Artemisa

VEINTE

— ¿se conocen?— preguntó Jackson y mi hermano asintió.

— ella era la chica de la librería— conteste Cibran. 

Cibran estuvo entrenando en la academia de cazadores, enfrente de la academia había una librería, Cibran solía contarme lo bien que le caía la chica, era como su mejor amiga.

— demonios... vi a mi amiga desnuda— dijo horrorizado.

Leah se puso más roja y se oculto detrás de Jackson.

— por favor, olvidemos esa escena— suplique—perdón, no pensé que estuvieran...—no continué.

— no te preocupes, no fue tu culpa, fue del idiota de Jackson que no puso seguro a la puerta— se quejo Leah golpeando su pecho.

— buen punto.

— ¿que haces aquí?— preguntó Leah menos roja y mi hermano más normal.

— es tu entrenador— dije, ella me miro confundida— Cibran es mi hermano y tu dijiste que querías ser una cazadora, no habrá mejor entrenador para ti que él.

— olvidando esa escena— dijo mi hermano— Jamás pensé que quisieras ser cazadora, pensé que querías ser más una Elizabeth Bennet.

— también puedo ser Katnis— dijo riendo— quien diría que fueras hermano de Ariana, el mundo es tan pequeño, me alegra verde de nuevo Cibran...

— a mi igual Leah— el despeino el cabello de Leah y ella rió.

Mire a Eluney, sus ojos eran como los de Jasper pero en lugar de amarillos eran un verde intenso, ¿tanto le gustaba mi hermano?

— Cibran, puedes entrenar con Leah desde hoy en el patio de la mansión, Eluney si deseas puedes acompañarlos— ella asintió.

— yo iré con Jasper— dijo Jackson y yo lo seguí.

Jasper ya estaba en su oficina, estaba sentando en su escritorio. 

— llegue— dijo Jackson sentándose enfrente de él, me quede parada con mi espalda a la pared mientras los observaba.

—  las dos manadas cercana me han enviado reportes sobre ataques en sus manadas.

— ¿las dos?— preguntó Jackson sorprendido y Jasper asintió.

— piden que los ayudemos enviándoles parte de nuestros guardias pero no me parece seguro, no puedo dejar a mi manada desprotegida.

— solicitan tu ayuda— hable— ayudalos, yo puedo traer a más cazadores si es necesario.

— Tiene razón— me apoyo Jackson. 

— no quiero que pongamos en riesgo la vida de los humanos— dijo Jasper.

— son más que humanos, son cazadores y podrán contra cualquier desterrado, no le niegues tu ayuda a la manadas, yo te ayude aquí— dije, él suspiro rendido y asintió firmando una hoja. 

— ¡alfa!— la puerta fue abierta de golpe sobresaltándome—desterrados intentan entrar.

Me incorpore de inmediato y salí, tome mi arco y flecha y salí de la mansión.

Cibran caminaba hacia mí.

— quédate aquí— ordene y él asintió, Jasper se posiciono a mi lado en su forma lobuna, me subí en su lomo y él empezó a correr junto con Jackson.

Al llegar a la manada solo había ocho desterrados.

Leo estaba lanzando flechas con una ballesta, Jackson corrió a un lobo y lo tomo por el cuello.

Me baje del lomo de Jasper y él empezó a correr atacando a los desterrados.

Corrí a Leo y aliste mi arco.

— son ocho— dijo Leo sorprendido— ellos planean algo, los desterrados jamás van en grupo.

— lo sé— dije lanzando una flecha al desterrado para que después un guardia lo devorada.

Los cazadores estaban ayudando a los lobos.

— Ariana...— Leo miraba en un dirección, aún había tres desterrados vivo y uno de ellos tenia aspecto de perro rabioso.

— ¿que?— pregunte apuntando otra flecha,

— la chica de haya... va hacia el lobo— mire lo que él veía.

Dove...

Corrí a ella, el lobo la miraba con intención de clavarle sus colmillos, de los ojos de Dove había lágrimas ¿que pretendía? 

El lobo se estaba por lanzar a ella, a pocos centímetros de lanzarse me tire sobre Dove protegiéndola.

Nuestros cuerpos rodaron por el suelo. Dove se levanto asustada, el desterrado rasgo su brazo provocando que ella sangrara, sus ojos negros se posaron en mí.

Mire a Dove, solo esperaba que no le pasara nada.

Una figura masculina se paro delante de mí.

— ¡largo de mis tierras!— gruño Jasper con fuerza, sus manos tomaron el hocico del lobo hasta estirarlo, cerré los ojos para no ver como rompía el hocico del lobo en dos.

Un cuerpo cayo a mí lado, levante la mirada.

Jasper me ayudo a levantarme y me abrazo con fuerza.

— gracias— dije abrazándolo.

— no volverás a venir, no quiero ponerte en peligro.

No respondí, no quería discutir ahora. 

Mire a Dove, su cabeza estaba lastimada y ella estaba tirada en el suelo.

— llévenla a la mansión— ordeno Jasper a un guardia.

Mire al rededor, no había lobos.

— ¿los mataron a todos?— pregunte y Leo negó.

Los ojos de Jasper se tornaron amarillos. 

— maldición... es un trampa ¡protejan la manda!— grito Jasper.

— ¿que pasa ?— pregunte sin entender.

— son desterrados, ellos no se van hasta que alguien los llame o todos mueran— nadie los llamo y no murieron todos...

— están atacando la manada— dije.

Jasper volvió a su forma humana.

— Jackson lleva a Leo— le dije, Jackson se transformo y mientras yo me subía en Jasper, Leo se subía en Jackson.

Mi corazón palpitaba demasiado rápido, mi hermano...

Llegamos a la manada, los desterrados estaban atacando a todos.

Corrimos a la manada, los lobos defendían sus hogares y familia.

Mire a una niña estar acorralada por lobos.

Saque dos dardos de veneno de mi bolsillo y me lance a ellos, clave los dos dardos, estos giraron con intención de atacarme pero antes de hacerlo cayeron.

— Vamos pequeña— dije cargando a la niña.

— ¿tan rápido se van?— mire asustada, vampiro, era un vampiro desterrado, uno de sus ojos era rojo y el otro negro, esto era una característica de un vampiro desterrado.



#1621 en Otros
#96 en Aventura
#1125 en Fantasía

En el texto hay: cazadores, hombres lobos, romance

Editado: 20.06.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.