Artemisa

CATORCE

Mando de Luna 

(Agradecería mucho su apoyo siguiendome)

Hoy era viernes y Dove tenia planes de seguir quedándose aquí, lo que más odiaba era que por más que intentara encontrarle algo que me hiciera odiar a la chica, no encontraba nada.

Leah estaba revisando cada libro de la biblioteca, yo por otro lado tallaba mi nombre en la punta de plata que tenia de mi flecha.

— ¿como era tu padre?—preguntó Leah.

—era un hombre fuerte y líder de los cazadores, solía ser muy bromista en ocasiones y en otras lograba causar miedo con su mirada, se llamaba Apolo.

— ¿nombre griego?

—si, como el de mi hermano Cibran.

—¿y el tuyo por que no lo es?—sonreí.

—claro que lo es, mi nombre tiene un significado.

— ¿me lo contaras?

— no—dije sonriendo y ella negó divertida.

— me mataras de la curiosidad.

— ¿ya encontraste algún libro que te interese?

—ninguno, todo es historia y quiero un libro romántico.

— así que amas el romance.

— si, me encanta.

— ¿ya has decidido si permanecerás aquí?—ella tomo un libro y lo limpio sacudiendo el polvo de la tapa.

— estoy en eso...

— Jackson es bueno, me alegra que ambos ya convivan.

— a mi igual, pero sigo pensando que es un alíen—reí por su comentario y ella también.

— ¿eres fan de los alíens?

—si fuera fan de los alíens no hubiera huido de Jackson cuando lo vi transformarse, se me hizo aterrador.

Termine de tallar mi nombre y se lo mostré a Leah.

— ¿podrías enseñarme a defenderme?

— ¿por qué quieres defenderte?—no esta de más que una chica aprenda a defenderse, me parece impresionante que ella quiera aprender, pero necesito saber el porque.

— cuando conocí a Jackson corría peligro, de no ser por él quien sabe en donde estaría, hice cosas buenas así que hidria al cielo—luego se miro dudosa—leí la trilogía más erótica—se cubrió la boca y fue bajando lentamente la mano—¿crees que eso me haga ir al infierno?

— posiblemente si.

— bueno la cosa es que luego de eso cuando quise huir, ese lobo... pude subir un árbol pero eso no evita que no pude defenderte, casi te matan a ti.

—no es verdad.

— lo es, enséñame a defenderme. Jackson me contó que es el beta de esta manada, esa palabra me hizo pensar en matemáticas de nuevo, pero me explico que era... Me dijo que como mate del beta tengo que proteger a mi luna, osea tú... Quiero protegerte tal y como tú lo hiciste conmigo

— no es necesario, te enseñare pero no para que me protejas a mí, sino a ti. No veas por mí.

Me levante y camine a su alrededor.

—tienes potencial para ser una cazadora—dije y pude ver ese brillo en sus ojos.

— por dios no puedo creer que mi sueño de ser una Katnis Everdeen se pueda cumplir—reí por su comentario, mi risa la contagio a ella y ambos reímos.

— eres una amante de los libros, me agradas— dije deteniendo mi risa.—salgamos... Me gustaría ir a la frontera de la manad—ella asintió y me siguió.

Antes de salir tome mi arco y flecha, podría correr cualquier peligro.

— ¿Por qué a la frontera? ¿no crees que esta muy lejos para caminar?—si estaba lejos.

—lo sé pero en esa zona hay muchos conejos y quiero cazar uno— Leah se detuvo y me miro molesta.

— ¿es mentira verdad?

— claro que lo es—continuamos caminando— en esa zona hay pocos conejos para cazar, eso lo hace mas interesante

—no te dejare matar un conejo Ariana.

— solo lo atrapare, me gusta tocar su esponjosa cola.

Me detuve y respire profundamente, me gire y vi hacia atrás, habíamos caminado demasiado.

Cuando estábamos por llegar a la frontera unos hombres se pusieron delante de mi camino.

—Luna, tiene prohibidos salir—fruncí el ceño.

—¿y quien me prohibió tal estupidez?—pregunte con molestia.

—el alfa—maldito Jasper.

—Okey—dije levantando las manos con rendición, me voltee y cuando el guardia se distrajo golpee su nariz con mi codo, los demás guardias que observaban entre las sombras podrían escucharme—cuando vean a Jasper díganle que a mi nadie me prohib-

Un guardia cayo al suelo ¿que pa..?

—¡ARIANA!—Leah grito con miedo y me señalo un grupo de lobos.

Carajo.

Eran más de diez lobos.

— están formando grupos... se supone que los desterrados no se unen....—dije para mi misma.

Sus ojos.... el vació de su mirada.

—corra Luna, nosotros los detendremos—dijo un guardia.

—Leah corre a la manda, dile a Jackson y Jasper—dije tomando mi arco.

—Ariana...

—¡ve ahora!—ordene disparando una flecha al lobo, por mi cuenta corría que ninguno lograría entrar a la manda, de la frontera no pasan.

Los guardias se transformaron en sus lobos, yo retrocedí mientras disparaba flechas haciéndole más fácil el trabajo a los guardias.

A lo lejos vi como un desterrado atacaba a un guardia que apenas podía defenderse.

Tome un dardo con sedante y lo uní a la flecha, apunte y dispare.

Corrí al guarda que se transformo en su forma humana, el desterrado había caído inconsciente, este me serviría para saber que pasaba.

— ¿puedes moverte?—le pregunte al guardia.

—si Luna—su brazo sangraba, rompí la parte de abajo de mi blusa y enrolle su herida con ella.

— toma—dije entregándole un dardo—si el lobo despierta insertala en su cuerpo, quédate aquí y no te muevas.

—gracias luna...—me levante y corrí en dirección a los desterrados, habían ocho en pie.

— ¡que no entren a la manada!—grite.

Las flechas se me habían acabado y no tenia dardos, en mi bota lo único que había era un cuchillo, ¿por qué tantos ataques?

— ¡luna!—grito alguien. Voltee con rapidez, un desterrado corría a mí.

Antes de que llegara el lobo de Jasper clavo sus colmillos en su cuello dejándolo muerto. Mire al lobo de Jasper.



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En el texto hay: cazadores, hombres lobos, romance

Editado: 20.06.2021

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