Cap. 21 ¿Y ahora qué...?
Diandra y Sam se reunieron con Aderyn en el centro comercial. Ya Di estaba mucho más tranquila, el hecho de poder compartir con Sam y su familia el asunto del bebe, representaba un alivio, de modo que estaba mucho más alegre.
- ¡Vaya! – exclamó su prima al verla – ¿A qué se debe el buen humor? No me digas que es porque masacraste a Danny
Las tres chicas rieron y comenzaron a caminar, pero cuando estaban por entrar a una tienda, Di se sujetó del brazo de Sam
- ¿Qué sucede? – preguntó preocupada – ¿Estás bien?
- No te preocupes, me sucede todo el tiempo
Aderyn se quedó mirando a su prima con expresión inquisitiva.
- De acuerdo, no iba a decírtelo así, pero estoy embarazada
La otra rubia abrió mucho los ojos y acto seguido las arrastró en dirección contraria. Sam y Diandra se miraron, pero no dijeron nada. Se sentaron en las mesas exteriores de un café y Aderyn miró a su prima.
- Repite lo que dijiste
- Estoy embarazada – obedeció Di
- Bien, ahora dime dónde enterraste el cadáver de Danny, porque juraste que nunca tendrías niños y que lo matarías si lo sugería siquiera
Sam sonrió y se preguntó si Aderyn se los diría, de las tres ella era la única que estaba al tanto de todo.
- Aún está vivo, aunque no sé por cuánto tiempo, porque esto apenas está comenzando y este bebé ya me está haciendo la vida miserable
- De acuerdo, pero entonces pongámonos de acuerdo y así haremos un solo funeral
- ¿Qué? – preguntó Diandra
- Es que… yo también estoy embarazada – le dijo Aderyn
- ¡Demonios! – exclamó Di
- Vaya, aun no eres una Douglas, pero ya hablas como ellos – se burló Aderyn
Las tres chicas comenzaron a reír de forma casi histérica. Después de un rato y cuando ya se habían calmado, pidieron café y las primas comenzaron a hablar de sus respectivos embarazos hasta que Aderyn se detuvo con brusquedad.
- Estamos aburriendo a Sam
- Por supuesto que no, estoy feliz por ustedes y después de todo, yo ya tengo a Elijah – pero vio sin ninguna dificultad lo que estaba pensando Aderyn – No te preocupes, es cierto que no fue un embarazo normal y que no estaba en nuestros planes, pero de veras eso no me hace sentir mal, Aderyn – le aseguró – Ahora lo importante es que debe verte Iván
- ¡No! – exclamó la chica – Me mataría la vergüenza
- ¡Oh, vamos Aderyn! Es Iván
- Precisamente
- Pues en mi caso no quiero ser atendida por nadie más – dijo Diandra
- ¿Piensas decirle que te haga el examen? – preguntó su prima
- Ya lo hizo
- ¡Por todos los Dioses!
- Deja de preocuparte tanto Aderyn, Iván no solo es el padre de Gail, es nuestro amigo también y las quiere mucho – aseguró Sam
- De acuerdo, hablaré con Gail – terminó aceptando la chica – ¿Y cómo crees que se lo tomen tus padres?
- Ya lo saben
- ¿Qué? ¿Y qué dijeron?
- Inicialmente se sorprendieron mucho, sobre todo papá, pero ahora están muy contentos
- Es cierto, ambos hablaron conmigo y están felices – corroboró Diandra – Así que estoy segura que Iván también se pondrá muy contento.
Por supuesto Sam no iba a decirles que ya él lo sabía, de modo que fueron a hacer las compras que tenían planeadas y luego se fueron a Averdeen. Cuando llegaron, los chicos casi se subían por las paredes.
- ¿Dónde estabas? – preguntaron ambos a sus respectivas novias, pero mientras Di saludaba a Danny, Aderyn ignoró a Gail
- ¿Cómo estás, cachorro? – preguntó Aderyn acercándose y dándole un beso al igual que Di un momento después
- Bien niñas ¿Se divirtieron? – preguntó él
- ¡Ey! – exclamó Gail – ¿Es que estoy pintado en la pared?
- Las pinturas son menos molestas – dijo Aderyn – pero necesito hablar contigo
Dicho esto, lo arrastró fuera mientras los demás reían. En verdad parecía que el embarazo le estaba causando muchos problemas a Gail y la dulce Aderyn ya no se estaba portando con tanta dulzura. Pocos minutos después regresaron y Aderyn se acercó a Mael en la creencia de que era el único que no sabía nada.
- Cachorro… hay algo que quiero decirte
- Si quieres matar a Gail lo entenderé, pero lamento decirte que, a pesar de todo, quiero al muy necio y no podría hacerlo – le dijo sonriéndole para tranquilizarla
- Lo mataría yo misma, pero no es eso. Cachorro… estoy embarazada.
- ¡Enhorabuena! – exclamó él abrazándola – Estos infelices hasta en eso son iguales – dijo mirando a Gail y a Danny
- Gracias, cachorro – dijo ella
- ¿Y cuándo nacerá tu bebe?
- Creo que en enero o febrero
- ¿Aun no te ha visto un Läkare? – preguntó observando en todo punto y momento la actitud de quien no sabe nada, por lo que Sam le sonrió agradecida
- No, y bueno… le dije a Gail que se lo pidiéramos a Iván
- ¿Y qué estás esperando? – preguntó Mael mirando a Gail
- Nada, pero ella se empeñó en decírtelo primero a ti
- Te lo agradezco, Aderyn – dijo pasando un brazo sobre los hombros de la chica – pero ahora debemos cerciorarnos ¿bueno?