Epílogo

Después de más de diez años de ausencia, Giulian había sido rescatado de las manos de Bastian. Las noticias que se vieron obligados a darle, no contribuyeron en lo más mínimo a hacer de su regreso algo feliz, o al menos no para él, pues enterarse que su novia estaba muerta y que su hermana era la responsable tanto de esto como de las muertes de Daniel y Amy, lo habían destrozado.

Las cosas en el mundo Arzhvael, y como había dicho Iván, estaban quizá peor que antes debido al enorme poder que Bastian había ido acumulando, pero Giulian estaba de vuelta, y aquello era garantía de que iban derechos a enfrentar una guerra de guerrillas, pues aquel individuo se dejaría la vida en su empeño por cazar a aquella asquerosa rata de río, y de ser posible, pensaba matarlo con sus propias manos.

En el caso del resto del cuerpo de Arzhaelíes, estaban tan dispuestos como el furioso individuo que acababa de regresar, a hacerle la vida miserable a Bastian O’Neill.

Y en lo que respectaba a los más jóvenes, tenían tantos o más motivos que nadie para librar aquella batalla, y aunque la decisión de todos los hiciese convertirse en unos Perseguidos.