C A P I T U L O 25
"Captura"
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Pueblo de Egon - 12:40 p.m.
Narrador Omniciente
Fuego.
El fuego quema, arde y mata.
El fuego puede crear un caos en tan solo unos minutos, puede matar un pueblo entero, pero ¿Este pueblo soportara ser quemado por su miismisimo infierno que los condena a ser lo que son?
Todo depende de como lo vea nuestro victimario cuando llegamos a la tarima a esperar que nos cuelguen de la cuerda, pero este pueblo ya tiene la soga puesta en el cuello desde hace mucho tiempo. Su victimario tiene poder sobre ellos, tiene el poder de hacer con ellos lo que el quiera si se lo propone; en vez de eso esta caminando por las calles de Egon con la frente en alto sin bajar la mirada manteniendo su porte desafiante con su uniforme que lo hace ver intimidante.
Mientras tanto, su rival se acercaba poco a poco hacia la acera viendo como el victimario era acompañado por policias expertos en operacones de captura. La unica captura que abria seria del victimario. Ahora te pregunto, habitate del pueblo de los psicopatas ¿Quien crees que es el victimario? ¿Quien crees que es el rival?
Por otro lado a tenemos a las mujeres manifestandose atacando directamente a los policias creando un caos terrible en el pueblo. El victimario mira como estas empiezan a atacar y se escapa siendo este seguido por su rival. Corren y corren como un leon persiguiendo a su presa.
¿Quien es el leon?
¿Quien es la presa?
La respuesta es mas que obvia.
Para mala suerte del rival, su victimario tiene un plan que lo tomara desprevenido.
La presa llega a su refugio donde tiene artiugios especiales para la ocasion, entra sin perder tiempo y toma lo primero que sabe le ayudara para llevar a cabo su plan. El leon, hambriento por un bocado busca con desespero a su presa vigilando de aqui para alla, escudriñando cada rincon para estar alerta con su arma en mano a punto de presionar el gatillo. Esta preparado para todo...
¿Preparado?
Listos...
Fuera...
Un golpe en la cabeza lo hace caer al suelo provocando que en el rostro de la presa sea cree una sonrisa llena de dicha y victoria. Ahora los papeles se intercambian, el leon se convirtio en la presa y la presa se convirtio en el leon volviendo la escena en una nueva historia llena de juegos malvados que se desataran en el pueblo.
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La ahora presa abre los ojos, ve todo borroso. Se siente mareado y algo debil.
¿Por que me siento asi?, se pregunta la presa. Intenta moverse, pero es imposible ya que se encuentra atado en el torso, pies y manos. Lo atraparon, atraparon a la presa, pero ¿Acaso es el verdadero culpable de lo que sucedio en el pueblo?
Existen personas que son capaces de crear todo un caos con tal de verte hundido en su mierda. Te culpan sin haber cometido ningun delito solo porque no soportan el hecho de que tu estes bien y ellos mal. No soportan ver que progresas sin ellos estar en tu vida, entonces... ¿Quien es la victima?
¿El que te arrastra hasta su toxicidad? O ¿El que solo progresa para dejar atras el pasado?
Nada es lo que parece en este pueblo.
Mentiras, secretos, sangre y psicopatas... Todo puede pasar en este lugar, depende de nosotros si somos capaces de soportarlo o no.
Inspecciona el lugar tratando de encontrar algo que le diga donde se encuentra, pero en sucede todo lo contrario; todo se encuentra en completa oscuridad, solo hay una luz iluminando la habitacion. Mantiene la calma, su respiracion es calmada o eso es lo que intenta creerse a si mismo. No ve nada que delate a su victimario, nada significativo hasta que...
—Vaya, vaya —una voz surge de la oscuridad, estremeciendo la piel de la presa.
—¿Austin? —pronuncia la presa del leon.
—Lamento decepcionarlo, detective —el leon se deja ver el rostro siendo iluminado por la tenue luz que hay en la habitacion —, pero como podra notar, no soy Austin Pearlford.
—Lo se, eres Craig Williams —la presa lo aniquila con la mirada mientras coloca su mano con cuidado en una navaja que guardo en su bolsillo trasero.
—Gracias por decir mi verdadero nombre y por intentar atraparme, aunque... —lo mira de arriba abajo y se sienta en una silla cerca de su presa — mira nada mas, estas atado frente a mi.
—Tal vez me encuentre atado, pero no me quedare aqui sentado viendo como sigues asesinando mas personas.
—¿Eso crees? —sonrie ladinamente —. Yo que tu no estaria tan seguro.
La confusion se reflejaba en el rostro de la presa, algo tan simple habia prendido sus alertas en segundos. El leon se levanto para tomar una jeringa que contenia un suero extraño y transparente que su presa no pudo descifrar.
—No tengas miedo, solo sera un pinchazo —el sonrie con malicia demostrando lo psicopata que es realmente.