Tomada de la mano de mi padre mientras mi madre cargaba a mi pequeño hermano.
— ¿a dónde vamos?— pregunte curiosa.
— a visitar a los alfas de la manada Luna Creciente— respondió mi madre a la pregunta.
Llegamos al bosque, mi padre levantó la mano y gritó.
— ¡vengo por el acuerdo de paz!
Unos hombres salieron y miraron a mi padre.
— adelante, el alfa los espera— dijo el hombre caminando.
Sus ojos...eran verdes y se mezclaban con un color amarillento.
Cuando lo empezamos a seguir vi su cuello.
— papá—lo llame.
Mi padre vio lo que yo veía.
— si hija, son hombres lobo— mi padre me enseñó dos características de los hombres lobos.
Uno, cuando los mires a los ojos siempre notarás dos tonalidades, no uno como los humanos.
Dos, en su nuca llevan un símbolo o un tatuaje que identifican a que manada pertenecen, una luna en fase cuarto creciente.
Memorice cada fase de la luna gracias a mi madre.
Llegamos a un enorme castillo y de el salió un hombre grande y fornido, el miedo me invadió y me oculte detrás de mi padre.
— Bienvenido otra vez, Apolo— dijo el hombre a mi padre— Sara, me alegra que hayas logrado tener a tu hijo.
— gracias alfa...
— pero miren a esa niña hermosa— dijo una mujer detrás del hombre.
— es mi hija, Ariana— dijo mi madre— vamos pequeña, los alfas desean conocerte.
Mire a la mujer a los ojos, color miel...un color, ella era humana.
— ahora entremos, hay que firmar el acuerdo— dijo el alfa.
Entramos a la enorme mansión y una mujer bastante mayor observo a mis padres.
— me alegra que este acuerdo logre hacerse— dijo con una sonrisa.
— los cazadores piensan igual— dijo mi padre.
La mujer tomó a mi hermano en brazos, ella si era loba.
— yo me encargaré de los pequeños, ustedes pueden concentrarse en lo que marcará la paz entre cazadores y licántropos.
— claro— dijo mi padre, él se agachó y me vio— te quedaras con la señora Lucrecia un momento, portate bien y cuida a tu hermanito, regresaremos enseguida.
Asentí con la cabeza y tome la mano de la señora Lucrecia.
Ella me llevó a la cocina.
— toma asiento preciosa, hice galletas y me gustaría que las probaras.
Mientras la mujer cargaba a mi hermano saco un recipiente lleno de galletas.
El hambre me llegó al verlas, quería probarlas.
La mujer me extendió una y cuando estaba por tomarla una mano me la arrebató.
— ¿por qué le das de mis galletas a esa niña abuela?— preguntó el niño con reproche.
— Jasper, esa galleta es de nuestra invitada.
— no, es mía— dijo el niño.
— es mía— hable intentandome acercar pero él retrocedió botando una silla y provocando un gran estruendo.
El chillido de mi hermano se hizo presente.
— ¡lo despertaste¡— grite con e enojo.
— ¡fue tu culpa!— grito de vuelta el niño
— ¡fue la tuya!— en un instante el niño se arrojó a mí y me tiro al suelo.
— ¡no es verdad!
— ¡Jasper deja a la niña!— regaño su abuela.
Intente quitármelo de encima pero su fuerza era mayor.
— apenas firmamos el acuerdo y este ya se está rompiendo— dijo mi padre para después reír.
— Jasper— la mujer humana miro al niño con molestia, él se me quito se encima y me extendió la mano con intención de ayudarme pero negué su ayuda.
— vaya, la niña es orgullosa— dijo el hombre y mi padre río
— creo que eso define a una artemisa.
Me levanté y sacudí mi ropa.
— quiero volver a casa— hable con voz clara aunque quería llorar, mi espalda dolía por el golpe.
— ¿éstas bien?— me preguntó el lobo y asentí con la cabeza.
— será una gran líder Apolo, felicitaciones.
— gracias alfa, ahora nos retiraremos, el acuerdo está hecho.
— cazadores y lobos podrán estar en paz— dijeron ambos estrechando sus manos.
Mire por última vez al niño y le saque la lengua para luego tomar la mano de mi padre.
--------------
🏹
--------------
Nueva historia! Espero les guste.
Instragram: flowerlotd
Twitter: flowerlot
Grupo de FacebooK: Flowerlot / Wattpad
Editado: 20.06.2021