Arcadia

5- Arcadia

Ahora, Mew caminaba por un camino estrecho. Todo estaba envuelto en luz y había una suave melodía en el aire. Mew sabía que era un sueño. Siempre soñaba lo mismo. Pero ahora ese sueño se presentaba algo diferente. Se veía, algo difusa, la figura de una persona. Tenía forma femenina. El pequeño abrió los ojos tanto como pudo para tratar de ver mejor. Pero la figura tenía un rostro oscuro. Sólo pudo ver un largo pelo enrulado que parecía flotar en el contorno de la cabeza. Y por un breve momento, la figura pareció iluminarse y el joven Mew pudo ver un par de ojos brillantes, mirándolo. Mew trató de tocarlos pero en el momento en que levantó su mano, algo rozó su rostro y la despertó. 

El joven abrió los ojos. Miró alrededor y se encontró con cinco pares de ojos que lo miraban sin pestañear. Estaba nervioso pero, por alguna razón, aquellas miradas parecían decirle que todo iba a estar bien. Recién allí, Mew notó que estaba sobre una suave cama, vestido con un pijama confortable. Se preguntó a sí mismo quiénes serían aquellas personas y cómo había llegado allí. Y una de ellas, pareció sentir lo mismo porque dijo con voz muy suave:

- Hola, Dulzura… Justo a tiempo para el desayuno.

Mew miró al dueño de aquella voz. Era un hombre alto, de barba profusa y con el cabello peinado en una larga cola de caballo atada con un cordón de zapatos. Usaba una camisa vieja y un enterito de trabajo oscuro. Una mujer estaba parada detrás de él. Era de contextura más pequeña y su cabello estaba atado con una cinta marrón. Lucía un vestido bastante pasado de moda pero muy limpio y con muchos remiendos. Ella sonrió cuando los ojos de Mew la miraron, lo que le daba un aspecto hermoso y juvenil.

- Mi nombre es Leo. Yo soy primo de tu padre…en cuarto ó quinto grado.

-…En décimo grado…- dijo la mujer.

- …Como sea…Soy tu tío Leo y ella es mi adorada hermana Sarah.

Mew volvió a mirar a Sarah, quien seguía sonriéndole. Y allí entendió porqué había creído ver los ojos de su padre en medio de la tormenta, justo antes de desmayarse. 

- Ella es la señorita Braddock, quien te trajo de Tierra Firme, por supuesto.

La señorita Braddock ni siquiera sonrió, miraba nerviosa la pantalla apagada de su celular. Y en lo único que pensaba era en volver rápido al puerto.

- Y ella es tu tía Ruth, a quien también ya conociste.

La tía Ruth resopló como toda respuesta.

- Y él…- dijo el tío Leo señalando a un hombre que estaba cerca de la puerta- es el Doctor Mackay, nuestro médico particular y favorito…

- Y el único de la isla.- dijo la tía Sarah, perdiendo un poco la paciencia.

- Aún así es mi doctor favorito… ¡Bienvenido a Playa Esmeralda! Después del desayuno te mostraré todos mis lugares favoritos y te contaré miles de historias fantásticas.

- No estoy seguro si sería conveniente.- interrumpió Sarah- ¿No debería descansar un poco más?

- Él esta bien…¿No es así Mackay?

- Yo creo que él está muy bien.

A Sarah no le gustaba que la contradijeran y Mackay lo sabía por lo que antes de la mujer dijera algo más, agregó:

- Y estaría mejor, si primero comiera una buena y deliciosa comida, para recobrar energías. Me han dicho que has preparado tu plato estrella hoy, Sarah…

La mujer parpadeó sorprendida y sonrió, olvidándose por completo de la discusión. El Doctor Mackay le guiñó un ojo a Mew y también sonrió.

- Entonces…,¿qué dices, Dulzura? ¿Te nos unes para el desayuno?- preguntó Leo.

Mew sonrió y sin pensarlo demasiado rodeó con sus delgados brazos a Leo y le regaló un abrazo muy dulce. Éste, al principio, quedó paralizado pero en seguida se sentó en el borde de la cama y lo abrazó también. 

Sarah tomó un pañuelo de su bolsillo y se sonó fuerte la nariz. Ruth Weiss resopló por todo lo alto en señal de desaprobación, aún convencida de que haber traído al huérfano a la isla había sido una pésima idea. La señorita Braddock seguía mirando, con nostalgia, a sus teléfonos celulares. Al otro lado de la habitación, el Doctor Mackay sonreía. Y mientras llevaba a la señorita Braddock al puerto, pensaba secretamente que la vida de los Weiss de Playa Esmeralda ya no sería la misma, nunca más…



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En el texto hay: espiritus, mewgulffanfic, romancebljuvenil

Editado: 17.09.2023

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