Artemisa

VEINTIOCHO

— Te acompañare— dijo y yo negué.

— Iré sola, Leo me acompañara.

—iré yo.

— la manada no puede quedarse sin su alfa.

— tendrán a Jackson a cargo, o mi padre.

— Jackson puede acomp-

— iré yo o por mi cuenta corre que no salgas de esta manada.

— el lobo tiene razón, ve con Él— lo apoyo Cibran.

Rodé los ojos y subí las escaleras, busque la habitación de Dove y cuando la encontré la abrí, ella estaba de espaldas.

Mire su espalda desnuda, había una cicatriz, ella se giro y me vio.

— ¿como esta la niña?— preguntó colocándose su blusa.

— bien ¿puedo saber como es que tienes esa cicatriz?— pregunte.

— un lobo me ataco y no pude defenderme, sus garras penetraron tanto mi piel que no sano.

— ¿como es que te ataco el lobo?

— no me ataco a mi directamente, fue queriendo lastimar a alguien que apreciaba muchísimo, recibí el ataque por esa persona.

— ya veo... ¿como te encuentras?

— mejor, gracias Luna— sonreí.

— gracias a ti Dove.

— te lo debía, mi comportamiento fue estúpido cuando llegue— sonrió—  Jasper es tuyo, solo quiero... Quiero ser feliz, lo lamento.

— partiré hoy mismo a la mansión Venandi, por favor mantén vigilada a Tamara.

— claro, ten cuidado y regresa pronto.

— adiós...— me despedí saliendo de su habitación.

Entre a la habitación que comparto con Jasper y me duche quitando todo rastro de sangre, tenia suerte que su patada no había sido fuerte, rastro de sangre salían de mi nariz, ardía pero quería llegar a la mansión Venandi, estaba segura que Julieta y mi abuelo ya habían llegado.

Salí del baño y me vestir, tome mis arma, al bajar observa a Jasper.

— te dije que no.

— y yo te dije que si — contesto.

— Jasper....

— mi padre se quedara a cargo, no tienes que preocuparte. 

Me acerque hasta quedar en frente de él.

— Son cazadores, la mitad de ellos estarán con mi abuelo, no quiero que te desprecien.

— No tienes que presentarme como tu alma gemela.

— ¿seguro?—lo vi dudar pero asintió.

La tarde estaba llegado, me subí encima de Jasper y él empezó a correr, me aferre fuerte a su pelaje.

Cuando llegara a la mansión hablaría con todos.

Antes que anocheciera Jasper llego, baje de él y mire mi antiguo hogar.

— Artemisa— dijeron muchos cazadores con sorpresa.

Jasper volvió a su forma humana y muchos retrocedieron.

— es bueno ver los a todos de nuevo— dije con una sonrisa.

— por dios, es bueno tenerla de nuevo aquí, su familia no nos a dicho nada— dijo uno mujer, algo me decía que mentía. 

— asuntos familiares— respondí.

— ¿quien es el lobo?— uno de los cazadores encargados de cuidar miraba a Jasper con desconfianza.

— solo un-

— Ariana— gire y vi a mi madre.

— mamá— dije corriendo a ella, la abrace fuertemente y ella hizo lo mismo.

— Hija... Por fin llegaste.

Me separe de ella.

— Jasper, es bueno tenerte aquí— mi madre le sonrió y él hizo lo mismo.

— gracias, Clara.

— es hora de entrar.

Entramos a mi casa y volví a sentirme en ambiente, extrañaba mi hogar.

— las heridas de tu abuelo ya están vendadas.

— por favor llama a todos los cazadores y que se junten afuera de la mansión.

— claro hija.

Mi madre salio de la casa.

Me deja caer en el sillón y le indique a Jasper que se sentara.

— ¿extrañas estar aquí?— preguntó Jasper.

— es mi hogar, lo extraño completamente.

— Por fin estar aquí— Julieta camino hasta a mí — tienes que contarme que sucedió, Leo solo me llamo, fui y recogí a Demian ¿que sucedió?

— Helios estuvo ahí— ella amplio los ojos y miro a Jasper.

— ¿ya le has dicho quien es Helios?

Jasper me miro buscando respuesta.

— es el hermano de Julieta y... Ayudo a Demian.

— ¿lo encontraron?— preguntó y negué.

— huyo...

— Como que Helios estuvo ahí— mi madre se metió a la conversación.

— si, él lo ayudo.

— no puedo creer que haya aparecido de nuevo, después de que te dejara no debe ni aparecerse en pintura, no puedo creer que retuvieron a punto de casars- — mire a mi madre pidiéndole con la mirada que se callara.

— Ariana...— Jasper me llamo.

— te lo contare luego— dije y él no respondió.

— ya los cazadores están afuera— asentí. 

Salí quedando en el pórtico de la mansión.

Jasper permanecía detrás de mí.

—  Como sabrán estuve ausente dos semanas, esto se debe a que encontré a mi alma gemela.

— ¿como sabes que es tu alma gemela?— hablo un cazador.

— por que es el alfa de la manada Luna creciente, Jasper Dawson es mi mate y por lo tanto soy su Luna.

— Y ahora que nos dice eso... ¿dejara de proteger a los humanos por lobos?— preguntó Alanna con recelo.

— no, soy Artemisa y eso no cambiara, sin embargo al decir esto quiero saber quienes están en contra de nuestra regla, Un cazador no matara a una criatura si no se lo merece.

— todos los lobos merecen morir, buenos o malos son monstruos— apoyo Alanna. 

— claro que no, no todos los lobos son malos, algunos han ayudando a cazadores, humanos y lobos podemos convivir— aporto alguien más.

— ¿Quien apoya a Alanna?— pregunte, cinco personas levantaron la mano.

— llama a mi abuelo— Julieta asintió y entro a la manso, un minuto después salio con Demian. 

Tome un arma y lo apunte.

— no te muevas— dije y él no respondió—  Mi abuelo Demian, padre de Apolo hizo un secuestros raptando a mi hermano a mí — todos lucieron sorprendidos— y todo esto lo hizo para formar una rivalidad entre lobos y cazadores, lo que hizo fue ponernos en peligro, un acuerdo fue firmado y desde entonces hemos vivido en paz y es por eso que nadie arruinara el acuerdo por el que luchamos.



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En el texto hay: cazadores, hombres lobos, romance

Editado: 20.06.2021

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