Me levante, el sol aún no salía y a pesar de estar tan cómoda tenía que recorrer la zona de los cazadores.
Levante el brazo de Jasper y él se quejo.
— ¿a dónde vas?— preguntó adormilado.
— tengo que— bostece— ir a recorrer la zona de los cazadores.
— pero el sol aún no a salido...
— mejor aún.
Su mano no se apartó y me atrajo más a él.
— la recorres mañana— dijo aún sin abrir los ojos.
— nos iremos hoy mismo así que no hay un mañana.
— Un poco más...— suspire.
— perdón— con fuerza lo empuje hasta botarlo de la cama.
— auch...— se quejo.
Salí de la cama y me adentre al baño.
Me vestí de manera rápida y al salir, Jasper se estaba poniendo su camiseta.
— pondré almohadas debajo de la cama, no es la primera vez que lo haces— sonó molesto, me acerque a él y lo abrace por detrás.
— no te enojes, es la única manera para que despiertes.
— hay otras— apartó mis manos de su cintura para verme de enfrente— puedes usar unas más cariñosas como...— empezó a dejar besos en todo mi rostro— así...— sus labios buscaban los míos.
— ¡ARIANA!— me sobresalte y Julieta abrió la puerta— ya es tarde, pensé que seguías dormida...
— ¿cómo es que tienes una llave de mi habitación?
— tengo una llave de toda la mansión.
— no puedo creer que las cuatro de la mañana para ustedes sea tarde— agregó Jasper tomando su chaqueta.
— vamos— dije saliendo de la habitación.
Jasper caminaba detrás de nosotras, salimos de la mansión y empezamos a caminar por el bosque.
— él debe estar cerca, querrá arruinarte la vida, eso sin duda— dijo Julieta conociendo a su hermano.
— cuando de el primer paso caerá, no tienes que preocuparte por él.
— me preocupo por ti.
Jasper dejó de caminar y me miro.
— ¿pasa algo?— pregunte.
— esas huellas— señaló el suelo.
Pise las huella viendo que parecían humanas, sin embargo se iba desfigurando hasta quedar como los de un lobo.
— son las mismas huellas.— dijo Julieta borrándolas.
— van al sur— dije.
— tendré que ir a la manada del sur, los lobos vienen de ahí y una razón tiene que haber.
— te acompaño— dije y él negó.
— no somos aliados de Luna Llena.—ese era el nombre de la manada del sur.
— de igual forma te acompañare, digas no o si— él rodó los ojos y continuamos.
— cuidate por favor— Julieta volvió a mi lado.
— estaré bien.
— Helios es un lunático, es mi hermano y no quiero que lo lastimes pero tampoco quiero que te lastime.
— no pensaba hacerle daño, o al menos no del todo.
— ¿por qué Helios es diferente a ustedes?— preguntó Jasper.
— Helios fue criado por Demian, lo escogió desde el inicio para formar parte de los cazadores y Apolo lo apoyó en esa decisión, además quería un futuro para su hija y el pequeño pelirrojo era mejor opción.— torcí los labios viendo el ceño fruncido de Jasper.
— ya no hables— regañe a Julieta.
— ¿en verdad tus padres querían casarte con el cabeza vómito de zanahoria?
— no te metas con su cabello— amenazó Julieta.
— él no debió meterse con lo que me pertenece— Julieta sonrió de lado al saber de que hablaba.
— no seas tan posesivo— regañe golpeando su pecho— ahora volva-
Esa inquietud, como si alguien me observara...
— ¿sientes a alguien cerca?— pregunté y él asintió mirando a todos lados.
El aullido que siempre se escucha se hizo presente pero se escuchaba más cerca.
— alguien los está llamando— Jasper empezó a correr en dirección al aullido.
Julieta lo siguió mientras yo me quedaba parada sin dejar de sentir tal sentimiento.
— ¿Ariana?— levante la mirada observando a Julieta—¿pasa algo?
— nada...
Jasper tuvo una mala suerte, no encontramos nada y volvimos a casa.
Al llegar a la entrada mire cajas.
— ¡Artemisa!— Iris corrió a mí.
— Hola Iris...— la salude.
— es bueno verla de nuevo Artemisa.
— digo lo mismo— miro a Jasper
— oh por los dioses... Ustedes debe ser su alma gemela.
— asÍ es, soy Jasper— le extendió su mano.
— Iris— la tomó en saludo— es un gusto poder tener a un alfa frente a mis ojos.
— no es como si fuera tan grandioso— el comentario de Julieta me hizo reír y Jasper solo la miro de mala manera.
— ¿que te trae por aquí Iris?
— sé que son cazadores pero traje grandes armas, no son muy comunes— me acerque a las cajas.
— ábrelas y veamos.
Ella las abrió emocionadas, me acerque y tome el mango sacando el objeto.
— Es bellísima...— dijo Julieta al verla.
— sin duda lo es, yo ya consto con una ballesta y un arco, creo que esto es más para ti Julieta.
— Seria grandiosa...— le extendí la espada.
— cada cazador se mueve de diferente manera, tu eres más ágil en batalla, usalas para proteger a los nuestros—ella lo tomo.
— gracias Artemisa.— sonreí y mire a Iris.
— siempre haces grandes trabajos.
— gracias Artemisa, por cierto ¿ya uso el arco y la ballesta?—negué.
— quiero conservarlos, saber que son regalo de mis padres me hace querer conservarlos intactos.
— tu padre te lo dio para que los usaras no para que los guardaras, dales uso.
— lo haré pronto.
— bueno, me voy. Un gusto conocerlo Alfa, adiós Ariana y Julieta.
— adiós— nos despedimos viéndola irse.
Al llegar el atardecer estaba lista para partir, subí a mi habitación y debajo de mi cama saque la caja, Jasper me observo en cada momento.
— ¿tu padre te lo regalo?— asenti con la cabeza sacando el arco.
— Hazlos feliz pero no olvides los más importante, tu felicidad. —leí y miré a Jasper— tengo que darle uso a este arco, además un lobo rompió el mio.
— ¿nos vamos?
Editado: 20.06.2021