Abrazó mi piel, dando una sensación
fría pero acogedora,
así me envolvió el agua
de ese transparente mar,
que tenía una sospechosa calma,
con las olas más sutiles,
como si no desearan hacer
el más mínimo ruido.
Solo se escuchaba el viento
junto a mi respiración ,
y luego me sumergí y lo ví,
bajo el agua saludándome con la mano,
divertido, y alegre ,
hizo una seña y
ambos salimos a la superficie.
Ambos felices y con el pelo empapado.
Desperté, aunque solo había silencio, me giré y corroboré mi alarma; aún faltaban varios minutos para que sonara.
Pero ya no tenia más sueño, así que solo me levante, y seguí con, la que hasta ahora se había convertido en, mi rutina.
Y así seguí, por tres días más, con la misma rutina: soñaba cosas random, me alistaba, iba a clases, volvía y me quedaba en mi cuarto, leyendo o solo acostada.
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Ya era el día de la reunión, sábado 7; aún eran las 12:00 así que tenía mucho tiempo para prepararme.
Aún no había planeado que ponerme, pero sabía que sería algo como casual y cómodo, porque era en una casa, una de las chicas de clase de derecho tiene un primo en esta ciudad, y se ofreció a prestar su casa.
Me desperté desde las 10:30 pero aún no había querido levantarme mas que para ir al baño; había sido mi primera semana y estaba un poco agotada, solo quería descansar.
A eso de las 14:00 decidí levantarme a desayunar y hablé con mis papás por FaceTime un rato. Les platiqué que ya conocía a tres personas y lo del proyecto. Estaban muy felices por mí. Siempre lo están.
17:30, comencé a alistarme, me bañé, me puse un pantalón negro recto que llegaba unos dedos arriba de mi ombligo y una blusa corta blanca; Diario es una lucha constante con mis inseguridades, y hoy no fue la excepción, decidí no cubrir mis brazos pero, por si en algún momento me sentía incómoda, decidí llevarme una chaqueta negra que me llegaba a las caderas.
A las 18:30 ya estaba lista, aunque según yo aún tenía tiempo de sobra, porque mexicano que se respeta llega tres o más horas tarde a la fiesta.
Quedamos de ir juntos, Leam, Michelle y yo.
Tocaron mi puerta y abrí, era Leam que iba muy casual pero con estilo, un buen estilo, usando tonos de azul marino a negro. Parecía sacado de Pinterest.
—Buenas tardes señorita, ¿ya está lista para irnos o aún le falta? —me preguntó entusiasmado.
—Yo ya estoy lista supongo, solo me falta ver si Michelle ya está. —le respondí. — Permíteme checarlo y ahorita nos vamos.
Se hizo a un lado para dejarme pasar, caminé hacia la puerta de enfrente y toqué. Ella abrió:
—Hola, ya casi estoy lista, solo me faltan los accesorios, espera aquí un momento y ahora salgo para irnos. — Dejó abierta su puerta pero se adentró en el depa, luego de menos del minuto regresó con aretes y pulseras.—Listo, ya podemos irnos, ¿Quién dijiste que nos llevaría?
—Nos llevará Leam. — Dije mientras me giraba para apuntarlo con mi cabeza. Luego con las manos los presenté. —Leam, Michelle; Michelle, Leam.
—Mucho gusto. —Se dijeron el uno al otro casi al mismo tiempo.
Me sentí pequeña, y aunque mi estatura no fuera chica, ellos dos eran muy altos, medían casi lo mismo, fácil más de 1.80 metros.
—Bueno, pues es hora de irnos. — Exclamé.
Bajamos todos afuera del edificio, y llegamos a un coche, que no era propio de Leam, pero había conseguido rentarlo por todo el mes, por contrato en una agencia.
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—Ey chicos pasen, están todos en las salas del jardín. —Nos avisó Greeicy, la prima del dueño de la casa. —En el living están otros más,en la cocina hay algunas bebidas y el en refri pequeño hay del otro tipo, para sed de la mala, ya saben.
No soy tan creyente de las energías y eso pero la verdad sentí muy buenas vibras de su parte, ademas que tenía un buen estilo para vestir.
Michelle, Leam y yo avanzamos hasta el living que esta poco antes de salir al jardín. Había buena música, de todo un poco, antes de tomar asiento, frente a la sala quedaba la cocina, donde pude ver, en la isla, a Fred y a 3 chicas platicando.
De pronto me noto y nos acercamos caminando:
—Ay chula, hola, ¿quieres que te sirva algo para tomar?— Me ofreció mientras me guiaba por la cocina, y lo seguí sin soltarme de la mano de Michelle, que días antes me había platicado sus problemas con la ansiedad en momentos así.
—No gracias, mejor después. —Respondí y luego volteé con Michelle. — Fred, ella es Michelle, es de Robótica pero la conocí porque nuestros departamentos quedan frente a frente.
—Hola, soy Fred, mucho gusto — Dijo mientras le daba la mano. —Estás muy alta, tienes todo para ser modelo, ¿No te interesaría? Porque yo estoy en una agencia en Londres, y veo que tienes el perfil. —Lo propuso a Michelle mientras ella se sonrojaba y negaba con la cabeza. — Bueno si algún día cambias de opinión, avísame.
Michelle solo sonreía o asentía con la cabeza, no le veía ganas de hablar, pero notaba que hacía su mayor esfuerzo.
—Fred, también te presento a Leam. —Mencioné mientras giraba mi cuerpo en dirección a la sala, ya que él se había quedado saludando a unos compañeros de su clase. —Sígueme, está justo acá.
Los tres avanzamos a la sala, y Leam se acercó al mismo tiempo a nosotros.
—Leam, el es Fred, es un compañero de mi clase.
Ambos se dieron la mano, mientras se saludaban.
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Unas horas después ya estaba oscuro, todos estábamos afuera en las salas del jardín, yo había tomado una cerveza solamente, Michelle una piña colada, y Leam no tomó nada porque era quien nos llevaría de regreso.
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Editado: 15.01.2022