CAPÍTULO 12: velocidad
La caída casi nos mata, si no fuera por Valentina que se consiguió unas gemas de aire que nos hicieron bajar la velocidad a la cual caíamos podríamos haber muerto, ella poseía su propia reversa de gemas escondida en su atuendo.
Caímos directo en unos árboles y estos amortiguaron la caída pero también nos dejaron adoloridos y con varios golpes. Valentina se incorporó y comenzó a sacudirse las ropas.
- ¿Cómo hiciste eso? – le pregunte directamente, recordando cómo había corrido a una gran velocidad, ella solo me miro y suspiro –
- No lo sé, puedo haberlo desde hace algún tiempo, pero nunca se lo había dicho a nadie, tenía miedo de lo que pensaran –
- ¿por qué no lo usaste antes para escapar o detener a los noirs?
- No es tan senillo Frederick, no es como si solo corriera y ya está; es más que eso, debo de sentir peligro para ello, la sensación de querer ir hacia un lugar en específico, pero eso no es lo más difícil, lo difícil es frenar la velocidad, me fracture varias veces al practicarlo, así que asumí que más que ventaja era un martirio, esta vez la utilice porque al caer ya no habría necesidad de frenar.
Entendía, ella era como yo, tenía una habilidad única que solo aparecía en situaciones extremas. Pero ahora eso no era lo importante, lo importante era volver con la información que habíamos adquirido. Luka se había unido al hombre sin rostro y alguien ya se encontraba de su lado, un príncipe.
Descarte a Alek y Tsubasa casi inmediatamente, ¿quién podría ser? ¿Alguno de los hermanos de Valentina? ¿El príncipe del agua Moses? ¿El director? ¿Sheed? Todos podrían tener una razón que desconocía, pero además de eso también había algo que debíamos buscar, una llave. Luka dijo que no la tenía y sobre todo el revelo que fue el principal contribuyente para la creación de los noirs (aunque de manera indirecta). Tenía que pensar nuestro siguiente movimiento, estábamos cerca del reino del aire, Tsubasa podría ayudarnos, pero era primordial que los reyes supieran sobre esto, que Alek supiera sobre su hermano, incluso quizá podría darnos respuestas. ¿ir al reino de fuego? Aideen estaba ahí y sabía que nos ayudaría inmediatamente.
- Oye ¿que estas esperando? – valentina me llamo.
- Estoy pensando hacia donde deberíamos ir.
- ¿Que acaso no es obvio? – dijo ella pero yo la miraba incrédulo ¿qué era eso tan obvio que no podía ver?
- Vamos al reino del agua –
- ¿Al reino del agua? ¿por qué razón iríamos al reino del agua?-
- Todo esto comenzó por Luka ¿cierto? eran sus notas las que ayudaron a ese hombre a crear a los noirs; además, el menciono buscar una llave que tenía en su habitación pero ya no estaba, la única persona que era tan cercana a él como para saber sobre todo eso es Aqua, y desde que la conozco sé que cuando ella toca alguien algo sucede que le permite saber cosas sobre ella, como sus pensamientos o su dolor.
Parte de ello tenía sentido pero aun así dudaba, había otros lugares cercanos a los cuales podíamos ir y el reino del agua estaba lejos de nuestra posición. Me quede pensando en las posibilidades de su plan y la cuestione sobre lo anterior.
Se quedó callada y me estiro su mano “¿Confías en mí?” Fue lo único que pregunto, hasta hace unos minutos ella me había salvado la vida con un alocado y peligroso plan, además se había abierto a mí y me había contado sobre su habilidad especial y sobre su pasado. En la posición en la que estábamos ahora era ella quien no sabía nada de mí, nunca pregunto y tampoco me cuestiono en ningún momento sobre lo que hacía, en lo que a mí respecta inclusive para ella yo podía ser el traidor. Tome su mano y la coloco sobre su hombro.
- Vas a tener que sostenerte bien – dijo ella
- Esto es un poco incómodo, ¿soy pesado? – estaba montado sobre su espalda, realmente me sentía incómodo, era la primera vez que alguien me cargaba de ese modo.
- Está bien, no tardaremos tanto, solo agárrate fuerte y cierra los ojos –
Y eso hice, no debía abrirlos hasta que ella se detuviera, podía sentir el viento fuerte pegando sobre mí, y el cabello de Valentina golpeado mi rostro, realmente parecía que estábamos viajando a gran velocidad, ¿Qué tan desesperada estaría ella por llegar al reino del agua? No estaba seguro de su plan pero confiaba en que todo estaría bien y tenía esperanza de que pronto todos estuviéramos juntos.