Primer día de juicio y no puedo estar más nerviosa, casi no he podido dormir por como me siento. Me encantaría que todo se resolviese en una semana pero sé que eso no es posible. De hecho, esta mañana, a las seis y media recibí un mensaje de Killian informándome de como iría este primer día de juicio. Ellos empezaran con el juicio ya que son parte de la acusación y nosotros de la defensa, aunque hemos puesto una contra demanda, así que realmente somos ambos.
Eric y yo esperamos a Isaac, quien a las siete y media llega a la casa de mi padre, y después de saludar al dueño de la casa y despedirnos de él. Adapto la silla de mi hijo a su coche y vamos de camino a la escuela infantil de mi hijo. El juicio no empieza hasta las nueve, así que no tenemos tanta prisa.
— ¿No música?
— ¿Qué te gusta de música?
— Mamá sabe. — Isaac me mira y yo sonrío.
Me da el permiso silencioso para que trastee su radio hasta dar con la emisora favorita de Eric, cuando escucha la primera canción infantil que sale. La tararea felizmente, él es feliz con tan poco, conmigo, la música y sus primos lo hacen infinitamente feliz.
— Ahí tienes un sitio. — le indico y él se aparca.
— Mamá. — miro a mi hijo. — Puedo tomarlo de la mano. — dice señalando a Isaac.
— Debes preguntarle a él.
— ¿Puedo tomarte de la mano? — mi ex esposo asiente con una medio sonrisa.
Nos bajamos del coche e Isaac es mucho más rápido que yo y desata a Eric y lo ayuda a bajar del coche, mi hijo no tarda mucho en tomarlo de su mano y después tira de él para poder agarrar también mi mano.
— ¿Sabes que mi mamá cuenta cuentos?
— No lo sabía. — le sonríe Isaac. — ¿Es buena contando cuentos?
— La mejor. — se ríe mi pequeño. — Liam siempre duerme.
— ¿El hijo de Aura? — asiento.
— Liam, casi cien por cien, tiene TDHA, pero por alguna razón es capaz de hacerme caso por completo cuando le cuento cuentos. — me encojo de hombros. — Es un niño muy lindo.
— No niego eso. — se ríe. — Además tiene buenos padres. — asiento porque tiene mucha razón.
— Gracias a Aura y a Asher pude obtener la custodia de Eric. — él me mira con expectación. — Son los padrinos de Eric, y en caso de que me ocurriese algo, ellos obtendrían su custodia.
— Tiene sentido.
Mi hijo habla felizmente con Isaac y él le responde con la misma felicidad. Debería preocuparme por las miradas que recibimos, no solo se corrió la voz de quien era la madre de Eric, es decir, yo, sino que también lo del juicio y de que soy hija de una infidelidad. Las miradas son algo a lo que estoy acostumbrada, pero ahora nos mira con una nueva curiosidad y molestia. Pero no puede importarme menos, estoy demasiado feliz por lo que estoy viviendo junto a Eric y Isaac.
— Buenos días señorita Wilson. — me sonríe la maestra de Eric. — Hola Eric.
— Hola. — sonríe antes de soltarnos las manos. — Mami. — me arrodillo y mi hijo besa mi mejilla como despedida. — Amigo de mami que será mi papi. — abro mucho los ojos.
— Dime pequeño.
— Abajo. — enfatiza sus palabras con un movimiento de manos.
Isaac le hace caso y se agacha como he hecho yo y queda a la altura de mi pequeño. Eric le da un pequeño beso en la mejilla y después se despide de ambos con un ligero movimiento de manos. Espero hasta que entra en el aula y me despido también de la maestra, no sin avisarle de que Spencer vendrá después a por él.
— ¿Vamos a desayunar? — asiento.
— Hay una buena cafetería aquí cerca.
Vamos andando hasta la cafetería que conozco, al entrar la camarera me sonríe y me pregunta si quiero lo de siempre, asiento y luego Isaac pide para él.
— Siento mucho lo de Eric, no esperaba que dijese eso.
— No me molesta. — sonríe. — Quiero ser su padre, pero cuando tú me lo permitas. Esta vez quiero que vayamos a tu ritmo.
— Espera, no te sigo. — el ríe.
— Quiero que volvamos a salir Idara, pero esta vez de verdad y no como nuestros padres quieren. Esta vez lo tenemos que hacer a nuestra forma.
— ¿Lo dices enserio?
— Nunca he dicho nada tan enserio. — guardo las lágrimas que amenazan con salir de mis ojos. No puedo creer que él haya sido más valiente que yo para decir las cosas en voz alta.
— Entonces empecemos con citas, como al principio. — él asiente. — Creo que estoy soñando. — susurro y con suerte no me escucha. — No he sabido de Alana, ¿cómo está? — digo cambiando de tema para evitar sonrojarme.
Isaac y yo hablamos hasta que comienza a hacerse tarde. Arreglo un poco mi camisa cuando llegamos al juzgado, Killian y Aura ya nos esperan pendientes de que podamos entrar a la sala correspondiente. Cuando nos llaman veo a mi antigua familia, veo a Evan mirarme como un cachorro. Supongo que sus mentiras acaban de comenzar. Veo algunas personas de la prensa y niego decepcionada, van a hacer de esto algo mediático y completamente público como si fuésemos estrellas de cine. Somos empresarios, no puedo creer que de verdad quieran este grado de dramatismo.
Nos toma unos quince minutos sentarnos, Isaac y Aura se sientan en el primer banco para estar cerca de mí mientras Killian y otro abogado que supongo yo trabaja para él, se sientan a mi lado. Antes de que empiece veo aparecer a mi padre, mis hombros se destensan ligeramente, es como si verlo me hubiese quitado un poco de presión de encima.
— Buenos días. – nos saluda el juez. – Comencemos, si a todos les parece bien. Abogado Smith.
El abogado se levanta y pasa al frente, su primer testigo es ni más ni menos que Vivian, tremenda víbora venenosa. De buena me libré, me encanta que esté enseñando lo falsa que es ahora.
— Buenos días. – le sonríe el abogado de los Lewis. – Señorita Vivian, ¿conoce usted a la señorita Idara Wilson?
— Si, fuimos amigas antes de que se fuese. – sonríe.
— Antes de irse la señorita Wilson hizo graves acusaciones en contra de su familia, ¿las crees ciertas?