¿A dónde te has ido? ¿A dónde me he ido yo?
Solo sé que no te tengo y mi calma se corrompe.
Me pregunto si volveré a verte, si nos queda una oportunidad.
Anhelo a diario el hechizante poder de tu mirada tierna.
¿Y a quién le importa lo que siento?
Me quedé perdido y ya no seré digno de ti.
Quisiera encontrar un lugar distinto
para poderte abrazar y besar por primera vez.
La esperanza es lo que me sostiene
en esta solitaria y eterna noche de desvelo.
Quisiera encontrar un espacio que nos sirva a los dos.
Mi dulce niña de los árboles,
es tu nombre el que hace mi vida un poco mejor.
Al recordarte se llena mi pecho de ilusiones.
Tu voz resuena mítica por el bosque
y con ella la soledad se va.
Mi encantadora niña de los árboles,
sueño con envejecer a tu lado y solo a tu lado,
¿qué será de mí sin tus caricias?
Lo único en lo que pienso es en pisar donde tú pisas.
Jamás te he dejado de pensar.
Nada salió como planeamos.
Fuimos separados en contra de la voluntad.
Y me asusta que ya no te pueda alcanzar.
Solo ten presente que sigues aquí, en mi pecho,
justo en medio de la añoranza y la realidad.
Si pudiera verte una vez más
te tomaría en mis brazos para no soltarte jamás,
sosteniendo tu mano, tocando tus lisos cabellos
y bailando a tu lado hasta el amanecer,
mi eterna niña de los árboles.
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Editado: 27.05.2024