Armagedon

Capitulo 6.- El cielo no es azul

Las armas mágicas son avanzadas y complejas herramientas para el combate y el asesinato, existen una basta cantidad de estas que van desde espadas encantadas que tienen filo mejorado hasta fortalezas gigantes impenetrables especialmente para la guerra; su elaboración es tan diversa como la variedad de armas, pero a grandes rasgos se utilizan ciertos elementos básicos que son vitales para una óptima elaboración, partiendo desde el material con el que va a elaborarse el arma, es decir, un mineral común, especial o mágico el cual puede ser elaborado con ciertos procedimientos y técnica, o bien, utilizar avanzados hechizos de alquimia en caso de poseer el suficiente poder mágico. En los últimos años con la llegada de nuevas tecnologías, hechizos, innovación y con el quiebre de diversos tabúes, se ha logrado llegar a armas de gran poder no antes vistas que incluso son más sencillas de producir...

Me gustaría haber sabido algo de armas, defensa o algo para defenderme en aquel entonces...

Estaba cubierto por un líquido viscoso mientras la cabeza me daba vueltas, apenas pude volver en mi, un enorme dolor recorría todo mi brazo y hacía que mis adolorida espalda se tensara, es decir, no había segundo o lugar de mi cuerpo donde no sintiera dolor; poco a poco miraba lo que había a mi alrededor, estaban dentro de una de esas máquinas del laboratorio y lo que sea que me haya golpeado me lanzó hacia una de estas, rompiendo el cristal y quedando dentro de una de ellas, mire hacia mi derecha, donde mi hombro siendo atravesado por un filoso y grueso fragmemto de cristal, la sangre brotaba a chorros y mi brazo temblaba erraticamente, de inmediato desperté de aquel golpe para comenzar a gritar del dolor, me ahogaba con un ácido reflujo que me quemaba la nariz y la garganta, desde esa posición intentaba ver de reojo el peligro frente a mi; ahí estaba el, ese chico rubio de traje militar que pude ver cuándo recién desperté amarrado en aquel cuarto, me miraba indiferente, pero con cierto grado de desprecio, yo estaba sordo por el golpe pero podía notar que decía algo, seguido de eso llego Kari a gritarle molesta, el la ignoró y se acercó a mí para luego levantarme del cuello con una sola mano, hasta entonces recobre el oído:

-Ya sabía que ustedes lo tenían aquí enana, pero creí que llevaban un progreso con el, pero parece ser solo una basura, ahora me importa menos que antes- dijo con desprecio mientras apretaba mi cuello.

Tosia y escupía por la falta de aire, pero en un reflejo de asco, ese tipo me golpeó fuertemente en el rostro, devolviéndome al suelo y sacando el gran pedazo vidrio de mi hombro:

-¡¿A qué diablos vienes, solo sabes actuar de manera violenta e irracional?!- le gritó Kari extremadamente molesta

-No te parece que estás exagerando, no es como que valla a morir ese monstruo- dijo con harto desprecio ese chico

La palabra monstruo era tanto o peor que lo que yo pensaba de demonio, me hacía sentir horrible y malvado:

-Yo no soy un monstruo...- replique retorciéndome en el suelo

El mostró molestia y puso su duro talón en mi estómago para no dejarme respirar:

-Nosotros los demonios somos increíbles máquinas asesinas, tenemos fuerza más haya de los límites humanos, esperanza de vida mayor y poseemos un intelecto superior, todo ello para matar, asesinar y despedazar todo lo que eres frente a nosotros... tú también lo eres y algún día matarás sin sentido alguno- dijo mientras poco a poco hundía más su bota en mi estómago, lo único que podía hacer era gritar de manera ahogada y, después de unos eternos segundos el simplemente dio media vuelta hacia Kari:

-¡No entiendo por qué haces esto Ark!- le gritó a ese tipo rubio

-Probablemente, si lo presionó será algo más que un patético intento de un miserable humano que finje ser débil-

- ¿Con que objeto?-

-Es mi deber buscar lo mejor para esta organización y si ese pedazo de basura puede funcionar más haya de lo que es ahora, podré ascender más alto de este miserable lugar que solo me hace perder el tiempo-

-¡Dejalo en paz, el jamás hará nada de lo que le pidas!-

-¿Entonces tú me detendras?- dijo Ark simplemente dando un simple pero amenazante paso al frente, Kari solo retrocedió nerviosa mientras tocaba su nuca...

-Y-yo...- dijo nerviosa mientras apartaba la mirada de aquel desgraciado que la amenazaba con su imponente presencia

- Eso creí... No me importa qué diablos hagan ahora, quédense con ese pedazo de mierda inservible, ya llegará el momento en que algo se me ocurra a mí o a otro elemento de la organización, ustedes no pueden quedarselo para siempre y lo saben...- dijo arrogante mientras caminaba alejándose lentamente.

Yo me sentía impotente y ni siquiera podía apretar lo puños o gritar por el daño que había sufrido; tenía miedo, quería hacer algo pero mi mente estaba manchada en rojo sangre, pero algo talvez predecible pero impresionante sucedió; los tentáculos de mi espalda respondieron a mi deseo de darle su merecido a aquel tipo, se manifestaron para atacarlo de inmediato cuando estaba de espaldas distraído, sin embargo, el reaccionó a tiempo, al mismo tiempo que esquivaba, tomo de ellos y jalo con fuerza, atrayendome hacia el para después darme una serie de golpes...1, 2, 3 y de repente ya eran 10 golpes penetrantes en todo mi cuerpo, terminando con una patada alta que me estampó al suelo, todo ello en menos de 5 segundos:

-Hmm... Puedo notar que es un poco impulsivo, pero al final no es más que un enano inútil, no es más que la sombra de lo que fue aquel día...vaya decepción...- dijo mientras se iba de manera soberbia, como alguien que acaba de pisar a una hormiga y que no le da más importancia, Kari corrió rápidamente a ayudarme pero yo poco a poco perdía el conocimiento por el exceso de dolor; no iba a caer en su provocación, por más que yo fuera un demonio, no era un monstruo, jamás sería un cruel asesino como probablemente lo es el y definitivamente jamás sería como el, aún así, entendía mi posición y la abismal diferencia de niveles entre el y yo; su velocidad y golpes eran más brutales que una ametralladora, era obvio que él tenía experiencia, entrenamiento, de alguna manera tenía que cambiar la sitúacion, pero siendo el apenas uno de miles obstáculos, ya era suficiente para hacer imposible cualquier meta que me propusiera, la sitúacion parecía haber empeorado, pero la triste verdad es que jamás cambio, siempre estuvimos en el hoyo.



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Editado: 06.03.2019

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