El alfa se levanto de su asiento y se empezó a perder entre los pasillos oscuros del hospital, Jimin no dudo en seguir al alfa, este parecía estar llenado al baño, algo que sorprendió al omega.
-¿Alo?...si mamá, lo se...entiendo- solo pudo escuchar aquellas palabras provinientes del baño -Mamá, ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir?, Jimin es especial, no es cualquier omega- dice mientras sale del baño -Jimin es mi omega, el único omega al que quiero-
Las mejillas del omega se sonrojaron al escuchar las palabras del mayor.
«Mientes, ¡Miente!»
Jimin ignoró a su lobo y siguió escuchando la conversación del alfa.
-¿Lo vas a matar?, omega, no digas estupideces, sabes que estarás bajo tierra antes de tocarle un pelo a Jimin- dijo con un fuerte gruñido, paso por una esquina donde desapareció del campo visual del rubio.
Este se acerco a la esquina en busca de escuchar más hasta que unos brazos lo atrayeron a un cuerpo.
-Hola, omega-