El agua estaba tan caliente que quemaba los pies de Ariel. El obscuro lugar le traía un poco de miedo. La oscutidad lo abrazaba poco. No podía moverse, sus pies estaban inmoviles, lo único que podía sentir era el agua, tan caliente que hacía de ese vacio interminable un lugar calido.
Pocas veces se encontraba aquí, y siempre que lo hacía se encontraba con el, con su demonio, Gabriel. No sabía que era excactamente Gabriel, imitaba la gorma de Ariel a la perfeccion que muchas veces Ariel empezó a Dudar de que si Gabriel era el mismo. Pero Descubrió que Gabriel no es una parte de el. Gabriel sabía muchas cosas que Ariel desconocía. Arieo lo nombró una persona cuando descubrió que tenía el suficiente conocimienti como para herir los sentimientos de la gente. Eso es lo que le daba mas miedo.
El recordar que esa cosa vive en el oscuro lugar hace que su cuerpo tiemble. Pero Le tenía miedo? Posiblemente un poco de miedo le sobraba, aunque Gabriel no era tonto. Sabía que el miedo era una forma de controlar a Ariel antes. Pero ahora que no le teme. Buscaría otras formas de manipularlo.
—Oh hola niño,veo que has vuelto— dijo una voz entre las sombras— y creo saber por qué estas aqui—
—No quiero saber nada de ti, no entiendo por qué estoy aquí otra vez— diji Ariel mientras miraba a las sombras para ver si Gabriel podía estar cerca.
—Se que quieres poder, y sabes que si nos unimos lograras conseguirlo— dijo Gabriel susurrando en la oreja de Ariel.
Ariel se asustó por ver a Gabriel atras de el, pero retomó la calma y le habló.
—no me uniré a ti, No se tus intenciones, pero se que no puedo confiar en tí— dijo Ariel.
—sabía que dirías eso, aunque en cierta parte me lo debes. Te dí un poco de fuerza para matar a esa cosa.
—A qué te refieres? Dijo Ariel.
—crees que hiciste pedazos a esa cosa por tu cuenta, jajaja, que ingenuo eres— dijo Gabriel tocando la cara de Ariel.
—Osea que me ayudaste? Dijo Ariel.
—Solo eres un niño ordinario, crees que eres especial solo porque piensas que tienes poderes.
Las palabras que decía el monstruo eran muy hirientes. Ariel no podía controlar bien su poder, nisiquiera sabe como aprobó el examen para ser un recluta. Todo eso resonaba mucho, y si no podía controlarsus poderes porque no son suyos? Eso tiene mucho sentido.
—No necesito tu ayuda. Se que puedo hacerlo yo— dijo Atiel mirando furioso a Gabriel.
—Mocoso estúpido, crees poder vencer a Ese chico, se nota que eres muy ton...— Ariel hizo que las cadenas jalen a Gabriel fuertemente.
Luego de que este cayera al agua, Ariel pudo sentir un poco de paz. Empezó a pensar lo de sus poderes. Podía ser cierto que no le pertenecían, pero algo muy dentro de el le decía que al que no le pertenecían los poderes era a Gabriel.
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—Que mierda crees que haces maldito— gritó Mirel observando a Iker.
Aiden estaba en posicion de ataque. Tenía su mechero a la mano, estaba a punto de tirar fuego. Sergio tenía una esfera lista para ser lanzada.
—Profanar el descanzo de alguien que ya no pertenece a este mundo es algo imperdonable.
Iker miraba con furia a Mirel. La nocche hacía que sus ojos, ahora morados estaban llenos una luz tan profunda, una luz que parecía malefica. Su cabello castaño ondulaba con el viento. Se acercaba lentamente a Mirel como si de un inquisidor se tratara.
—Yahaha, ahah. HAHAHAHHAHAHAHAHAHAHAHA— una risa tan maniaca salió de Mirel.—tu crees que ellos estaban muertos para cuando los hice mis esclavos—
—De que hablas— dijo Iker mientras preparaba una daga. Se sentía tan preparado para matar a su primera victima.
—esos hijos de puta estaban vivos, estaban frescos. Tuvieron que verlos hermanos mios. No dejaban de reirse— Mirel observó a Iker firmemente.— recuerdo como me destrozaban los huesos uno por uno mientras se reían de mi—
La cara de Iker cambió rapidamente, sus ojos empezaron a aligerar la llama que emitían.
—Me empalaron a una estaca justo en este lugar tan asqueroso. Seguía con vida, no entendía el por qué. Pero eso me mantuvo un poco entretenido— mirel señala las miles de cicatrices que tenía dacandose la ropa.
—La estúpida capa solo escondía mi pasado— dijo dejando su pecho al descubierto.— es la segunda cosa que mas odio después de las personas de este pueblo—.
—Estas mue-muerto— dijo Aiden.
—No viste mi cabeza volar hace un rato? Claro que estoy muerto— Sergio observaba a Mirel. Sabía que estaba muerto desde que vió su cabeza volar. Era un zombie o algo así, lo que no lograba entender era el como este se podía regenerar.
Su cuerpo aparte de tener innumerables cicatrices estaba en un estado de descomposición. Como demonios seguía parandose. Otra cosa que no le calzaba en la cabeza era u capacidad para controlar a los muertos. O bueno, como hacía para que sus cuerpos no murieran otra vez.
Si Mirel no podía sanar su cuerpo. Como las personas del pueblo parecían muy vivas. Algo andaba mal. Eso era cierto.
—imaginate ser yo, un niño que tuvo que sacar a sus hermanos adelante con sus manos. Que fué acusado de violador a los 13. Que fué golpeado y empalado en el centro de esta ciudad— Mirel se levantó—solo quería una vida normal para mks hermanos teniendo unas vidas felices. Teniendo a los padres que nunca tuvieron.a la familia con la que siempre soñaron—
Aiden quedó un poco conmovido. Cerró su mechero y abandonó su posicion de ataque, no sabia cono reaccionar, los sentimientos lo estaban dejando tonto. En ese momento Mirel utilizó la carne del gran humanoide para atacar a Iker desde atrás. Iker logró esquivarlo fácilmente, lo que hizo que la maza de carne impactara en Mirel. Iker abandonó su posición de ataque, pero en ese momento se dió cuenta Sergio de algo.