Cap. 13 Una historia repetida

No sabían ni cuándo ni cómo se habían enamorado, pero ahí estaba, el amor más imposible del mundo

Cuando Iván abandonó la habitación, Sam se acercó a la cama y dudó un momento por lo que iba a hacer. Iván había dicho que el estado de Giulian obedecía a un shock y ella quería saber qué lo había producido, de modo que se sentó en el borde de la cama y colocó su mano en la frente de Giulian, pero antes de cerrar los ojos para introducirse en sus recuerdos, lo miró.

• Perdóname amor, pero debo saber la razón para que estés así.

Cerró los ojos y se dispuso a hurgar en los recuerdos de él, pero tenía que darse prisa, porque Diandra y Danny debían estar por llegar. Como era lógico no necesitó ir muy lejos ya que era el último recuerdo en su memoria, pero la sorpresa y el dolor la atacaron con la misma intensidad. Retiró la mano de la frente y se la llevó al pecho. Ahora entendía cabalmente lo que había sucedido, la sorpresa y el dolor de Giulian debieron ser muy grandes en aquel angustioso momento. Sintió una profunda pena tanto por él, como por sus hijos, pero sobreponiéndose pensó que lo mejor que había podido suceder era que él se hubiese desconectado en lugar de reaccionar en forma violenta como seguramente lo habría hecho. Ahora era necesario que ella hablara con los chicos, ellos debían estar muy confundidos y pasándola muy mal. Cuando Danny y Diandra entraron a la habitación, ella ya había tomado una decisión.

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Cuando Darien y Derian se separaron en el jardín, el último se dirigió directo a la casa. Vio a sus tíos Danny y Diandra subiendo la escalinata hacia la casa y a Zoran que se dirigía hacia la pista. Se apresuró y se dirigió al Salón. Buscó a sus padres con la mirada, lo que no le llevó mucho tiempo ya que no había muchas personas, pero ninguno de los dos estaba allí, al igual que sus tíos a los que acababa de ver entrar. Se acercó a su abuela para preguntarle.

• Disculpa abuela – dijo llamando su atención –  ¿Dónde están papá y mamá?
• Hace unos minutos estaban allí – dijo señalando unos sillones –  conversando con Danny y Di, pero si necesitas algo yo puedo ayudarte, cariño.
• No abuela, gracias. Solo quería hablar con papá.

El gemelo salió del Salón y consideró sus opciones. Sabía que algo no estaba bien, aunque no sabía con exactitud qué.  Cerró sus ojos y se concentró para ubicar a su madre, abrió los ojos e inmediatamente se desmaterializó para materializarse en la habitación de sus padres, pero su madre no estaba allí, en cambio…

• ¡Papá! – gritó y corrió hacia la cama

Se inclinó sobre la figura de su padre y sus ojos recorrieron rápidamente el cuerpo de éste notando que no tenía ninguna herida visible, de modo que levantó los ojos hacia su tía.

• ¿Qué sucedió?  ¿Dónde está mamá?
• Tranquilízate…  –  Diandra dudó, no estaba segura de cuál de los gemelos se trataba 
• Derian – dijo el gemelo con fastidio
• Giulian sufrió un shock, pero estará bien. Y Sam acaba de salir.
• ¿Pero por qué? – preguntó mirando a su padre –  ¿Qué causó esto? ¿Y por qué mamá no está aquí?
• Aún no lo sabemos, y tú madre ya regresa, está hablando con Danny.

Derian miró de nuevo el pálido rostro de su padre y se preguntó qué demonios estaba pasando.

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Darien se apareció en el cuarto de las trillizas con Galadriel en brazos, la depositó en la cama y elevo las manos hacia la puerta aplicando varios conjuros, porque iba a averiguar qué era lo que estaba sucediendo y no quería que nada ni nadie los interrumpiera. Luego colocó una mano sobre el pecho de Galadriel para reanimarla. La chica abrió los ojos, miró a su alrededor y una vez ubicada se incorporó rápidamente en su cama.

• Darien… cómo…
• Yo te traje – informó él – y ahora quiero que me digas qué sucedió. Y no saldré de aquí hasta no escuchar una explicación razonable, Galadriel – dijo en un tono que no admitía réplica

La chica se había puesto de pie, pero al escuchar lo que le estaba diciendo su hermano, se desplomó nuevamente en la cama y comenzó a llorar de forma desesperada. Darien la miró alarmado y pensó que quizá había sido muy brusco con ella cuando todo lo que quería era ayudarla.  Se acercó y se arrodilló frente a ella.

• Gali, no quise… solo quiero ayudarte, pero si no me…
• Nadie puede ayudarme – lo interrumpió ella entre sollozos –  esto no tiene solución.
• No seas tonta, todo puede solucionarse, solo dime de qué se trata y juntos lo resolveremos – le dijo con seguridad, pero Galadriel seguía llorando con desconsuelo.
• Mírame – le pidió él, y ambos pares de ojos que parecían los unos, reflejo de los otros, se miraron con intensidad – ¿Acaso no confías en mí?

La trilliza se aferró al cuello de Darien y él se sorprendió mucho, porque lo próximo que percibió fue miedo.  La dejó llorar un momento y cuando la sintió un poco más calmada, lo intentó de nuevo.

• Gali no hay nada que juntos no podamos resolver. Solo dímelo y…
• Me enamoré, Darien – lo interrumpió ella.