Arzhvael (libro 2. Perseguidos)

Cap. 13 Conociendo Clever House

 

Sam despertó en mitad de la noche con un sobresalto, miró a todos lados pero no había nada, de modo que volvió a recostarse, pero la sensación de que había alguien en la habitación no se le terminaba de pasar. Aún así volvió a dormirse y en la mañana no recordaba el asunto.

Como era su costumbre, Sam se había levantado muy temprano, después de bañarse notó que no tenía ropas para cambiarse. El día anterior Eve les había proporcionado un cambio de ropa, pero ahora tendría que ponerse las mismas que uso en la noche. Una vez que estuvo lista, intentó hablar con Danny, pero como no le contestó, supuso que aún dormía, de modo que salió de la habitación y se dispuso a bajar, sin duda alguien estaría despierto ya.

Salió al pasillo y no escuchó ningún ruido, aunque la noche pasada se habían acostado bastante tarde, porque después del episodio del Juramento aún se quedaron un buen rato más, no creía que los Arzhaelíes tuviesen por costumbre dormir hasta tarde.

Llegó al final de las escaleras y no se encontró con nadie, de modo que caminó hacia el comedor que era el único lugar de la casa del que conocía el camino y allí se encontró a Delos.  Su primer impulso fue abandonar el lugar, pero algo en la actitud de él la detuvo. Estaba solo y sentado jugueteando con una taza evidentemente vacía en las manos mientras su mirada estaba perdida en la distancia. Se acercó, tomó la jarra y llenó la taza. Él casi se la echa encima, porque no se había dado cuenta de nada.

  • Pero… ¿qué…? - se detuvo al encontrarse con los ojos violeta - ¿Qué pretendes? - preguntó malhumorado
  • Lo siento - se disculpo ella - pero parecías necesitarlo.
  • ¿Qué cosa? ¿Quemarme?

El genio Douglas estuvo a punto de hacer explosión ante tanta ingratitud, pero de algún modo logró contenerlo.

  • Solo quise ser amable - dijo colocando la jarra de nuevo en la mesa y dándole la espalda
  • Sí claro, después de intentar matarme.

Ella se volvió lentamente y lo miró. Por un momento Delos temió algún otro arranque como el de la noche anterior y ella sonrió.

  • Para ser un Arzhaelí, careces del instinto adecuado para ver venir las cosas. Lamento lo de anoche, pero ya es hora de que entiendas que Danny no es papá, que papá está muerto y que la antipatía que sentías por él, sea cual fuere el motivo, es tiempo de que la dejes donde corresponde y no nos hagas responsables a nosotros.

Dicho esto le dio la espalda  abandonando el comedor y casi atropella a Giulian en su precipitada salida.

  • ¡Princesa! - exclamó él asiéndola por los hombros - ¿A dónde vas con tanta prisa?
  • Lo siento,  solo iba a…

Él la miró y elevó una ceja ante su vacilación.

  • ¿Sucede algo?
  • No. ¿Dónde están todos?
  • La mayoría en el estudio y supongo que los chicos aún no despiertan - la miró y arrugó el entrecejo - ¿Por qué estás vestida con la misma ropa?
  • No tenía nada más que ponerme - y luego agregó en forma sarcástica - Tal vez no lo hayas notado, pero salimos con algo de prisa y no tuvimos tiempo de hacer equipaje
  • Pues le informo, señorita - dijo él disimulando una sonrisa - que siendo esta su nueva casa, le habría bastado con abrir el armario y encontraría allí todas sus cosas personales.

Ella abrió mucho los ojos y luego se disculpó.

  • Lo siento Giulian, no quise ser grosera.

El rio de manera abierta y la abrazó.

  • Descuida princesa, no lo has sido. Vamos, te acompañaré a desayunar 

Sam vaciló recordando que Delos estaba aún en el comedor, pero ya Giulian la arrastraba hacia allí. En cuanto entró se detuvo y miró al Arzhaelí y luego a Sam comprendiendo de súbito por qué la chica había salido de esa manera del comedor. Sintió una ira repentina y el deseo de golpear a Delos, ya que sin duda era el responsable del malestar de ella.

  • Te esperan en el estudio - le dijo, pero Delos lo ignoró y miró a Sam
  • ¿Podemos hablar?
  • ¿Qué tienes tú que hablar con ella?
  • No es asunto tuyo, Cornwall.
  • Te recuerdo que Samantha es mi ahijada y eso me hace responsable de ella - dijo entrecerrando peligrosamente los ojos - Así que cualquier cosa que debas decirle, lo harás en mi presencia.

Pero Sam tenía razón, Delos parecía carecer del instinto adecuado.

  • Cuando lo consideres oportuno y te deshagas de este imbécil, búscame - le dijo y comenzó a caminar hacia la puerta

Giulian le bloqueó el paso y le puso la mano en el pecho.

  • Si te le acercas, si le dices algo desagradable o si le causas algún malestar de cualquier especie, te faltará tiempo para arrepentirte ¿está claro?
  • ¡Quítate de mi camino, Cornwall!
  • Te recuerdo que estás en casa y aquí quien da las órdenes soy yo - dijo en forma maligna - ¡Largo!




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