En la vida lo más triste no es sentirse desgraciado, sino que nos falte tan poco para ser felices y no podamos conseguirlo
La cena que Sam había organizado para los adultos mientras los chicos se divertían en el jardín, se había desarrollado en un ambiente ameno. Arcturus Blackwell intentó establecer una conversación con Giulian, pero había que decir que le había costado bastante. Aun así, finalmente Giulian no pudo evitar la charla sin riesgo de quedar como un grosero, pero cuando ya habían llegado al postre, la conversación había tomado un derrotero peligroso.
Sam estuvo segura por la forma de tensar la mandíbula, que Giulian se había puesto rígido al escuchar aquello. Giulian por su parte pensaba que nada que comenzara con esa frase tenía muchas posibilidades de gustarle, y menos si procedía de aquel individuo. Aderyn que había permanecido atenta durante la velada, pensó que al final ella tendría razón. Había estado en desacuerdo con Sam a la hora de asignar los lugares para la cena, en su opinión colocar a Giulian y a Arcturus tan cerca era como estar sentados sobre un barril de pólvora con una vela en la mano, pero Sam había insistido tercamente y tenía sus razones para ello. Según y cómo ella veía las cosas, lo mejor era que Giulian se fuera haciendo a la idea de la cercanía de Arcturus Blackwell, no solo por la sólida relación de su propio hijo con Atenea, sino que estaba segura de que en cuanto a Gamariel se le pasara su terquedad, terminaría al lado de Ares. Así que ahora prestó atención, porque podía necesitar intervenir si el asunto se salía de control.
Arcturus le sonrió, pero Giulian estaba tan tenso que le habría resultado imposible sonreír, aunque hubiera querido hacerlo.
Sam miró a Giulian, pero éste había clavado sus azules ojos en Blackwell, de modo que recurrió a un método más eficaz que el intentar transmitirle calma a través de su mirada.
Y era totalmente cierto, desde que Darien les había informado acerca de su conversación con el padre de su novia, ellos supusieron que en cualquier momento el hombre reclamaría la actitud del chico y en realidad había esperado mucho.
Sam se tranquilizó un poco, al menos no parecía tener deseos de asesinar a su hijo, pero Giulian seguía en tensión, su instinto seguía gritándole que aquello por muy bien que sonara, era solo el preámbulo a algo menos agradable.
A Giulian no le gustó ni el aparentemente ni el parecen, pero no estaba en posición de cuestionar nada, porque de haberse tratado de él, el sujeto en cuestión tendría pocas posibilidades de haber sobrevivo, de modo que guardó silencio y se limitó a seguir escuchando.
Aunque Giulian intentaba asimilar lo que estaba escuchando, tuvo que prestar atención, porque Blackwell volvía a hablar.
Giulian no sabía si matar a este desdichado por enredar a su hijo en esto, o si estrangular a su propio hijo por ser tan estúpido como para dejarse enredar, mientras que Samantha con un poco más de lógica, algo que Giulian no tenía ni en sus mejores momentos, lo que le extrañaba era que Darien no les hubiese dicho nada aún. Giulian estaba mirando a Arcturus sin tomar una decisión, pero tuvo que prestar atención porque el infeliz seguía hablando.
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Editado: 28.11.2023