Sam despertó en mitad de la noche con un sobresalto, miró a todos lados pero no había nada, de modo que volvió a recostarse, pero la sensación de que había alguien en la habitación no se le terminaba de pasar. Aún así volvió a dormirse y en la mañana no recordaba el asunto.
Como era su costumbre, Sam se había levantado muy temprano, después de bañarse notó que no tenía ropas para cambiarse. El día anterior Eve les había proporcionado un cambio de ropa, pero ahora tendría que ponerse las mismas que uso en la noche. Una vez que estuvo lista, intentó hablar con Danny, pero como no le contestó, supuso que aún dormía, de modo que salió de la habitación y se dispuso a bajar, sin duda alguien estaría despierto ya.
Salió al pasillo y no escuchó ningún ruido, aunque la noche pasada se habían acostado bastante tarde, porque después del episodio del Juramento aún se quedaron un buen rato más, no creía que los Arzhaelíes tuviesen por costumbre dormir hasta tarde.
Llegó al final de las escaleras y no se encontró con nadie, de modo que caminó hacia el comedor que era el único lugar de la casa del que conocía el camino y allí se encontró a Delos. Su primer impulso fue abandonar el lugar, pero algo en la actitud de él la detuvo. Estaba solo y sentado jugueteando con una taza evidentemente vacía en las manos mientras su mirada estaba perdida en la distancia. Se acercó, tomó la jarra y llenó la taza. Él casi se la echa encima, porque no se había dado cuenta de nada.
El genio Douglas estuvo a punto de hacer explosión ante tanta ingratitud, pero de algún modo logró contenerlo.
Ella se volvió lentamente y lo miró. Por un momento Delos temió algún otro arranque como el de la noche anterior y ella sonrió.
Dicho esto le dio la espalda abandonando el comedor y casi atropella a Giulian en su precipitada salida.
Él la miró y elevó una ceja ante su vacilación.
Ella abrió mucho los ojos y luego se disculpó.
El rio de manera abierta y la abrazó.
Sam vaciló recordando que Delos estaba aún en el comedor, pero ya Giulian la arrastraba hacia allí. En cuanto entró se detuvo y miró al Arzhaelí y luego a Sam comprendiendo de súbito por qué la chica había salido de esa manera del comedor. Sintió una ira repentina y el deseo de golpear a Delos, ya que sin duda era el responsable del malestar de ella.
Pero Sam tenía razón, Delos parecía carecer del instinto adecuado.
Giulian le bloqueó el paso y le puso la mano en el pecho.
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Editado: 20.08.2022