Arzhvael (libro 10. Criaturas Mágicas)

Cap. 25 Corta negociación

 

Aunque mientras estuvieron en  la escuela, Erskin no tuvo ningún trato más allá del saludo con Elijah, y ni eso con Alexander, aunque lógicamente los conocía como conocía el colegio entero a todos los miembros de aquellas familias, una vez que la reanimaron y sin escuchar las explicaciones que Nat iba a intentar darle, corrió a abrazar a Elijah y a un sorprendido Alex que por lo demás, tenía excelentes razones personales para no sentir ni la más mínima simpatía por ningún miembro de la raza de Erskin, de manera que, aunque no pudo evitar el contacto, no correspondió al efusivo abrazo.

  • No se hagan muchas ilusiones – dijo Iker – seguramente esa reacción es solo porque no son vampiros, pero en breve notaran que es realmente…
  • ¡McKenzie! – chilló ella
  • Afortunadamente no, porque si lo fueras…
  • Basta Iker – lo detuvo Nat

Mientras Nat hacía esto, Erskin miraba a Elijah con insistencia y él elevó una ceja como lo hacía su madre; a pesar de que ese gesto le recordó desagradablemente a Izek y al mismo Iker, en Elijah era claro para ella que indicaba curiosidad, mientras que en Iker era simple fastidio, y en el otro, le lucía como una clarísima señal de peligro.

  • Supongo que está mal que me sienta contenta de que estén aquí, porque eso significa que los atraparon a ustedes también – dijo ella apenada y escuchó la risa de Iker
  • Como verán no es que sea muy brillante – dijo él en tono desagradable mirando a Elijah y luego la miró a ella – Y no alteza, hasta para ti debería ser obvio que si fuesen prisioneros no estarían aquí precisamente, sino en una celda, pero más allá de eso, él es un berserker y la única forma como podría estar si lo hubiesen atrapado, sería muerto

Nat se llevó una mano a la cabeza mientras Elijah disimulaba la risa, Alex tenía expresión neutra y Erskin de asombro, pero iba a sorprenderse aún más al escuchar a Elijah.

  • No, señorita Galen, hemos venido a sacarlos de aquí

Erskin ahogó una exclamación y miró a Nat cuya expresión se había vuelto sombría. En ese momento llamaron a la puerta y Nat se movió hacia ella, recibió el encargo que le había hecho a Izek y un segundo después Elijah estaba despachando la comida que les habían llevado mientras que Alex lo hacía con más cautela.

  • No está envenenada, hombre – le dijo Elijah
  • Tú también deberías comer, Erskin – recomendó Nat, pero ella aun lo miraba esperando la confirmación de lo que Elijah había dicho
  • ¿Nat?

Como Elijah ya había satisfecho parcialmente su apetito, se acercó a la chica y tomándola por un brazo la hizo sentarse procediendo luego a explicarle cómo habían llegado hasta allí, y que, aunque inicialmente los planes no eran de rescate, estaban en posición de hacerlo.

  • Pero aún seguimos sin saber para qué querían a Alaric – dijo Alex
  • ¿Alaric? – dijo Erskin en tono interrogativo - ¿Alaric Gailard?
  • El mismo – respondió Elijah y ella arrugó el entrecejo – ¿Debo suponer que lo conoces? – agregó al notar el cambio de expresión de la elfa
  • Claro que lo conoce, necio, es una elfa ¿no? – dijo Alexander
  • Tu amigo tiene razón – reconoció ella – Todos los elfos sabemos quién es él
  • Famoso nuestro medio elfo

Iker había dicho aquello con el único fin de molestarla ya que estaba perfectamente al tanto de lo mucho que los elfos detestaban aquel término, pero Erskin no pareció prestarle atención y se veía pensativa. Los chicos se miraron y cuando Elijah estaba a punto de hablar lo hizo ella.

  • Alaric Gailard es príncipe no solo de su bosque, sino que por orden de nuestra señora Isalfar, lo es de toda nuestra raza

Algo tarde los chicos recordaron la vieja historia que les habían referido sus padres con relación a los hechos acaecidos en la Cueva de la magia, y Elijah que lo sabía de cierto pues había estado allí, juntó las cejas, pues, aunque sabían aquello, estaban tan acostumbrados a pensar en el arzhaelí como en el tío Alaric y nada más, que habían olvidado por completo aquello.

  • Adicional a eso, se supone que… a mi regreso de la escuela, se llevaría a cabo la ceremonia donde me comprometería en matrimonio con él – agregó Erskin

Aquello sí que fue una sorpresa mayúscula para ellos, pues no habían escuchado a nadie hablar de eso, y si había dos personas a las que no se imaginaban casados, eran Garlan y Alaric, o al menos no Elijah, y Alex que habían tenido ocasión de ver el comportamiento de aquellos dos. No obstante, fueron sacados de sus pensamientos fueran éstos los que fueren cuando Erskin volvió a hablar.

  • ¿Cómo están las cosas allá afuera? – preguntó y ellos tardaron un poco en reaccionar
  • ¿Con respecto a qué exactamente? – preguntó a su vez Elijah
  • Cuando fuimos secuestrados, todos aseguraban que se avecinaba una guerra; nuestros bosques estaban siendo atacados y una densa corriente de energía negativa se había ido extendiendo por todas partes
  • Y estamos en medio de una – reconoció Elijah




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