Arzhvael (libro 4. Nueva Vida)

Cap. 13 Sangre Douglas II

 

Las pruebas se efectuaron y tal como dijo Iván, todas fueron hechas en el Laboratorio, razón por la cual nadie sufrió ninguna incomodidad. Sin embargo, cuando los Läkares estuvieron listos para dar los resultados, dijeron que aparentemente tanto los Douglas como las McKenzie, Gail y Mael, eran resistentes al veneno de Midgard, lo que por descontado los hacía inmunes a cualquier otro conocido hasta el momento. Sam y Mael, aceptaron tal y como lo habían prometido, que la sangre de Elijah fuese analizada, arrojando ésta el mismo resultado, pero los Läkares dijeron que para estar absolutamente seguros de todo lo anterior, lo ideal sería poder probarlo en el cuerpo de ellos.

Dan y Giulian se opusieron con tanta vehemencia que los hombres se asustaron. Sin embargo, Sam dijo que ella estaba dispuesta a someterse a la prueba, pero antes de que Danny pudiese intervenir lo hizo Mael.

  • ¿Bastaría con que lo hiciese uno solo? –  preguntó – Porque si es así, lo haré yo
  • No tienes por qué correr ese riesgo, cachorro – dijo Danny
  • No voy a permitir que la Nena se arriesgue tampoco – insistió él
  • No será necesario, porque yo estoy dispuesto a hacerlo – dijo Danny a su vez
  • Si me permiten – intentó uno de los Läkares – no existe ningún riesgo
  • ¿Pretende inyectarles veneno y dice que no hay ningún riesgo? – preguntó Dan furioso
  • Se hará en un ambiente controlado, estaremos vigilándolos de forma constante, y si las células no comienzan a regenerarse en el mismo lapso de tiempo que lo han hecho en el Laboratorio, estaríamos preparados para administrarles el antídoto de inmediato.
  • ¿Y qué sucede si es demasiado tarde? – preguntó Giulian
  • Le aseguro que no lo sería, porque como dije, estaremos monitoreando sus valores en forma constante.
  • No pienso permitir esto – insistió Dan
  • Papá, no puedes impedírmelo, y si queremos estar seguros de todo esto, esa es la única manera – porfió Danny
  • Danny, no hay necesidad de darles esa mortificación a tus padres, déjame hacerlo a mí – pidió Mael

Después de mucho discutir, Mael logró convencerlos y a la mañana siguiente, fue ingresado en el área de investigación en el Castillo de Arx dónde habían estado anteriormente los Douglas, para comenzar la prueba. Como era de esperarse, todos fueron con él, pero solo a Sam le permitieron pasar. A los pocos minutos de inyectarle una dosis bastante concentrada del veneno, Mael comenzó a experimentar los síntomas del envenenamiento. Su piel adquirió un color ceniciento y los primeros órganos en ser atacados fueron los pulmones, por lo que comenzó a tener dificultad respiratoria.

  • Voy a detener esto
  • No Nena – dijo él sujetándola por un brazo – quiero saber si realmente tú y mi hijo estarán protegidos contra esto, pero sería mejor que esperaras afuera con los demás
  • No voy a dejarte

Pero a pesar de su determinación, comenzó a desesperarse cuando Mael fue atacado por una violenta fiebre y comenzó a sudar frío. En un berserker eso era sumamente alarmante.

Afuera los chicos no estaban mucho mejor, ya que Sam los mantenía informados de cómo iba todo, y en cuanto Danny sintió la desesperación de su hermana, casi derriba la puerta con intención de que detuvieran aquello.

Sin embargo, varias horas después y cuando ya todos estaban en el nivel de la desesperación, incluidas Aderyn y Diandra que habían estado conteniendo a los chicos, los síntomas comenzaron a revertirse, y una hora más tarde la fiebre había desaparecido, así como la dificultad para respirar, pero el veneno aun tardó casi tres días en desaparecer por completo del sistema de Mael. Dos días después, los Läkares daban los resultados finales.

  • Podemos concluir que la prueba resultó exitosa y no nos cabe ninguna duda de que son absolutamente inmunes al veneno. La concentración que se le aplicó fue la más alta y en estado puro, lo que equivaldría a ser mordido por una Midgard. Sin embargo, si en alguna otra ocasión fuesen atacados de forma tan violenta, sería conveniente que ingiriesen el antídoto a fin de mitigar el malestar del envenenamiento, ya que es inevitable que pasen por él.
  • ¿Y saben qué es lo que hace a nuestra sangre inmune? – preguntó Sam
  • Solo en teoría, señorita – dijo otro de los miembros del equipo –   Los descendientes de las Dríades son por lo general muy resistentes a los venenos provenientes de las plantas que son la mayoría, por lo que ya poseen ustedes esa ventaja. Pero, además, siendo descendientes de una Sirena y siendo esta una criatura del elemento agua al igual que la Midgard, suponemos que la mezcla de ambas líneas de sangre, hicieron posible esa inmunidad generalizada, ya que sus padres por separado, no la poseen.
  • ¿Eso quiere decir que, si le damos nuestra sangre a cualquiera, podríamos protegerlos? – preguntó Danny mientras Sam pensaba que había un error al menos con el asunto de la Dríade, porque hasta donde ella sabía, eran los Cornwall los que descendían de una, pero obvió eso y siguió prestando atención
  • No, no funciona así.  Si los demás se han beneficiado de esto es por el Juramento de Sangre que hicieron.  Este es un antiguo y muy poderoso conjuro que ha unido su sangre de forma irreversible, y por supuesto, sus descendientes directos, como ya ha quedado demostrado, tendrán la misma protección.
  • ¿Incluso los nuestros? –  preguntó Gail
  • Sus hijos sí, pero hasta allí, en el caso de los Douglas, todos sus descendientes de ahora en adelante.
  • ¿Alguna otra pregunta? –  intervino Eowaz después de un breve silencio, y como nadie dijo nada se dirigió a los Läkares – Se los agradecemos mucho, caballeros, los señores McEwan y Gailard irán con ustedes ahora, y luego de que hagan lo que ellos van a indicarles, estarán en libertad de regresar a sus actividades habituales.




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