como uno y he de admitir que la ropa le queda genial. Aclaro mi garganta porque había empezado a creer que me estaba agotando con mi propia saliva.

—Me pone nerviosa que no digas nada. —Digo y lo observó apretar el botón del ascensor.— ¿Iremos por ahí?

—Si, al menos que quieras subir escaleras.

Por Dios ¿Quién demonios querría subir escaleras existiendo los ascensores?

Antes de que Liam se arrepienta y me deje abandonada me apresure a entrar con él,  ni siquiera me miro en ningún momento.

—Cuando era pequeña me quedé encerrada en un ascensor. —Solté de la nada.— Intenté  patearlo para abrirlo pero solo logré caerme, pasaron unos minutos y como nadie abría me asusté tanto que….

Ahora Liam  si me estaba mirando y yo, arrepintiendome de abrir mi estúpida boca. Joder, siempre me pasaba cuando me ponía nerviosa. Confesaba cosas que no debería.

Por ejemplo, le estaba por decir que me orine en un elevador.

—¿Que qué? —Pregunto.

—Que que nada. –Respondí muy rápido. — Creo que me desmaye.

Si me había desmayado una vez, y me había abierto la cabeza al punto de que tuvieron que coserla.  Ser torpe era una parte de mi que no podía evitar y hasta el momento aquello no había desaparecido en lo más mínimo, seguía igual problemática e idiota que siempre.

—¿Por qué lloraba Jenny?  —Interrogó ignorando mi historia ¿Pensara que yo había hecho  algo para que ella llore?  Espero que no. 

—Motivos personales,  no me corresponde decirte eso.

No insistió más con el tema, no me había puesto a pensar en Liam como alguien que se preocupara por los demás. Sin embargo al parecer, lo hacía. El lado empático  de Liam resultó siendo el más humano también.

Desearía nunca haber conocido esa parte suya

Que se preocupa...

—Veo que también he sido tu niñera hoy. —Comenta levantando sus cejas.

—Pero a diferencia de ti, yo no me escapó.

El movimiento de Liam fue muy repentino, mi espalda terminó chocando contra la puerta del elevador  y el rostro de Liam quedó a centímetros de mi, con una respiración nerviosa me quedé observando su rostro con esa cercanía que me estaba regalando.



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En el texto hay: drama, romance, humor

Editado: 30.12.2021

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